EL PAPEL DE MAESTRO VISTO DESDE DIVERSOS PARADIGMAS.

EL PAPEL DE MAESTRO VISTO DESDE DIVERSOS PARADIGMAS.[pic 1]

L.I. Georgina Lara del Ángel, Postgrado de la Universidad del Noreste, 7ª Generación. Docente del Colegio de Estudios Científicos y Tecnológicos del estado de Veracruz N° 13, ubicado en  Platón Sánchez, Ver.

Todo proceso  de enseñanza – aprendizaje    se encuentra relacionado con elementos que determinan  si éste se va a desarrollar con calidad o si será un rotundo fracaso; en dicho proceso existen dos elementos básicos como lo son el maestro y el alumno. Por décadas completas se ha cuestionado a éstos elementos para  comprender quien de los dos es el que determina si el proceso de enseñanza - aprendizaje cumplirá con su función básica, que es que el alumno aprenda.

Aseverar que la responsabilidad de que el proceso de enseñanza – aprendizaje recae solo en el maestro o en el alumno seria un grande error, sin embargo sí debe quedar claro cuál es el papel de cada uno de ellos, claro está que éste papel depende de la filosofía, la misión, la visión de la Institución educativa donde se esté dando este proceso, ya que éstos marcan el parámetro para definir el papel tanto del alumno como del maestro, siendo este último un elemento esencial porque de cierta manera y contextualizandolo en el aula de clase él es el que propiciará el inicio de éste proceso ya que él tiene la visión de cómo se debe dar el proceso de enseñanza – aprendizaje; pero, ¿que sucede si el maestro desconoce su  papel dentro del proceso?.

Objetivo

El presente ensayo tiene como finalidad presentar al lector la concepción del maestro visto desde diferentes paradigmas educativos como lo son: El Conductista, humanista, cognoscitivista, sociocultural y constructivista,  bajo la perspectiva psicológica educativa y así mismo despertar él interés del lector para reflexionar la importancia de conocer el papel del maestro en el proceso de enseñanza – aprendizaje; ya sea que el lector sea alumno, docente o un simple aficionado a la lectura.

Método

        Con base a la lectura del libro Paradigmas en Psicología de la educación, Paidós Educador, México Hernández Rojas G., se pretende fundamentar el tema de “El papel del maestro visto desde diversos paradigmas”.

PARADIGMA:

Un paradigma es la forma en que una determinada comunidad científica percibe la realidad, y en tal sentido es un fenómeno sociológico; un paradigma posee, además, una estructura definida compuesta de supuestos teóricos, fundamentos epistemológicos y criterios metodológicos. Por esta razón, cada uno de los paradigmas psicológicos que se han usado en el contexto educativo propone una manera diferente de entender el discurso y los procesos educativos en sus distintas dimensiones.

La psicología de la educación es una disciplina en la que coexisten varios paradigmas Conocer las características de cada paradigma es válido para analizar cuál es la naturaleza de su discurso teórico-práctico, cuál es el tipo de planteamiento epistemológico o metodológico que propone, y cuáles son sus alcances y limitaciones en su aproximación al contexto educativo. Desconocer  las características y la argumentación de cada paradigma en su interpretación de la situación educativa puede provocar muchos tropiezos y errores de diversa magnitud.

Dado la importancia que tiene conocer los distintos paradigmas que rigen a un país o específicamente a una institución educativa, se ha considerado importante plantear la concepción de del maestro desde cinco paradigmas educativos como lo son: El Conductista, humanista, cognoscitivista, sociocultural y constructivista.

Concepción del Maestro Conductista

En  este enfoque el trabajo del maestro consiste  en  desarrollar una  adecuada serie de arreglos contingenciales de  reforzamiento para enseñar. Keller (1978) ha señalado que en esta aproximación, el  maestro debe verse como un "ingeniero educacional y un  administrador  de contingencias" (p. 672). Un maestro eficaz debe  de ser capaz de manejar hábilmente los recursos tecnológicos conductuales  de  este enfoque (principios,  procedimientos,  programas conductuales), para lograr con éxito niveles de eficiencia en  su enseñanza  y sobre todo en el aprendizaje de sus alumnos.  Dentro de  los principios deber  manejar especialmente los referidos  al reforzamiento  positivo y evitar en la medida de lo  posible  los basados en el castigo (Skinner, 1970).

Dicho en palabras más sencillas este tipo de maestro es el que coordina las actividades que se darán en el aula de clase, utiliza reforzadores (recompensas)  positivos como: una estrellita, un punto en el examen, etc, a sí mismo reforzadores negativos como: por ejemplo cuando el maestro encarga al alumno la lectura de un tema y este no lo hace el maestro ahora le encarga leer todo el libro y le solicita que le haga un reporte de la lectura, este ejemplo de reforzador negativo es aplicable bajo el supuesto de que el alumno no le guste la lectura, pues cabe señalar que los reforzadores negativos son todos aquellos que el maestro aplica y que son algo no deseable para el alumno, sin embargo ayudan a mejorar la conducta deseada en el alumno por parte del maestro.

Finalizando con la concepción del maestro conductista es importante señalar que éste no esta interesado en que el alumno reflexione lo que aprende, a él solo le interesa cumplir con el objetivo de su clase y evaluarlo objetivamente mediante un examen basado en el objetivo de los temas impartidos para él es importante medir el aprendizaje del alumno de manera cuantitativamente, es decir, que tanto recuerda .

Concepción del Maestro Humanista

El núcleo central del papel del docente en una educación humanista esta basada en una relación de respeto con sus alumnos. El profesor debe partir siempre, de las potencialidades y necesidades individuales de los alumnos y con ello crear y fomentar un clima social fundamental para que la comunicación de la información académica y la emocional sea exitosa (Hamachek, 1987).

Otra característica importante del maestro humanista, asociada con la anterior es que debe ser un facilitador de la capacidad potencial de autorrealización de los alumnos. Sus esfuerzos didácticos, deben estar encaminados a lograr que las actividades de los alumnos sean autodirigidas fomentando el autoaprendizaje y la creatividad. El maestro no debe limitar, ni poner restricciones en la entrega de los materiales pedagógicos, antes bien debe proporcionarles a los alumnos, todos los que estén a su alcance (Rogers, 1978).

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