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El Diario De Un Seductor


Enviado por   •  20 de Octubre de 2012  •  416 Palabras (2 Páginas)  •  926 Visitas

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DIARIO

DE UN SEDUC TOR

SOREN KIERKEGAARD.

Me cuesta dominar la ansiedad que me acomete en este instante

En que me resuelvo a transcribir, con el mayor cuidado, la copia que entonces hice con precipitación y con el corazón alterado. Pero incluso hoy, no obstante, siento idéntica inquietud y me hago idénticos reproches .No habían cerrado la mesa escritorio y todo se encontraba a mi disposición. Habla un cajón abierto. En él, sobre algunos papeles sueltos, se hallaba un volumen en cuarto, encuadernado con óptimo gusto.

En ese momento se da cuenta que están escritos en papeles sobre la mesa , la vida apasionante de un hombre el cual describe sus encuentros apasionantes. El ver el simple título del libro le desenfrena la curiosidad por seguir queriendo saber más, se dio cuenta que no era un libro común y corriente si no que era un diario personal .

Quien lo escribió tenia naturaleza de poeta, es decir, un temperamento que, por así decirlo, no es ni tan rico ni tan pobre como para poder separar perfectamente la realidad de la poesía. El espíritu poético era el signo más que él añadía a la realidad; ese signo más consistía en lo poético de que él gozaba, en una poética situación de esa realidad; cuando de nuevo la evocaba como fantasía de poeta, sabía hacer partido del placer. En el primer caso, gozaba en ser el objetivo estético; en el segundo, gozaba estéticamente de su propio ser.

Usaba un lenguaje coloquial el cual le resultaba fascinante poder llegar a escribir y poder contarle a alguien lo sucedido, recurría a eso sintiendo que eso es una manera más de poder contar de una manera egoísta su vida sin temor a ser reprimido.

Abecés eso le hacía perder la razón en cuestión de la realidad, no lograba identificar la realidad entre una escena de su vida real y otra escena teatral. Muchos seres que aparecen materialmente en el primero, pertenecen tan sólo a éste, pero tienen su auténtico lugar en el otro. No pertenecía al mundo real, pero tenía con él mucha relación. Penetraba en él muy hondamente; no obstante, cuanto más se hundía

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