Diario De Un Seductor
Enviado por edalan12 • 23 de Abril de 2013 • 887 Palabras (4 Páginas) • 487 Visitas
Todos hemos tenido un momento en el que consideramos que la existencia de otra persona sólo puede ser explicada por algo superior a nosotros. En nuestra cultura está implícita la idea de que “matrimonio y mortaja del cielo baja” pero Sören Kierkegaard en su obra maestra “Diario de un seductor” nos plantea precisamente lo contrario.
Un texto existencialista, en que el propósito central de la obra es poner el amor en un plano terrenal, en el que lo presenta estudiado y premeditado y no sólo como un sentimiento que viene de lo sobrenatural, por no decir Divino. Que, por medio de un diario y algunas cartas se dedica a desarrollar la historia de Johannes, un joven que estudiadamente y por medio de la literatura se dedica a conquistar a Cordelia una muchacha inocente que cae rendida a sus pies hasta que se vuelve una especie de obsesión por el protagonista masculino.
Con un lenguaje coloquial, pero culto, es decir, con un vocabulario de conocimiento popular pero sin llegar a lo cotidiano y aún cuando el público feminista pueda ir en contra de los argumentos del autor, él expresa claramente que el amor es un sentimiento controlado por la parte masculina de la pareja que seduce a la mujer de una manera muy estudiada, en el caso de Johannes con literatura, y cuyo único propósito es conseguir el amor de la mujer. Una vez que consigue su propósito no se queda para mantener la relación, se retira para ir a conquistar a una mujer nueva, con métodos nuevos estudiados especialmente para la nueva mujer elegida. Posteriormente el autor desarrolla ésta idea dando a entender que el amor es conseguible por distintos medios; claramente no lo plasma como eterno, sino como momentáneo, en otras palabras: como buen existencialista, vive el momento y no cree en la trascendencia del hombre ni de sus acciones.
Kierkegaard hace claro su propósito en párrafos como “Ahora me encuentro frente a una doble tarea; ante todo, debo preparar las cosas de modo que pueda liberarme del compromiso cuando quiera y asegurarme, a cambio, un vínculo mucho más bello con Cordelia, un vínculo de más hondo sentido.
Luego, debo emplear cuanto sea posible el tiempo para gozar de los encantos con que tan generosamente la adornó la naturaleza, pero con las reservas necesarias para no tomar nada de manera prematura.” Donde habla sobre su interés de estar con Cordelia, pero sin llegar a tener algún tipo de compromiso. Otro ejemplo es: “Aunque Cordelia me deba pertenecer, esa posesión no ha de llegar a identificarse con algo nada hermoso que pese sobre mí como una carga. Ella no debe resultarme una molestia, desde el punto de vista físico, ni un deber desde el punto de vista moral. Entre los dos, ha de reinar la libertad en el más exquisito juego. Mi mujer ha de resultarme tan ligera que la pueda sostener entre mis brazos.” Una vez más se presenta una visión conquistadora un tanto maquiavélica que se aparta
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