El Octabo Habito

1. EL DOLOR

La gente se enfrenta a la expectativa nueva y cada vez más intensa de producir más a cambio de menos en un mundo extraordinariamente complejo, no se le permite hacer uso de una parte importante de su talento y su inteligencia.

En las organizaciones, este dolor se expresa en su incapacidad para centrarse en, y ejecutar sus principales prioridades.

Ser efectivos como individuos y como organizaciones es imprescindible para entrar en el terreno de juego. Esta nueva era exige y necesita grandeza, realización, un desempeño apasionado y una contribución importante. Aprovechar los niveles más elevados del genio y de la motivación del ser humano – lo podríamos llamar voz – exige un nuevo esquema mental, habilidades, un nuevo conjunto de herramientas.

El octavo hábito consiste en encontrar su voz e inspirar a los demás para que encuentren la suya. “Voz” es relevancia personal única, se manifiesta cuando nos enfrentamos a nuestros mayores desafíos y que nos hace estar a su altura.

Para pasar del dolor y la frustración a la verdadera realización, hallar una solución duradera, comprender el problema esencial que provoca el dolor. La solución al problema surge de una ruptura fundamental con la antigua manera de pensar.

2. EL PROBLEMA

“Cuando cambia la infraestructura, retumba todo”

Cuando nos enfrentamos a un reto y una respuesta está a la altura de ese reto, hablamos de éxito. La extendida renuencia a tomar la iniciativa, a actuar con independencia nos lleva a la codependencia, si se desarrolla se acaba institucionalizando hasta el punto de nadie asumir la responsabilidad.

Si queremos hacer mejoras grandes e importantes, trabajemos con paradigmas, es término se refiere para designar a una percepción, un supuesto, una teoría.

La nueva era del trabajador del conocimiento se basa en un paradigma nuevo “paradigma de la persona completa”.

Hay solo una razón de que haya tantas personas insatisfechas con su trabajo. La razón es un paradigma incompleto de quiénes somos, de nuestra concepción fundamental de la naturaleza humana. Los directivos y las organizaciones tienen motivar y controlar sus cuatro dimensiones: cuerpo, mente, corazón y espíritu. Si desatendemos una de las cuatro partes de la naturaleza humana, convertimos a las personas en cosas.

3. LA SOLUCIÓN

“No hay nada más poderoso que una idea a la que le ha llegado a su tiempo”

Los grandes cambios culturales empezaron con la elección de una sola persona. Aprenden a conocer su verdadera naturaleza y sus dones, desarrollan la visión de las grandes cosas que desean realizar; toman la iniciativa y cultivan una profunda comprensión de las necesidades. Encuentran una voz propia e inspiran a los demás para encontrar la suya.

ENCONTRAR UNA VOZ PROPIA

4. DESCUBRIR NUESTRA VOZ: DONES DE NACIMIENTO NO DESCUBIERTOS

“Son tantos los dones de nacimiento no descubiertos”

El poder de descubrir nuestra voz radica en el potencial que nos fue otorgado al nacer. Cuanto más usamos y desarrollamos nuestras aptitudes actuales, más aptitudes se nos conceden y mayor es nuestra capacidad. Los tres dones más importantes:

1. La libertad y la capacidad elegir.

La esencia del ser humano es la capacidad de dirigir su vida. Es capaz de tomar decisiones basándose en sus valores, elegir el rumbo de su vida.

Quienes desarrollan su facultad de elegir y un poder interior de cada vez mayor, pueden convertirse en personas de transición, personas que impiden el paso a sus descendientes de tendencias inadecuadas que proceden de generaciones anteriores.

2. Leyes o principios naturales de carácter universal que nunca cambian.

El cuerpo es un sistema natural, que está gobernado por la ley natural, teniendo la capacidad para elegir y reinventarse a sí mismo.

La autoridad moral es el ejercicio basado en principios de nuestra libertad y nuestra facultad de elegir. Exige el sacrificio de los intereses egoístas para subordinar los valores sociales a los principios y nuestra conciencia es donde se depositan esos principios.

Los valores son normas sociales, los principios son leyes naturales; las consecuencias están gobernadas por los principios y la conducta está regida por los valores.

3. Cuatro inteligencias o capacidades.

Hay cuatro capacidades o inteligencias que todos poseemos: la inteligencia física o corporal (IF), la inteligencia mental (IM), la inteligencia emocional (IE) y la inteligencia espiritual (IES).

* Inteligencia mental (IM). Es la capacidad de analizar, razonar, pensar en abstracto, usar el lenguaje, visualizar y comprender.

* Inteligencia física (IF). Es la capacidad del cuerpo es otra clase de inteligencia de la que todos somos conscientes de una manera implícita, se encarga del sistema respiratorio, del sistema circulatorio, del nervioso y de otros sistemas vitales. Explora su entorno, destruyendo células enfermas y luchando por sobrevivir.

* Inteligencia emocional (IE). Es el conocimiento de uno mismo, la autoconciencia, la sensibilidad social, la empatía y la capacidad de comunicarnos.

* Inteligencia espiritual (IES). Es la más importante de todas las inteligencias se convierte en la fuente de orientación para las otras tres. Representa nuestra voluntad de sentido y de conexión con el infinito, nos ayuda a distinguir principios verdaderos.

5. EXPRESAR NUESTRA VOZ: VISIÓN, DISCIPLINA, PASIÓN Y CONCIENCIA

“Es más poderoso quien tienen poder sobre sí mismo”

Las personas que han alcanzado el éxito siguen un patrón. Las manifestaciones más elevadas de estas cuatro inteligencias son: para la mental, la visión; para la física, la disciplina; para la emocional, la pasión; para la espiritual, la conciencia. Son los medios para expresar nuestra voz.

* Visión es ver con el ojo de la mente lo que es posible en las personas, los proyectos, las causas y las empresas. Es la imaginación aplicada; las cosas se crean dos veces: primero, una creación mental; es el principio de reinventarse uno mismo. El segundo, una creación física.

* Disciplina es pagar por el precio para traer esa visión a la realidad. Es la ejecución, el hacer que ocurra algo, el sacrificio que supone hacer lo que haga falta para realizar esa visión, es la fuerza de voluntad encarnada.

* Pasión es el fuego, el deseo, la fuerza de convicción y el impulso que sostiene la disciplina para alcanzar la visión, surge cuando la necesidad humana se superpone al talento personal.

La pasión nace en el corazón y se manifiesta en forma de optimismo, entusiasmo, conexión emocional. La clave para crear pasión

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