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El Perro Del Hortelano


Enviado por   •  15 de Abril de 2013  •  2.110 Palabras (9 Páginas)  •  570 Visitas

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1- BIOGRAFIA

Lope de Vega y Carpio, Félix

(Madrid 1562-id. 1635) Poeta y comediógrafo español. El llamado Fénix de los Ingenios fue el gran señor de la escena española del Siglo de Oro. Su asombrosa fecundidad y su obra no se limitó al género teatral, sino que se adentró también en los terrenos de la novela y la poesía. Del primero destacan La Arcadia, El peregrino en su tierra y La Dorotea, relato biográfico en el que narra una de sus aventuras amorosas. Entre sus poemas destacan Rimas humanas, Rimas sacras, Jerusalén conquistada, La Dragontea, La Filomena y La Gatomaquia. Fue el teatro, sin embargo, su mayor aportación. Se calcula que escribió unas mil ochocientas comedias y cuatrocientos dramas religiosos. Algunas de sus obras más celebradas son La dama boba, Fuente Ovejuna, La estrella de Sevilla, Peribáñez, El caballero de Olmedo, El acero de Madrid, La moza del cántaro, La discreta enamorada, El mejor alcalde, el rey, Los caprichos de Belisa, La noche de San Juan, El villano en su rincón y El castigo sin venganza. Su vida sentimental fue tan prolífica como su obra; debido a la relación que mantuvo con Elena Osorio estuvo desterrado durante ocho años de la corte, y durante dos de Castilla. Hombre de su tiempo, también tomó parte en los sucesos históricos de la época. Participó en la expedición a las Azores de 1583, y en 1588 se embarcó en la Armada Invencible, de la que fue uno de los pocos supervivientes.

CONTEXTO HISTÓRICO

Lope de Vega vive mas de media vida en el siglo XVII, donde empieza el barroco. El nombre genérico de barroco hace referencia a la cultura europea del siglo XVII. En España, es consecuencia de la conjunción de una serie de acontecimientos tales como la Contrarreforma, la crisis del humanismo, y la decadencia política y económica, entre otros. El resultado es un movimiento que llega, por un lado, a la exageración de los elementos cultos grecolatinos del renacimiento y, por otro, a una reacción realista y satírica contra todo ello, y que converge en la producción de una literatura occidental del barroco.

En la literatura española se manifestaron durante esta etapa dos grandes corrientes: conceptismo y culteranismo. Los autores que siguieron el conceptismo utilizan los juegos de palabras e ideas. Su estilo es una mezcla de símbolos, frases sentenciosas y antítesis. Los culteranos, por su parte, se caracterizan por una literatura de exagerada artificiosidad de las formas cultas del lenguaje, imágenes y metáforas, alegorías, etc., todo ello con el fin de conseguir una sensación de belleza con abundantes elementos ornamentales y de captación sensorial.

Estos dos estilos se diferencian básicamente en que el conceptismo incide en el pensamiento abstracto, es racional y se manifiesta tanto en prosa como en poesía, mientras que el culteranismo incide sobre la sensación, es puramente estético y se manifiesta sobre todo en poesía. No obstante, el culteranismo no es más que un aspecto del conceptismo. Es peculiar su lenguaje culto, basado en el empleo de latinismos para apartarse del lenguaje habitual. Los poemas culteranos, algunas veces, parecen carecer de contenido, pues la profusión de aspectos puramente ornamentales le restan importancia al tema. El conceptismo, en cambio, no busca tanto la belleza de la imagen como la agudeza del ingenio del poeta.

Estas corrientes literarias, en un principio privativas de la lírica, acabaron por filtrarse en otros géneros literarios, como el teatro y la prosa. Durante el barroco la novela llega a su cenit y el teatro a su máxima plenitud. La literatura española de las tres primeras décadas del siglo XVII es de una impresionante belleza, nunca alcanzada con anterioridad: es el momento de Lope de Vega, de Góngora y de Quevedo; mediado el siglo, el barroco se consolida con Gracián y Calderón de la Barca. La muerte de este último marca el inicio de la desaparición del barroco.

Mención aparte merece un autor a caballo entre el renacimiento y el barroco: se trata de Miguel de Cervantes. Formado como renacentista, desembocó, con el pasar del tiempo, en la postura barroca del desengañado; esta contradicción se refleja perfectamente en su técnica, en la que el lenguaje es esencialmente de influencia renacentista, pero apunta ciertos recursos que dejan entrever lo que más tarde serán usos típicos del barroco.

El género literario que sufrió una revolución más importante fue el teatro, y su gran artífice, Lope de Vega, quien lo cambió por completo. El teatro del barroco convirtió en materia y forma teatral todo aquello que hasta entonces no lo había sido. La importancia del teatro español de esta época fue tal que llegó a influir en el resto de Europa y a exportar mitos de creación propia, como don Juan. Una de las innovaciones de este teatro es la división de la obra en tres actos, juntamente con el respeto a la unidad de acción y el rechazo de las unidades de tiempo y lugar. El teatro de estos años se divide en dos ciclos, que en cierto período coexistieron: el de Lope de Vega y el de Calderón de la Barca. El teatro de Lope se representó sin interrupción durante casi cien años y la característica que le proporcionó un éxito de público fue su punto de vista español: el universo, todo lo que ocurre, se ve desde el prisma español. La principal característica del teatro calderoniano es la perfección que alcanza en la mecánica teatral al construir sus mundos cómicos, donde todo queda engarzado y se muestra como un perfecto engranaje.

En la literatura catalana, el barroco coincide con los años de decadencia. Pocos son los autores de un mínimo valor literario; de entre todos destaca Vicent Garcia, rector de Vallfogona, claramente influido por la literatura barroca escrita en castellano, hasta el punto de perder contacto con la propia tradición literaria. Debido a esta influencia, las obras presentan una gran abundancia de castellanismos.

ESTRUCTURA DE LA OBRA

La obra está estructurada en seis partes:

La primera es un apartado llamado “palabras preliminares”, que nos habla un poco de la obra y sus repercusiones.

La segunda parte es una introducción, dentro de ella podemos encontrar varios subapartados.

La configuración del texto, que nos

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