El Pobrecito Hablador
Enviado por unelefante • 30 de Mayo de 2012 • 1.407 Palabras (6 Páginas) • 1.120 Visitas
El Pobrecito Hablador (1809-1837)
Su autor es Mariano José de Larra este ejemplar corresponde al mes de Enero de 1833. Segundo periódico fundado y redactado íntegramente por uno de los más relevantes representantes del romanticismo y el costumbrismo español, Mariano José de Larra (1809 - 1837), a la edad de 23 años. Con este título y bajo el seudónimo del bachiller Juan Pérez de Munguía publicará hasta un total de catorce números, de entre 14 y 32 páginas, desde agosto de 1832 a marzo de 1833, es decir desde unos meses antes de que la reina Maria Cristina comenzara a ejercer como Regente y le entregara el poder al moderado Francisco Cea Bermúdez, en sustitución del ultrarrealista Francisco Tadeo Calomarde. Subtitulado como revista satírica de costumbres, en el aparecen artículos que consagran al joven periodista y escritor, como Castellano viejo, Vuelva usted mañana, El casarse pronto y mal o Empeños, escritos con un estilo satírico más directo del que empleó en su primer periódico, El duende satírico del día (1828), donde el costumbrismo se transforma en un crítica social sarcástica y acerada, e introduce ya la intencionalidad política. Su última entrega aparece con el título Muerte del Pobrecito hablador, escríbela para el público Andrés Niporesas, su corresponsal, otro de los seudónimos utilizados por el escritor que hizo famoso el de Fígaro, de claras connotaciones francesas. La colección completa fue estampada en la imprenta madrileña de Repullés.
http://hemerotecadigital.bne.es/datos1/numeros/internet/Madrid/Pobrecito%20hablador,%20El/1833/183301/18330100/18330100_00011.pdf
En sus artículos, refleja el mundo madrileño, muestra su preocupación social y su esperanza en transformar la sociedad. La serie de escritos que corresponden de los años (1833-1835) son de carácter político. Son años en los que Larra sufre fuertes desengaños sociales y políticos. Sus últimas páginas demuestran un total pesimismo y una desconfianza absoluta en el futuro, ya no solo político sino personal. Escribe sobre temas intemporales, de interés permanente en toda época, por más que las costumbres hayan evolucionado desde su tiempo hasta ahora, como los que describe en sus artículos como Vuelva usted mañana, El castellano viejo, Empeños y desempeños, y muchos otros.
El lenguaje empleado, es inteligible para todos los públicos. Quizá a esto se deba gran parte de la popularidad, y de su aceptación por todos.
1) Dos palabras: Es el primer artículo del pobrecito hablador, aquí se explica cómo se va a redactar la revista e intenta hacer saber que con esta revista no se pretende herir a nadie. El segundo artículo de este primer número se llama “Quien es el público y donde se le encuentra”, es un artículo con una sátira bastante importante comienza describiendo qué es el público y por qué va a la calle a buscarlo para captar sus opiniones.
Larra piensa que el público es una pieza clave para ser conscientes de los problemas sociales y por tanto, su opinión cuenta. Tenemos un aspecto romántico y es que Larra es un autor aterrorizado por el futuro de su país y también por su presente. Este artículo es una de las primeras narraciones costumbristas.
2) El casarse Pronto y mal: Este artículo aparece en la publicación nº7 del pobrecito hablador. Los artículos de Larra tienen un desarrollo narrativo, que los aproxima al cuento. Suele mencionar otros artículos suyos y de esta manera los va relacionando. En este caso, nombra a Joaquín, el personaje principal, otro supuesto sobrino, del texto en páginas anteriores, “Empeños y desempeños”. En el resto del texto utiliza términos negativos para calificar la triste historia de amor, como por ejemplo, desgracia, fatal credulidad, etc., hasta el punto de que considera el amor de los jóvenes un mal. Habla de su sobrino como “destinado a morirse de hambre”. También debería enfatizar en el descaro con que los jóvenes, de cualquier tiempo, creen siempre estar en poder de la verdad frente a la experiencia de sus mayores. En este caso, cuando los padres de ella se cuestionan cómo van a comer sin una carrera Augusto responde “Eso es cuenta mía...”. Ella considera que la oposición de sus padres a ese matrimonio es “tiranía y envidia que los papás tenían de sus amores y de su felicidad”.
Larra solo emplea términos “positivos” hacia el matrimonio como “día feliz” o “nunca hubo felicidad igual”. Más adelante ella empieza
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