El Zarco
Enviado por Valerudka • 2 de Septiembre de 2013 • Tesis • 5.860 Palabras (24 Páginas) • 270 Visitas
Martínez Cedillo Tania Valeria 1 de abril del 2013
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El Zarco, Ignacio Manuel Altamirano
Resumen
1. Yautepec
Yautepec es una población de la tierra caliente cerca de Cuernavaca y de las Tetillas, que está en medio de dos colinas cuya forma les ha dado nombre de la sierra de Tepoztlán, por el lado norte. Yautepec tiene árboles con hojas de un color verde brillante que tienen naranjos, limoneros, grandes, frondosos y con frutas. En 1854, cuando Yautepec pertenecía al Estado de México, se hizo un recuento de los árboles y había más de quinientos mil, hoy después de veinte años, se duplicaron. En Yautepec, muchas casas son de paja o de palmeras, con paredes de adobe. También hay un rio de aguas transparentes y serenas, que divide el pueblo y el bosque, gracias él se dan los frutos. La población es,tranquila, laboriosa, sencilla y rodeada de haciendas de caña de azúcar.Todo el pueblo habla español y se compone de razas mestizas.
2. El terror
Un día de agosto de 1861, Yautepec parecía envuelto en las sombras de la noche, cuando aún estaba el sol.Los vecinos que al concluir con sus tareas salían a las calles, hoy no se atrevían, ni andar por su casa.Cuando sonaba el campanario de la parroquia, se encerraban en sus casas.
En Yautepec a esas horas comenzaba el peligro de un asalto de bandidos, de matanzas, etc. Los bandidos de Yautepec eran crueles, cometíancrímenes por instinto, por brutalidad, por el deseo de aumentar el peligro en el pueblo.Estos bandidos se hacían llamar los plateados; se les llamaba asíporque siempre andaban llenos de plata en toda su vestimenta y con la cara cubierta, para no ser identificados, ellos tenían su escondite en Xochimancas, cerca de Yautepec. Lasautoridades se acobardaban ante estos bandidos por falta de defensa.
3. Las dos amigas
En el patio interior de una casa, en las orillas de la población y en los bordes del rio, se encontraba una familia compuesta de una señora mayor y de dos jóvenes hermosas, de diversas fisonomías. Una era como de veinte años, blanca, un poco pálida, de ojos oscuros, de boca encarnada, risueña, con la nariz aguileña, muy hermosa y de nombre Manuela. Ella estaba sentada en un banco rustico y enredaba en su cabello una guirnalda de rosas blancas y rojas. La otra joven también muy hermosa, tendría unos diez y ocho años, era morena, era como la hija humilde del pueblo, ojos grandes, oscuros, en su boca había una sonrisa triste.Ella colocaba en sus negras trenzas, una guirnalda de azahares, los más bonitos, aunque por ese motivo se había cortado las manos, con los azahares. La joven blanca le decía a la otra, que parecía que quería casarse o vestirse de muerta, porque así enterraban a las doncellas. Y le decía a su madre, la anciana Doña Antonia, que se había cortado las manos.
Doña Antonia reclamó a Manuela que dejara a Pilar, ponerse los azahares que quisiera.La señora derramaba lágrimas por los tiempos que se vivía el pueblo sin poder salir de casa, sin poder dormir tranquila, el oír de las personas: ya apareció un cadáver en la barranca, qué ahí viene el Zarco y Salomé Plasencia, el oír tiros o gritos, y saber de puros robos y asesinatos, causaban que la podre anciana se sintiera mal de su corazón, pero no de enfermedad, si no de tristeza. Todo eso hacía que la señora se entristeciera y temía poder enfermarse de verdad.
Su mama de Manuela (Doña Antonia) quería que su hija se casara con un buen muchacho, para que dejara de esconderse y se fuera a México o a Cuernavaca ya que estaba expuesta a que los plateados se la llevaran, por eso todos los vecinos le decían que se llevara a Manuela, lejos de Yautepec. Manuela no quería casarse con el hombre que quería su madre, así le aconsejo irse con su tíoMéxico, pero él nunca respondía a las cartas que le mandaba Doña Antonia así que eso era imposible. Nicolás estaba en la puerta así que Pilar le fue abrir.
4. Nicolás
Nicolás era el herrero de la hacienda de Atlihuayan (cerca de Yautepec) y tenía dinero escondido, buenas armas y buenos caballos. Y estaba muy enamorado de Manuela. Nicolásentro a la casa de Doña Antonia y se dirigió al patio, donde estaban las dos jóvenes y Doña Antonia, se podría pensar que era un monstro, por ser herrero o alguien con un carácter fuerte, pero Nicolás era un joven tipo indígena bien marcado, alto, esbelto, bien proporcionado, fuerte, inteligente, ojos negros, boca grande, nariz aguileña, moreno y varonil, era un hombre culto, con dentadura blanca y brillante, portaba un cinturón de cuero, lleno de cartuchos de rifle, porque tenía que estar bien armado, en toda su vestimenta no portaba nada que fuera con plata.
Doña Antonia, Pilar y muchas personas del pueblo apreciaban a Nicoláspor su bondad y su humildad. Doña Antonia decía que Nicolás era el hombre indicado para que se casara con su hija ya que le parecía un buen hombre y sobre todo que lo veía como si fuera su hijo; Nicolás siempre estaba al pendiente de Doña Antonia, Manuela y Pilar, visitándolas diario, aun corriendo los riesgos de ser sorprendido por una bola de bandidos y también mantenía informadas sobre lo que hacían los bandidos, como cuando estos asaltaron a una familia extranjera, rica que se dirigía a Acapulco. Nicolás fue a saludarlas pero Manuela no quería a Nicolás, sentía desprecio hacia él, aborrecimiento que dejaba que se notara por todos, por lo que él se sentía despreciado, aun así no dejaba de visitarlas. Nicolás le comento a Doña Antonia que vendría la tropa del gobierno y que era buena oportunidad para que ella y Manuela se fueran con ellos a la cuidad de México, por lo que Doña Antonia pensó que era una buen idea. Nicolás se despidió y se retiró, y como siempre Doña Antonia se preocupada mucho por él, diciéndole que tuviera mucho cuidado.
5. El Zarco
A un costado de la hacienda de Atlihuayan se veía un jinete, con actitud tranquila, se detenía, para dejar que su caballo respirara y contemplar la luna así como las estrellas.Caminando en dirección opuesta (hacia Yautepec) vio a otro jinete en un magnifico caballo que era el herrero de Atlihuayan y parecía tenerle odio y envidia hacia el herrero por los buenos caballos que portaba.Este jinete era un joven como de treinta años, alto, bien proporcionado, cubierto de mucha plata, de color blanco, sus ojos de color azul claro que el vulgo llama Zarco, sus cabellos de rubio había llegado a Yautepec, estaba cantando una canción que se refería a que le gustaba mucho la plata y contemplaba que todo el pueblo estaba solo y en silencio. Portaba una camisa, un chaleco, un sombrero y una bufanda que le cubría
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