Ensayo Del Libro El Rinoceronte
Enviado por Snchiva • 22 de Noviembre de 2013 • 1.414 Palabras (6 Páginas) • 432 Visitas
EL OCASO DEL RINOCERONTE.
Ensayo al material “El Rinoceronte” escrito por Scott Alexander
El rinoceronte es el clásico manual de autoayuda de esos de los que abundan mucho. Por supuesto, como todos ellos, el autor le ha dado un nombre gracioso, una metáfora para enseñarnos, una escritura en exceso ligera y un contenido más bien escueto. En palabras cortas, nos dice el manual que tenemos que ser rinocerontes si en verdad queremos ser alguien en la vida. Y bueno, lo primero que hace uno es preguntarse: ¿Por qué diablos un rinoceronte y no mejor un águila, o un león, o tal vez un oso, o de plano un chimpancé? Digo, por lo menos a mí me parece que los chimpancés llevan una vida de re lujo, más plácida, graciosa, segura, cómoda y en general feliz. Por supuesto a nuestro autor eso no le parece. El creé que en su viña solo existen las vacas y los rinocerontes, así que estoy en un aprieto si sigo con mis intenciones simiescas. Bueno, supongamos sin conceder, claro, que en verdad estamos interesados en eso del rinoceronte y su re-cargada vida, avancemos en su lectura y quien sabe, tal vez nos encontremos una pequeña gema escondida bajo capas de tinta y papel.
De lo primero que el autor habla es por qué ser un rinoceronte y no una vaca, nos dice que por su gruesa piel, loca carrera y fuerza, sin abundar mucho en su lógica, puesto que creo que si profundizara en como llegó a conceptualizar a solo dos tipos de animales “viviendo en la jungla”, se desbarataría su idea y la “lógica” que quiso emplear para su manual. Así, no sabremos porqué no eligió mejor un elefante, si éste es mas grande y fuerte que un rinoceronte, ya no digamos mas inteligente y sociable. O cómo es que compara dos animales que no existen siquiera en el mismo entorno. Pero claro, dirían algunos, “dejas de ver el bosque por el árbol”, así que dejemos de lado esas superficialidades y tratemos de desentrañar mejor el mensaje que nos quiere transmitir.
El mensaje es corto, claro y directo. El autor nos repite y repite: Enfócate, organízate, carga hacia tu objetivo, y no ceses nunca.
Por supuesto, uno no se puede imaginar ninguna obra en la librería que solo tuviera tres páginas de espesor, la contraportada en la primera, en la segunda página en letras grandes y centradas a mitad de página, las diez palabras que en el párrafo anterior resumí, y en la tercera página el “se terminó de imprimir en fecha tal con un tiraje de…”. ¿Quién compraría eso?, digo, no es un mal mensaje, es que la gente lo ojearía y ya con eso no tendría que llevárselo a casa y pues esto significaría una venta nula del libro. El necesita rellenar muchas hojas para posicionarlo bien. Aunque tampoco es un gran y largo tomo de infinitas páginas, basta media hora para terminar de leerlo.
Por esto, el autor decidió envolver si idea de auto-mejoramiento detrás de una chusca historia de animales, si a Esopo le funcionó esto, ¿Por qué a él no? Bueno, primero porque no es una idea original o innovadora, su metáfora no tiene sentido, tiene un sola concepto que repite hasta el cansancio y segundo, no es como el propone, una filosofía de vida, pero si mas bien una visión bastante estrecha de cómo él piensa que es la vida.
Repito, la idea central no es nada mala, al contrario, sería bastante provechoso que todos, absolutamente todos tuviéramos un ideal, sea cual fuere, que tuviéramos siempre energía de afrontar cualquier obstáculo, que fuéramos disciplinados, determinados y no cejáramos nunca en nuestro empeño. Todo eso es grandioso. Pero nuestro autor envuelve todo esto una particular y estrecha visión: El estilo de vida americano. “The way of life, the american dream”.
El símbolo de éxito para Alexander es el dinero, un Rolls Royce, agasajarse en la idea de que somos superiores a los demás. Fama, fortuna, poder, es lo que dice, da la felicidad. Incluso llega a decir que el dinero compra la felicidad…
Por supuesto, compra mi libro y serás rico (y de paso yo también), conviértete en un rinoceronte como te digo, pero no te conviertas solo mentalmente,
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