Ensayo Libro La Caja

La Caja es un libro muy interesante y entretenido que habla sobre la historia de un hombre y su jefe teniendo una entretenida platica, en la cual se pretende hacer comprender a uno de ellos sobre cómo ser una persona productiva, diciéndose de la manera más sutil posible, y hacerlo reconocer los puntos en que se está fallando y que lo alejan de lograr este objetivo.

Se muestra como el llamado autoengaño, forma parte de nuestra rutina diaria de vida y nos afecta enormemente en cada acción que realizamos y como las personas que están a nuestro alrededor se dan cuenta y sufren o soportan este tipo de comportamiento de parte nuestra. Siendo esta la causa e impedimento principal para lograr el liderazgo y éxito en nuestras vidas.

La mayoría de las veces nunca reconocemos algún problema o conducta inapropiada de nuestra parte, porque nos gusta reconocer nuestros errores y defectos ni que los demás nos los echen en cara y nos hagan conscientes de que necesitamos un cambio de actitud de parte nuestra.

Así es como nos auto engañamos, nos negamos a ver la verdad y la realidad de las cosas y con esta actitud solo logramos cegarnos a todas las soluciones o alternativas posibles que existen o ninguna nos parecerá adecuada. Y en esto radica la importancia del autoengaño, en la manera de cómo influye en el liderazgo, que consiste básicamente en tratar de mejorar las cosas y lograrlo.

Este libro nos comienza relatando la historia de un hombre llamado Tom Callum que decidió cambiar de empleo, yéndose de la compañía rival o la competencia (mejor dicho) después de llevar diez años soñando con pertenecer a Zagrum Company, el cumplirse su sueño después de ocho entrevistas y un periodo de tres semanas de prueba, finalmente lo contrataron para dirigir una de sus líneas de producto.

Fue llamado a reunión con su jefe Bud Jefferson, sin notificarles el motivo de su reunión, ni temas de discusión, pero él se sentía ansioso y emocionado por conocer e impresionar a su nuevo jefe, del cual había oído hablar mucho, de su buena fama, al que casi se le hacía reverencia como icono dentro de la empresa. La mayoría de gente dentro de la empresa lo admiraba.

El hombre del que hablábamos Tom Callum era siempre de los primeros en llegar temprano a la empresa y de los últimos en irse dada la impresión de que se centraba en su trabajo, le apasionaba lo que hacía y no permitía que sus asuntos ajenos intervinieran en sus objetivos. Sacrificaba su vida familiar y descuidaba a su familia debido a esto, pero no le importaba, ya que su meta era trabajar más, ganar puntos por dedicación y competir para conseguir ascensos en los próximos años.

En la reunión programada, Bud le comento a Tom los motivos por los cuales estaba allí, que el cual era comunicarte que Tom no tenía ni idea, o se negaba a aceptarlo y tratar de solucionarlo de la mejor forma posible, ya que de ello depende conseguir el liderazgo que necesitaba para desarrollar su carrera.

La reacción de Tom fue la que demostramos todos, cuando nos dicen que estamos fallando en algo y debemos cambiar. Nos hacemos los sorprendidos, nos molestamos y rehusamos a aceptar nuestros problemas y nos desequilibramos mentalmente, nos cerramos a reconocerlo y tratar de buscar una solución adecuada. El primer paso es escuchar detenidamente a la persona que se anima a decirnos que tenemos un problema, que nos está afectando o influyendo negativamente en nuestra vida.

Luego aceptar las verdades que nos digan, de que todos los demás a nuestro alrededor conocen el problema que poseo (mis seres queridos, familiares, compañeros de trabajo, vecinos) y ellos tienen que lidiar con mi propio problema a diario, todos los saben, menos yo. Vaya sorpresa.

Esta persona que nos hace ver nuestro problema, tiene la delicadeza de mencionarnos cada una de nuestras actitudes hacia los demás (como desinterés, mentiras, engaños, que degrada a los demás, los juzga o desprecia, discrimina, etc.) de las cuales el es testigo y de las múltiples queja a causa de estas actitudes. Al principio reconocemos algunas y negaremos otras, y le echaremos la culpa a los demás o al stress por el trabajo, pero nos costara reconocer que tiene razón quejarse, ya que mostramos estas malas actitudes a diario.

Nos enojaremos y quedaremos perplejos y aturdidos, ante tal situación, nos costara analizar sobre cómo reaccionar, ya que a nadie le gusta que lo juzguen y recalquen sus errores.

La persona que nos este concientizando, deberá hablarnos con toda sinceridad y respeto, haciendo uso de su propia experiencia y reconociendo que también ella fue víctima de este problema conductual.

Bud le comento a Tom su anécdota de cuando el padeció su mismo problema cuando era más joven y trabajo en uno de los bufetes más prestigiosos del país, al iniciar su carrera como abogado. La manera errónea en que se aisló de sus colegas en un viaje de negocios al que le toco asistir por ser uno de los mejores ocho mejores abogados del bufete, para participar en un proyecto financiero, al cual asistió con pesar porque una semana después de haber sido asignado a su proyecto, se entero que su esposa Nancy estaba embarazada y el estaba muy emocionado y quería vivir y disfrutarlos junto a su esposa, la esperaba al nacimiento de su hijo David.

Al sentirse comprometido con su trabajo , no pudo abandonar el proyecto y de mala gana viajo a cerrar el proyecto que podría tardar de tres semanas a tres meses, y el apesarado porque se iba a perder de disfrutar los primeros meses de vida su primer hijo tan esperado. Viajo haciendo un gran esfuerzo y sacrificio al separarse de su familia para cumplir con las responsabilidades de su trabajo.

Su actitud en todo el tiempo que estuvo trabajando en el proyecto fue la de no comprometerse, no participar, ni asumir la visión, de su trabajo, lo único que hacía era hacerles

...