Ensayo Sobre El Texto: Discurso Y Poder, De Tean Van Dijk
Enviado por 7022 • 11 de Enero de 2015 • 2.450 Palabras (10 Páginas) • 923 Visitas
Maestría en Enseñanza de la Lengua Materna
Universidad Autónoma de Zacatecas
Estrategias de Lectura y Comprensión
Profesor:
Alejandro García Ortega
Tarea:
Ensayo sobre el texto: Discurso y Poder, de Tean Van Dijk
Alumno:
Aideé Marcia Orozco Mendoza
Zacatecas, Zac., a 1 de junio 2013.
Hacer y decir: discurso y poder
Creíamos que, como teníamos poder, teníamos también sabiduría.
Stephen Vincent Benét (1898-1943)
Hay cosas que sólo hacemos y cosas que hacemos. Es decir, muchas de ellas sólo las hacemos por inercia, sin sentido ya sea por manía o por costumbre y que se han vuelto rutinas o rituales que difícilmente modificamos. Otras, las hacemos porque “tiene un sentido hacerlas”, como escuchar tu música favorita, leer un libro, convivir con tus amigos, ver una película o comunicar algo de suma importancia a otra persona; por lo tanto no “sólo hacer” sino “hacer” está revestido de una intencionalidad, de un propósito o una meta que nos lleva a ejecutar la acción.
Es así que en base a este razonamiento y a través de la lectura del texto Discurso y Poder de Tean Van Dijk, concibo el discurso como el “hacer”, siempre lleno de acciones. De hecho usar el lenguaje en un contexto determinado para propósitos comunicativos está siempre asociado a actos como el expresar, informar, explicar, pedir, suplicar, pero también puede ser para persuadir, acusar, prometer, advertir, ordenar, manipular y hasta controlar, esto es, hacer que otros actúen (o no actúen) como deseamos. Sin embargo, quienes tienen el control del discurso en especial maestros, políticos o periodistas no lo utilizan como una herramienta para buscar un bien común, por el contario, lo ejercen en beneficio propio y en contra de los sujetos controlados.
Para Teun Van Dijk un problema que le preocupa es la manera en que se ha tratado el discurso, porque si bien una forma aproximada para su estudio ha sido la Pragmática ésta, lo ve desde una cuestión filosófica y lingüística considerando los actos del habla en términos más bien teóricos. A través de las siguientes líneas mencionaré de cómo el autor nos habla del discurso como una reproducción del poder, y en especial del abuso del poder, con la intención de reflexionar sobre el “hacer” docente ya que finalmente en el aula quien tiene el control del discurso es el maestro y es él quien debe reconocer la línea tan delgada que divide el hacer buen uso del poder o abusar del poder.
El autor funda un movimiento intelectual interesado en el estudio crítico del discurso (ECD), por medio del cual hace una investigación razonada sobre el discurso desde el modo en que el abuso del poder social, el dominio y la desigualdad, son practicados, reproducidos y, en ocasiones combatidos, por los textos y el habla en el contexto social y político. El propósito de dicho movimiento es contribuir de manera efectiva en contra de la desigualdad social.
Inicia aclarando que los estudios críticos del discurso no es un método de análisis del discurso porque abarca dimensiones teóricas y aplicadas por lo tanto, tiene métodos de estudio diferentes que van a depender de los objetivos de la investigación, la naturaleza de los datos estudiados, los intereses del investigador y otros datos del contexto que se indaga. Los métodos se eligen con el fin de contribuir al fortalecimiento social de los grupos que son dominados, en especial en el ámbito del discurso y la comunicación.
“El análisis de las estructuras discursivas y cognitivas debe estar enclavado en una más amplia teoría social, política o cultural de las situaciones, contextos, instituciones, grupos y sobre todo de las relaciones de poder que resultan de las estructuras simbólicas”1
Los Estudios Críticos del Discurso enfocan su método de estudio en los sistemas y estructuras del habla o el texto que dependen de condiciones sociales oportunas en que se hace uso del lenguaje y que contribuye o desencadena consecuencias sociales que son específicas del discurso. En las propiedades del discurso que están asociadas a la expresión, confirmación, reproducción o impugnación de los grupos que por su condición social son los dominantes y no los dominados. Intentan demostrar que entre las estructuras del discurso y las estructuras sociales se debe considerar un proceso sociocognitivo muy complejo que puede abarcar modelos mentales o representaciones cognitivas de los participantes. Y, finalmente relacionan las estructuras del discurso, primero con las estructuras cognitivas y luego con las estructuras sociales, lo cual exige el empleo de teorías y métodos multidisciplinarios.
Lo interesante de este movimiento es que va más allá del estudio del discurso, también implica ser crítico por que se rigen bajo un aspecto normativo, una perspectiva, una actitud y una manera especial de hacer investigación socialmente pertinente. No son «neutrales», están comprometidos a favor de los grupos dominados de la sociedad. Reconocen los compromisos y la posición de su propia investigación en la sociedad y reflexionan sobre ellos. No se limitan a estudiar los problemas sociales, lo hacen con el objetivo de contribuir a producir un cambio social específico a favor de los grupos dominados. Examinan en una perspectiva autocrítica si los resultados de su investigación beneficiarían la posición dominante de los grupos poderosos de la sociedad.
«Baso mi decisión de concentrarme en las nociones normativas del abuso de poder y la desigualdad social en los fundamentos lógicos de la investigación crítica. Esta investigación analiza críticamente lo que, de acuerdo con normas y valores sociales específicos, es injusto, ilegítimo, está desencaminado o es malo» (Teun A. van Dijk, 2009, p.29).
Van Dijk (2009) menciona que los estudios críticos del discurso sólo pueden hacer contribuciones significativas y específicas al análisis crítico social o político si es capaz de evidenciar el papel que juega el rol del lenguaje, el discurso, o eventos comunicativos en la reproducción de la dominación y la inequidad; por lo tanto existen dos dimensiones principales en la que el discurso está implicado en la dominación. El primero es a través de la representación de la dominación en el texto y habla en contextos específicos, esto es: los hablantes dominantes pueden limitar los derechos comunicativos de otros decidiendo qué sí se puede decir y qué no.
Con respecto a esta primera dimensión, se refiere a hablantes dominantes a aquellos que tienen acceso preferencial al discurso público, en especial políticos, periodistas y profesores. Mi reflexión como docente
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