Historia De La Belleza

La belleza no es una cualidad de las cosas mismas: existe tan solo en la mente del que las contempla y cada mente percibe una belleza distinta. Buscar la belleza real o la fealdad real es tan infructuoso como pretender establecer lo que es realmente dulce o amargo, David Hume. La idea de belleza no sólo es relativa según las distintas épocas históricas, sino que incluso en una época y en un mismo país pueden coexistir diversos ideales estéticos: Bello es lo que se ama. Quien es bello, lo es mientras está bajo los ojos. Es bello, lo que gusta, lo que causa admiración y atrae la mirada.La belleza ideal, se representa en la naturaleza a través de una composición de las partes; la belleza espiritual, que expresa el alma a través de la mirada y la belleza útil o funcional, Sócrates.

En los puntos anteriores se puede apreciar cómo los antiguos griegos asociaban la belleza con cualidades y valores como la medida, la conveniencia, la justicia y el amor -“El que es bello, es amado”, proclamaba un verso del coro de las musas- y la igualaban a el arte y la poesía, quienes podían alegrar la mirada o la mente, aunque no estuvieran directamente relacionadas con la verdad.

La belleza se expresa en la armonía del cosmos, en poesía se expresa en el canto que hace gozar a los hombres, en escultura en la medida proporcionada, en simetría en las partes y en retórica en el ritmo adecuado.Platón establece a la belleza en dos concepciones: armonía y proporción de las partes y la belleza como esplendor: El cuerpo es una caverna oscura que aprisiona el alma, la visión sensible ha de ser superada por la visión intelectual, que exige el aprendizaje del arte dialéctico, esto es, de la filosofía.

Lo más exacto es lo más bello, respeta el límite, odia la insolencia, de nada demasiado; cuatro frases escritas en el templo de Delfos. Sólo a las formas visibles se aplica la definición de bello, como lo que gusta y atrae. En estas reglas se vasa el sentido general de la belleza, en una visión del mundo que interpreta el orden y la armonía como aquello que pone un límite al bostezante caos. Aunque la música exprese el privilegio de expresar el alma, se interpreta como algo que suscita pasiones. Desorden y música constituyen una especie de lado oscuro de la belleza apolínea armónica y visible, y como tales se incluyen en la esfera de acción de Dionisos.

Los presocráticos pretendían dar una visión del mundo como un todo ordenado y gobernado por una sola ley. Que significaba a demás, pensar el mundo como una forma: Pitágoras es el primero en sostener que el principio de todas las cosas es el número. Los pitagóricos sienten una especie de terror sagrado ante el infinito y todo aquello que no puede reducirse a un límite, y por eso buscan en el número la regla capaz de limitar la realidad, de proporcionarle orden e inteligibilidad.

La práctica renacentista de la perspectiva explota la teoría y prácticas matemáticas como reglas en la creación: El número cuatro se convierte en número central y resolutorio: Cuatro son puntos cardinales, los principales vientos, las fases de la luna, las estaciones, cuatro el hombre con los brazos extendidos pues hará un cuadrado perfecto. El hombre cuadrado será a la vez un hombre pentagonal, porque el cinco también es un número lleno de correspondencias secretas y la péntade es una identidad que simboliza a la perfección mística y a la perfección estética.

La belleza del cuerpo consiste en tener los miembros bien proporcionados, con la luminosidad del color debido. Color, al ser este una forma que domina la oscuridad. De ello deriva que de todos los cuerpos, el fuego es bello en sí mismo y ocupa entre los otros elementos el lugar de la idea. El alumbra y brilla, porque es una idea. Las cosas inferiores a él, anuladas por el ofuscamiento de su luz, dejan de ser bellas, porque no participan de la idea total del color.

En el cuerpo humano algunas cosas tienen como objeto la utilidad, otras el decus, esto es, el adorno, lo bello y el placer. Para Tomás de Aquino, una cosa es bella en cuanto a demás es adecuada a las funciones que le son propias. El color, no es más que la luz del sol aprisionada. Los ojos son bellos si son luminosos. La propia vista demuestra cuánta belleza se añade a la naturaleza cuando esta es adornada con tantos y tan diversos colores.

Con las escrituras de Boccaccio, se entrevé una sexualidad que despierta, una sensualidad medieval, enfocada en las mujeres. Se va abriendo una imagen concreta de la mujer como objeto de valor casto y sublimado, deseada e inalcanzable. El amor imposible fue una interpretación romántica de la Edad Media, en su forma de pasión eternamente insatisfecha, fuente de dulce infelicidad.

El carácter huidizo e indescifrable de la naturaleza femenina, se expresará en el concepto de gracia: Una Venus anuncia a una mujer renacentista que sabe cuidar y mostrar sin reticencias el propio cuerpo. La mujer renacentista utiliza el arte de la cosmética y dedica una especial atención a la cabellera, su cuerpo está hecho para ser exaltado por los productos orfebres.

El renacimiento es un periodo de iniciativa y actividad para la mujer, que en la vida de la corte dicta las leyes de la moda, pero no descuida el cultivo de la mente, participa activamente en las

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