Historia De Una Maestra
Enviado por Saruska • 30 de Abril de 2015 • 2.389 Palabras (10 Páginas) • 460 Visitas
Ficha bibliográfica:
Autor: Josefina R. Aldecoa
Título: Historia de una maestra
Editorial: Anagrama
Ciudad: Barcelona
Año: 1990
Colección: Compactos
Ilustración: Ángel Jové
Argumento
Comienza la narración con un hecho de 1923. El relato está en primera persona y ella es la narradora; así es como nos describe algo que es aparentemente irrelevante para ella; el día de su graduación, ve pasar unos novios: era la boda de Franco.
En su relato nos recuerda como fueron sus prácticas, nos hace una descripción detallada de cómo era en esa época la enseñanza en los pueblos de España. Cómo los habitantes eran pobres e ignorantes y por ello fáciles de engañar y manipular por los “mandamases” de la época, el cura, el alcalde, o el gobierno en general.
Después de este periodo inicial, Gabriela, que así es cómo se llama nuestra protagonista, pasará una temporada en Guinea; aquí ya no serán prácticas, sino que ahora sí será su propia escuela. Esto hará que su vida cambie para siempre, teniendo, la experiencia allí vivida, una influencia directa en su forma de pensar y de actuar durante el resto de su vida como docente. Gabriela, nos cuenta cómo era la vida en la colonia, cómo se comportaban los blancos, cómo vivían los nativos, lo dura que era la vida allí a causa del calor y cómo eran las precarias condiciones de vida. La experiencia de poder enseñar a estos niños le fascina a la vez que le angustia por las condiciones en las que viven. Se verá obligada a regresar de Guinea a causa de una enfermedad. Pero una vez recuperada, la maestra es asignada a otra escuela que se encuentra en un pueblo típico de montaña, entre León y Asturias, de nuevo muy pobre. Conoce allí a si marido, Ezequiel, con quien tendrá una hija, Juana.
Con el paso del tiempo, Gabriela empieza a expresarnos sus ideales: “Yo creía en la cultura, en la educación, en la justicia...” Pág. 50
Al triunfo de la República en 1931, vemos cómo se fueron alineando a favor de ésta, especialmente Ezequiel. La protagonista nos narra como durante este gobierno republicano también encontramos el mismo problema que subyace en todos los países atrasados: los maestros sufren la falta de consideración tanto por parte de la gente de alto peso social como de la gente del pueblo, además de estar mal pagados por su trabajo.
En definitiva, toda la vida profesional de la maestra gira alrededor de lo más importante para ella: educar a sus alumnos para que tuviesen conciencia de la justicia, para que fueran conscientes de sus derechos y pudieran defenderlos con discernimiento y raciocinio, sin violencia; va a ir mas allá del hecho de transmitir conocimientos, pues para ella también es importante aprender hábitos, normas básicas de higiene y en general buenas costumbres.
“-Las letras y los números y las lecciones que hacemos son más importantes, pero también tenéis que saber estas cosas” Pág. 51
Comentario
La protagonista de “Historia De Una Maestra” es Gabriela; una joven maestra nacida en un humilde pueblo leonés, que rememora la historia de su vida a lo largo de estas páginas. Tras finalizar sus estudios de Magisterio (transcurre el año 1923) es destinada a un pueblecito asturiano. Allí se va a encontrar con un cuadro lamentable, tanto por el analfabetismo de la gente como por las condiciones precarias de vida que tienen.
La pobreza lo inunda todo, ésta vas más allá de lo material; estas gentes sufren de una gran pobreza intelectual, viven en el analfabetismo puro, sus escuelas están viejas y sucias, sin sillas, sus niños no tienen ni un cuaderno para escribir... el panorama es desolador.
Sin embargo Gabriela, llena de entusiasmo y voluntad por cambiar esa situación, se entrega no sólo a la enseñanza general de los niños, intentado motivarles siguiendo diferentes métodos didácticos, sino también realizando actividades variadas tales como teatro, canciones, enseñar a coser y a hacer punto, etc., asimismo inicia lo que apenas se atrevía a llamar biblioteca:
«Inicié –dice Gabriela- lo que apenas me atrevía a llamar una biblioteca. Sobre un banco íbamos colocando los libros y periódicos que podíamos conseguir » Pág.21
Para poder llevar a cabo su cometido, organiza la clase: “He dividido a los niños en tres grupos. Los que no saben ni las letras. Los que están torpes de lectura y escritura pero ya van sabiendo dominar estos mecanismos y por último los que leen y escriben con cierta soltura” Pág. 15
Si bien, a lo largo de todo su relato, se aprecia la gran importancia que esta maestra otorgará al tema de la lectura.
“Los domingos por la tarde, después del Rosario…También organizamos charlas en torno a los libros y lecturas en voz alta para los que no podían leer los pasajes más difíciles.” Pág. 65
Su afán por enseñar no se quedará solo en los números y las letras, sino que irá aún más allá; preparará trabajos que en teoría no pertenecen a su profesión, como pintar la escuela, acondicionar el mobiliario, etc.
El problema, como no podía ser otro, es que se va a encontrar con gentes ignorantes y obcecadas que no entienden su labor: «Aquí no ha venido usted a pintar la escuela. Aquí ha venido usted a tener a los chicos bien enseñados. Así que déjese de pinturas...» (p. 10).
Se la critica y es observada minuciosamente. Estas ‘nuevas actividades’ son tachadas de modernidades que no favorecen la educación de los niños. Este y una serie de eventos como este, le producen un sentimiento de nostalgia hacia su pueblo, pero lejos de desanimarla, le da una razón más fuerte, aún si cabe, para que su trabajo como maestra no concluya con el fin de la jornada escolar, sino que se prolongue a otros momentos del día, a otras situaciones. Comenzará a impartir clases a los adultos por las noches.
“Se me ocurrió dar a la nueva situación una salida más eficaz. Fui a ver al Alcalde y le dije:
-Si no le parece mal pensaba organizar clases de adultos. Las mujeres vienen muchas veces a hacerme consultas y me parece mejor que cuenten con una hora fija. Les iré preparando charlas sobre lo que más les pueda interesar...” Pág. 16
A medida que pasa el tiempo, Gabriela se siente controlada, y poco a poco se va cansando de este ambiente, tiene que enfrentarse constantemente con un grupo social que no puede entender su metodología, que no acepta su deseo de ir más allá en el proceso educativo: es un pueblo lleno de prejuicios, que interpretan las cosas a su forma y manera, siempre desde su ignorancia.
«Los niños también querían aprender a hacer punto y no tuve inconveniente en enseñarles. A las pocas sesiones ya me llegó la noticia: ‘que dicen en la taberna
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