Inteligencia Emocinal Aplicada

INTELIGENCIA EMOCIONAL APLICADA

Resumen

La capacidad de amar y de trabajar constituyen los indicadores que contribuyen al logro de la plena madurez. Más sin en cambio si esto es cierto, entonces la madurez está en riesgo de desaparecer por la gran cantidad de divorcios que se han presentado últimamente.

Este incremento se debe a la constante erosión de las presiones sociales que antiguamente mantenían cohesionada a la pareja. Al desaparecer, el matrimonio sólo puede asentarse sobre la base de una relación emocional estable entre los cónyuges.

En los últimos años se ha llevado a cabo una serie de investigaciones cuyo avance más importante es el rastreo, de intercambios emocionales que tienen lugar en la interacción de la pareja. Estos demuestran la existencia de un subtexto biológico que subyace a las dificultades por las que atraviesa una pareja, que suelen pasar inadvertido. No obstante, gran parte del fracaso de las relaciones de pareja se asienta en las diferencias entre los mundos emocionales de los hombres y de las mujeres.

El origen de estas diferencias responde parcialmente a razones biológicas, pero también tiene que ver con los distintos mundos emocionales en que crecen. Las lecciones emocionales recibidas por los niños y las niñas son muy diferentes. Los padres hablan más de las emociones con sus hijas que con sus hijos y es por esto por lo que las niñas disponen de más información sobre el mundo emocional. Es hasta los trece años cuando se comienza a marcar más la diferenciación entre ambos sexos. Los muchachos se sienten orgullosos de su independencia y autonomía, y las chicas, por su parte, se sienten integrantes de una red interrelacionada. Las mujeres llegan al matrimonio con un mayor dominio de sus emociones, mientras que los hombres lo hacen con una escasa comprensión de lo que esto significa para la estabilidad de la relación.

John Gottman, psicólogo de la Universidad de Washington, es quien llevo a cabo el análisis más exhaustivo sobre el aglutinante emocional que mantiene unida a la pareja y sobre los sentimientos corrosivos que contribuyen a destruirla.

Según Gottman, las críticas destructivas son una incipiente señal de alarma que indica que el matrimonio se halla en peligro. En un matrimonio emocional mente sano, tanto la esposa como el marido se sienten lo suficientemente libres como para formular abiertamente sus quejas. Pero suele ocurrir que, en medio del fragor del enfado, las quejas se formulen de un modo destructivo, bajo la forma de un ataque en contra del carácter del cónyuge, es algo más que una simple protesta, es un verdadero atentado contra la personalidad del otro, una crítica dirigida al individuo y no a sus actos. Estas feroces críticas personales tienen un impacto emocional mucho más corrosivo que una queja razonada y tienden a producirse con mayor frecuencia cuando la esposa o el marido sienten que sus quejas no son escuchadas ni tenidas en consideración.

La diferencia existente entre una queja y una crítica personal es evidente. En la queja, uno señala específicamente aquello que le molesta del otro miembro de la pareja y critica sus acciones expresándole cómo se siente.

Los dos polos de la pauta de respuesta de lucha-o-huida constituyen las dos modalidades extremas de reacción del cónyuge que se siente atacado. Lo más común es devolver el ataque con una explosión de ira pero esta vía suele concluir en una estéril disputa a voz en grito. Por su parte, la huida, la otra respuesta alternativa, puede llegar a

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