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Jardin Maternal


Enviado por   •  19 de Mayo de 2015  •  2.332 Palabras (10 Páginas)  •  424 Visitas

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SEGUNDA PARTE

JUEGOS DE SOSTÉN, OCULTAMIENTO Y PERSECUCIÓN

1. Juegos de sostén.

Mecimientos, giros y caídas en los juegos de crianza

El niño pequeño en brazos del adulto puede funcionar como un disparador de sus antiguas vivencias, es decir se pone en funcionamiento lo que henri wallon llamó “ matriz emocional colectiva”.

El adulto con un niño en brazos recrea el código de sus antepasados, pone en funcionamiento su saber en actos. El adulto con el niño en brazos lo hace mecer, girar, elevar, caer.

Los juegos de sostén se desarrollan en un espacio corpóreo: desde y sobre el cuerpo del adulto, el niño pequeño, más allá del cuerpo del adulto está vacío. El cuerpo-adulto es plataforma de lanzamientos y pista de aterrizaje, territorio de la escena lúdica.

Al jugar, la caída y el desprendimiento el niño teme, para esto no es necesario que ocurra algo, el miedo nace del presagio, del pre-sentimiento. Según Beatriz Grego, para Donald W. Winnicott “ el jugar es siempre aterrador y por eso es tan importante que alguien confiable esté presente”. Regis Debray piensa en la misma dirección cuando afirma “La plástica es un terror domesticado”.

En los juegos de sostén la “presencia” no consiste en la observación, si no en una presencia en actos, presencia de sostén, donde la confianza se pre- siente. La caída es separación, y por eso los juegos de crianza elaboran la separación de los cuerpos, en un sentido son rituales, actos simbólicos.

En los juegos de sostén la disminución, variación y/o perdida de la referencia táctil es el elemento dominante, junto con la afirmación de la confianza en el cuerpo que sostiene y apoya.

Liniamientos Generales

Llamo juegos de sostén al rudimento lúdico- corporal caracterizado por movimientos básicos que producen los adultos en el niño pequeño, que se encuentra alzado en sus brazos. Las acciones básicas que se realizan son mecer, girar, elevar y descender, subir y bajar, trepar, colgar. Esto con lleva cambios y reducciones momentáneas del sostén de apoyo, asi como también interrupciones pasajeras. Algunas adquisiciones motrices (gateo, salto, marcha, etc;) tienen su practica anticipada en los brazos del adulto. En nuestra cultura, los juegos de sostén son la hamaca, el caballito, babucha, avincito, etc, todos estos juegos sustituyen a los cuerpos de los adultos, este proceso de sustitución se inicia en la niñez con los juegos de plaza, luego en la adolescencia y la vida adulta con diferentes acciones. (deportes que implican escalamientos, saltos ornamentales, pruebas de velocidad).

EL TEMOR A CAER

El temor a la perdida de la referencia táctil, temor a caer. Para Henri Wallon el miedo “se origina, como toda otra emoción, en reacciones elementales cuyo punto de partida es una sensibilidad orgánica”. Una pérdida de equilibrio inesperada genera una reacción de miedo, esta acción es una descompensación del par apoyo-autosostén, riesgo de caer, posible referencia a la pérdida del sostén materno. Básicamente los juegos de sosten se basan en acciones de desequilibrio y reducción o perdida de apoyos, en esto se ensaya una separación estando unidos sin pender el contacto corporal, el acto de separación, el temor a caer principalmente esta en des-prenderse. El encuentro con el suelo o con otra superficie puede ser deseado, esperado; el encuentro es resolución, y aunque sea dolorosa para el organismo es un alivio para el psiquismo.

Beatriz Grego dice: “Primero el niño anida en la madre, antes en el útero, luego en los brazos”. La pasión que los niños demuestran ante la posibilidad de hacer una casa en el árbol no es mas que recuperar el nido, el cuerpo de la madre como nido, sostén y apoyo, sostén de apoyo. Desanidar es volar o caer. Caer implica una separación del sostén, el miedo a la oscuridad y el miedo a caer están emparentados por la pérdida de referencias, en uno visual y en otro táctil, del cuerpo de otro necesario. Para Henri Wallon la agorafobia “ no es, en el fondo, mas que el miedo de caer, si no, el de no encontrar sostén de apoyo. Esta es el miedo a los espacios abiertos, a los espacios sin bordes protectores.( desconfianza del contactos con los costados, o sea, sostén). La diferencia entre apoyo y sostén consiste en que sostener es mantener firme una cosa, envolverla, abrazarla; en cambio apoyar es hacer que una cosa descanse sobre otra. Lo que el espacio no contiene lo contiene el propio cuerpo, que al caer “se aterra”. El nacimiento no es caída libre sino deslizamiento, pasaje de costado, de pecho, de espalda. El miedo a caer y el placer de caerse deslizándose suavemente cobran sentido cuando se los refiere a la separación del niño del cuerpo de la madre. La primera necesidad: ser sostenido.

LA ESTIMULACIÓN LABERÍNTICA

El laberinto juega un papel de primer orden en la integración de nuestros sentidos, indispensable para el equilibrio dinamico de nuestro cuerpo, que implica- en este orden- la marcha, la carrera, el salto, etc. Según Lydia Coriat: “ el aparato laberíntico, órgano central del equilibrio, se mieliniza tempranamente, mucho antes que todos los núcleos de los nervios craneanos”. Debemos descartar la idea de que el estímulo de por si es estimulante, asi como también reconocer que no todo lo estimulante es producto de la estimulación intencionada, no existen carencias por falta de estimulos, sino por la ausencia de vínculos estimulantes. No se trata de tener sino de sostener, no se trata de tacto sino de contacto.

Mecer

Primeramente es en el cuerpo de otro donde el mecimiento tiene lugar, alrededor de la acción de mecer se organiza el primer juego corporal, pasa del mecimiento calmante al mecimiento lúdico de mecer el niño, de la acción que busca calmar el malestar del niño pequeño, estas maniobras no pueden tener otro efecto que actuar sobre la sensibilidad que tiene por punto de partida los canales semicirculares y el laberinto, es decir, sobre el aparato de equilibrio, que está hecho para registrar la orientación variable del cuerpo y sus movimientos de traslación en el espacio.

El mecimiento introduce al niño en una gama de acciones que alteran las características del sostén, el ritmo es un desarrollo cuya continuidad está asegurada y definida por una discontinuidad que permite darnos cuenta de ella.

Como planteamos al comienzo del articulo podemos diferenciar entre el mecimiento calmante que va en procura del alivio o del sueño del que sólo se realiza por jugar, el mecimiento por lo tanto, de ser excitante pasa a ser calmante y puede conducir al sueño, el mecimiento es el que tiene la mayor cantidad de contactos corporales, los cambios de posición que tiene el niño están protegidos por el cuerpo envolvente

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