Jardin Maternal
Enviado por belen • 31 de Octubre de 2013 • 1.479 Palabras (6 Páginas) • 391 Visitas
RADIOS
Y PÚBLICOS POPULARES
María Cristina Mata
En estos avances de una investigación que muestra un impecable rigor metodológico María Cristina Mata
indaga en el modo como las radios de audiencia popular de Córdoba configuran sus públicos, En la
perspectiva de comprender la cultura de masas como un terreno en el cual interactúan diversas matrices
culturales presentes en nuestras sociedades se entrecruzan pertinencias que remiten a los aportes teóricos
de Antonio Gramsci y Agnes Heller. Esta última referencia es sumamente enriquecedora: frente al
extraordinario aporte de la fenomenología de Schutz en la investigación europea en comunicaciones, María
Cristina Mata opta por una reveladora tendencia convergente, la teoría marxista de la vida cotidiana de la
escuela de Budapest. El aporte gramsciano se ubica en el reconocimiento de la comunicación como una de
las instancias en que se procesan y construyen los diferentes sentidos del orden que pugnan por adquirir
carácter hegemónico. El objeto de estudio son las relaciones entre los diversos emisores y receptores y los
intercambios entre productos y prácticas de la cultura masiva. La pregunta persistente se refiere a la manera
como los sectores populares, heterogéneos y fragmentados culturalmente, encuentran en los medios la
posibilidad de ir constituyéndose como actores sociales y políticos.
I. DESDE DÓNDE PENSAMOS EL PROBLEMA
Desde abril de 1986 y gracias a una beca de perfeccionamiento que me otorgara el CONICET (Consejo
Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas) estoy trabajando sobre el modo en que las radios de
audiencia popular de la ciudad de Córdoba configuran sus públicos, la naturaleza de las propuestas
identificatorias y comunicativas que formulan a los sectores populares urbanos y el sentido que ellas
adquieren en orden a su constitución como actores sociales.
En la propia formulación del tema creemos que es posible percibir la perspectiva teórica en que inscribimos
nuestra investigación. Ella se funda en una comprensión de la cultura de masa como un terreno complejo en
el cual interactúan diversas matrices culturales presentes en nuestras sociedades, como un espacio donde
se articulan diversas prácticas y sistemas de representación simbólica que expresan una variedad de
condiciones de vida, distintos orígenes y situaciones de clase, las heterogeneidades intrínsecas de los
diversos sectores sociales, diferentes grados de desarrollo económico y tecnológico.(1)
Esa perspectiva nos conduce a pensar los medios y procesos de comunicación masivos como una de las
instancias en que se procesan y construyen los diferentes sentidos del orden que pugnan por adquirir
carácter hegemónico en nuestras realidades y, consecuentemente, a enfocar su estudio iluminando zonas
que creemos no han sido debidamente tenidas en cuenta desde otras perspectivas:
- Una es la configurada por las complejas relaciones que se entablan entre emisores y receptores en los
procesos masivos de comunicación y que constituyen uno de los lugares claves en la construcción de los
sentidos sociales predominantes. La mirada que descubre esa zona necesariamente relativiza el poder
atribuido a emisores y medios en tanto revela que ese poder se construye a través de múltiples procesos
de negociación, cooptación, convergencias y préstamos. Procesos que sólo pueden advertirse al formular
un conjunto de preguntas acerca de los momentos, lugares y modalidades a partir de los cuales unos
individuos y grupos elaboran sus propuestas y otros las hacen suyas, las rechazan o modifican.
- La otra zona también está hecha de intercambios y relaciones: las que se entablan entre los múltiples
productos y prácticas que constituyen la cultura masiva. Su entramado ideológico económico, visible a
partir del análisis de sus procesos de producción opacó otra trama. Mientras se consideraba significativo
-y lo es- reconstruir nexos y complicidades entre los emisores, sus estrategias globales y diversificadas,
pocas eran las preguntas acerca de las articulaciones que los diferentes sujetos sociales producían entre
esos productos y prácticas en el terreno del consumo y la recepción. Acerca del lugar que ocupan los
procesos de comunicación masiva en la vida cotidiana, el tipo de servicios que prestan, las asimilaciones
que se operan entre las diversas prácticas, las competencias culturales que presuponen, activan o
desactivan, las contradicciones que provocan o ponen de manifiesto.
Son ese tipo de intercambios y relaciones las que creemos necesario analizar cuando lo que andamos
tratando de comprender es cómo y por qué ciertos proyectos van adquiriendo carácter hegemónico, cómo y
de qué manera van constituyéndose a nivel popular identidades globales y particulares, cómo se van
negando, fracturando, redefiniendo esas identidades y qué lugar ocupan en esos procesos los medios y
mensajes masivos. Una búsqueda que, en nuestro caso, no tiene nada de casual. Porque el actual momento
argentino, la etapa de transición democrática que vivimos, impone desafíos singulares a quienes desde el
terreno de las ciencias sociales y las prácticas culturales -terreno difuso y ambiguo, sin dudas, pero en el
cual colocamos la comunicación - percibimos que la dictadura militar impuesta
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