LA SOLEDAD EN CIEN AÑOS
Enviado por Danely Sauceda • 9 de Diciembre de 2018 • Ensayo • 3.299 Palabras (14 Páginas) • 162 Visitas
LA SOLEDAD EN CIEN AÑOS
ISRAEL SERRANO
Todos los hombres, en algún momento de su vida, se
sienten solos; y más: todos los hombres están solos. Vivir
es separarnos del que fuimos para internarnos en el que
vamos a ser, futuro extraño siempre. La soledad es el
fondo último de la condición humana
(Octavio Paz)
Entre magia, silencio y tiempo; así se inicia esta soledad cronometrada. Bajo el efecto del café que se prolonga hasta la medianoche. Me reconcilio con los impulsos del desvelo, con la invención legendaria y la narración fantasiosa. Sopla el viento en el caribe, temple de misterio y costumbre; la vida danza entre voces y miradas. Ahora descubro un bloque de hielo justamente entre el asombro etílico y el escueto texto, que simultáneamente leo. Un extraño sentido de la realidad se llena de mariposas amarillas. Arcadio orbita en la consecuencia cotidiana y cansina de mi memoria que extraña el peso insondable de los aguaceros de año nuevo, que nos dejó perplejos con la lluvia de diciembre, a la cual defino como algo maravilloso. Mi mente navega entre la costumbre y la superstición que se arraiga en la costumbre, al escuchar los coloquios, voces que dicen: No me peino de noche, para que no se muera mi madre. No me dejo barrer los pies, para no casarme con la viuda. Entre incomodidades y hedonismos, persigo este siglo de ruidos y silencios; la soledad abrumadora con un réquiem de Ligeti (1965) y de un ermitaño domingo disfrazándose de lunes.
“…porque en un siglo de magia, es un símbolo de carabela varada y podrida que se queda entre las lianas y macondos de la selva, más allá de Aracataca. En la tierra mojada que abandonaron las tortugas, los cangrejos, los caimanes, ya no quedaban sino arañas peludas y orquídeas de perfumes olvidados.” (Arciniegas, 1992, p.3)
Así es la literatura hispanoamericana del siglo XX. Marcada por una diversidad de elementos mágicos; lo religioso, lo mitológico, lo político, la identidad, el indigenismo y en muchos casos, las supersticiones, como en Cien años de soledad (1967). Anderson Imbert (1974), manifiesta que existen marcos y tendencias como las revoluciones o la postguerra. Las situaciones y personajes fantásticos que envuelven la realidad. Por ejemplo: el gitano Melquíades, corpulento de manos de gorrión. Fue de casa en casa arrastrando dos lingotes metálicos(imanes) y todo el mundo se espantó al ver que los calderos, las pailas caían de su sitio y los tornillos se desclavaban. (p.9)
El mismo García Márquez (1982), en su discurso de Estocolmo, manifiesta que un acompañante de Magallanes vio creaturas rarísimas y con dimensiones sobrenaturales. Contó que al primer nativo que encontraron en la Patagonia le pusieron enfrente un espejo, y que aquel gigante enardecido perdió el uso de la razón por el pavor de su propia imagen. En el primer capítulo de la novela encontramos “aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre”. Además de lo mágico y lo maravilloso, denota una analogía e intertextualidad bíblica del génesis.(Gen. 1:2-10)
Se puede argumentar que la narrativa hispanoamericana de la centuria pasada.Tiene una marca, un sello único -dada por el boom- y que tiene su antecedente del realismo maravilloso con Alejo Carpentier. El reino de este mundo (1949), donde narra la historia política de Haití con una mezcla de leyendas de aquel país. Los pasos perdidos (1953), lo maravilloso de la selva americana, la miseria y la corrupción se mezclan con elementos simbólicos y musicales.
En Historia Crítica de la Literatura Hispanoamericana, Gómez Gil (1968), manifiesta que hay otros autores como Jorge Luis Borges, con El Hacedor (1960), que tiene una variada temática: lo fantástico, lo psicológico, detectivesco y lo real-maravilloso. Otros con elementos únicos, como sucede con Miguel Ángel Asturias; la visión poética de las culturas indígenas, Leyendas de Guatemala (1930) o la explotación en Hombres de Maíz (1949), Señor Presidente (1946), en está obra se denuncia la tiranía de un dictador guatemalteco.
Escritores, relativamente cercanos al boom:Augusto Roa Bastos (1917-2005), Juan Carlos Onetti (1909-1994), Mario Benedetti (1920-2009), Álvaro Mutis (1923-2013) –amigo personal de García Márquez- .Augusto Monterroso (1921-2003), Ernesto Sábato (1911- 2011), estos autores por diversas razones, son casi excluidos o pocos cercanos del boom. Pero es importante la afirmación que hace Martín (2014), existen obras que tienen la marca del Boom; Rayuela (1963), que es, como “el Ulises latinoamericano” y Cien años de Soledad (1967), que viene a ser “el Quijote de América Latina”. Algo así como el cierre del modernismo en el siglo XX.
El boom latinoamericano. Surge por dos razones: el avance de la revolución cubana y el domino de las nuevas técnicas narrativas. Entre los miembros más representativos están: Julio Cortázar, Guillermo Cabrera Infante, José Lezama Lima, Miguel Ángel Asturias, Juan Rulfo, Mario Vargas Llosa y por supuesto, Gabriel García Márquez, sin olvidar a José Donoso y a Carlos Fuentes. (Fournier Marcos, 2002, p. 62).
El boom también, es la creación literaria de corte muy latinoamericana, pero a su vez muy universal. Los novelistas escriben sobre ámbitos políticos; revoluciones, dictaduras, los males del imperio, la vida atormentada en las urbes y sobre todo, la agitación de la burguesía y el proletariado. (Anderson Imbert, 1974, p. 230).
La motivación a está corriente literaria va unida a lo político. El hilo conductor, es la confluencia de realismo, costumbres, descripciones de la vida, los símbolos religiosos, la naturaleza y lo sobrenatural. Inevitablemente, hay una proyección social del novelista, el escritor, de alguna manera está comprometido con su pueblo, con las causas sociales y las luchas ideológicas.
El boom y la denuncia social como fuente novelable. Así lo manifiesta García Márquez (1982) “En este lapso ha habido cinco guerras y 17 golpes de estado, y surgió un dictador luciferino que en el nombre de Dios lleva a cabo el primer etnocidio de América Latina en nuestro tiempo”. Algo así como a El Otoño del Patriarca (1975) o Señor Presidente de Asturias. En tiempos de golpes de estado y dictaduras militares, como en La Fiesta del chivo de Mario Vargas Llosa. Los autores tienen conciencia de la realidad y tratan de expresarla estéticamente. La novela narra y conecta esa realidad a lo artístico, con elementos de la América indígena, continente que habla diversas lenguas, pueblos que navegan en dos océanos, con tres culturas prehispánicas, las más desarrolladas y con una extraordinaria riqueza
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