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La Republica Libro II


Enviado por   •  9 de Abril de 2013  •  1.106 Palabras (5 Páginas)  •  494 Visitas

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LA REPÚBLICA

Libro II

Ángel Valdez Martínez

Grupo 11

Preguntando Glaucón a Sócrates si prefería que los oyentes se fueran en verdad convencidos o sólo aparentemente convencidos de que la justicia es mejor que la injustica, y luego de escuchar que el de Alopece prefería convencerlos por completo, el hermano de Adimanto señaló que había tres especies de cosas: unas que son motivo de pena para quien las posee pero que son valiosas por lo que dejan; otras que valen por sí mismas pero que no dejan nada de valor; y las últimas que valen por sí mismas y por lo que brindan. Luego preguntó a Sócrates en cuál de las tres especies colocaría a la justicia, en espera de que así ésta pudiera comprenderse con más facilidad el tópico que tratan, a lo que Sócrates responde que este bien es propio de la última especie de cosas; Glaucón recuerda que la mayoría, incluso Trasímaco, opinan al contrario: la justicia, según los muchos, es de esos bienes penosos pero que dejan cosas gratas, sin embargo por causar penas por sí misma, muchos evitan su práctica.

Tras relatar el mito del anillo y hacer notar que tanto justo como injusto obrarían de manera semejante si poseyeran el dichoso artilugio, Glaucón asegura que aquel que tiene acciones justas para con los demás es porque se siente obligado a tenerlas y hace ver que incluso el que se jacta de ser justo cometería una injusticia si la ocasión se lo permitiera, mostrando así que el perfecto justo (aquel que ni aun hallándose en posibilidad de injuriar a otros lo hace, no el justo a medias) es un mentecato bajo la mirada del resto, mientras que el perfecto injusto hasta podría conseguir una especie de reputación de bondad tanto entre los hombres como entre los dioses. Así, mostrando el efecto que ambos comportamientos tienen, resulta preferible no querer ser justos, sino simplemente aparentar serlo. Es entonces cuando Adimanto toma la palabra para preguntar ¿qué razones hay para seguir en la justicia cuando se puede ser injusto y aparentar ser justo? A lo que Sócrates responde, a sabiendas de que no puede defender más la causa de los justos, que no hay mejor manera de averiguar dichas razones que viendo cómo se forma una ciudad para observar también cómo se desenvuelven el justo y el injusto en la polis, entendiendo que hay justicias e injusticias particulares pero que también las hay en la ciudad entera.

La Ciudad se crea por las necesidades de los individuos, ya que uno solo no se basta para satisfacer las exigencias que la vida humana tiene, así se procura encontrar en los demás las muletillas que le faltan para cubrir sus necesidades. Para tener vestido, habitación y alimentos, es necesaria la interacción con algún tejedor, un albañil o un agricultor, cada uno de éstos dedicado exclusivamente a su labor; más importante aún es dedicarse uno a algo que permita dicha interacción: es importante especializarse en alguna labor para brindar, igual que sus conciudadanos, algún servicio en pos de la ciudad. Las necesidades se acrecientan con dicha especialización, ya que aquel dedicado a labrar no hará él mismo su yunta si quiere que sea una buena, sino que la mandará hacer con algún especialista, dando lugar en la ciudad a

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