La República de Platón
Enviado por ingrid777 • 2 de Mayo de 2017 • Trabajo • 14.050 Palabras (57 Páginas) • 257 Visitas
LA REPÚBLICA DE PLATÓN
Se encuentra a Sócrates con uno de los hermanos de Platón, de nombre Glaucon. Los dos van hacia al Pireo, un puerto cerca de Atenas, para ir a un festival cuando de repente un esclavo de un hombre que se llama Polemarco los detiene y les dice que están invitados a la casa de su amo a conversar, ellos aceptan la invitación y van a la casa. Céfalo, el padre de Polemarco, está ahí y Sócrates comienza a platicar con él. Céfalo manda debido a su edad y a pesar de ser una forma muy tradicional de organizar el poder en la sociedad, la edad no es necesariamente sinónimo de conocimiento o sabiduría. Céfalo le cuenta a Sócrates que en su juventud él era muy erótico, muy apasionado, pero ahora, habiéndose liberado del yugo de las pasiones, está más calmado y se ocupa de cuestiones del alma. Tener un carácter templado le hace contento en su vejez, pero Sócrates le pregunta en qué medida contribuye el dinero.
Céfalo responde que le evita cometer injusticias y con esto tenemos la primera mención de la justicia. Lo que pretende Platón en todo el libro es la búsqueda por la justicia, Sócrates y los demás también quieren saber en qué consiste. “Justicia” es el nombre que le dan a una virtud humana, la virtud que permite que el hombre viva bien en general. Para nosotros “virtud”, tiene connotaciones morales, alguien que hace siempre el bien y cumple sus obligaciones. Para los griegos significa poder o excelencia, un poder que permite que algo funcione bien, y en este sentido, todo tiene una virtud. Por ejemplo un cepillo para el cabello tiene virtud, si tiene cerdas firmes, suaves y un mango resistente. Si no tuviera esas cualidades tal vez dolería al cepillar el cabello, no lo desenredaría o se rompería al tirar fuerte, un lápiz labial que no se corra o un rastrillo que no se deslice. Yo sé que tal vez son ejemplos tontos pero nos servirán para entender que sucede con los seres humanos. Los seres humanos hacen cepillos, labiales y rastrillos y por tanto las cualidades para que funcionen bien. ¿Pero cuál es la virtud de ellos? ¿Qué significa vivir bien? ¿Y cuáles deben ser las cualidades o virtudes que necesita uno para lograr vivir bien? de momento sólo se tiene el nombre de esta virtud: la justicia. Volviendo a la discusión con Céfalo, vemos que el valor del dinero para él consiste en evitar cometer injusticias. En pocas palabras, la justicia, es decir vivir bien, consiste para él en obedecer las leyes y no quedar mal con nadie. Para Céfalo la justicia es “Dar a cada quien lo que se le debe”, Entonces Sócrates no está de acuerdo con esta definición y da el ejemplo de un arma que un amigo te ha prestado, luego, el amigo se vuelve loco y pide que le devuelvas su arma, pero si se la devuelves, puede que se lastime con el arma, o que te lastime a ti. Pareciera que en este sentido no sería bueno pagar lo que se debe y Sócrates invalida la definición de Céfalo. Ser justo no significa simplemente cumplir las obligaciones, Sócrates lo invalida identificando lo justo con lo legal. En ese momento Céfalo dice que tiene que irse, entonces su hijo toma su lugar en la conversación. Polemarco da una nueva definición: “hacer bien a los amigos y mal a los enemigos”. Su definición tiene la virtud de evitar la crítica que Sócrates hizo a Céfalo, ya que no debe devolverse algo si hace mal a un amigo pero aun así la cuestiona y la respuesta de Sócrates consta de tres partes:
a) habla de cómo hacer bien a un amigo
b) habla del significado de amigo y
c) critica la noción de que un hombre justo podría hacer mal a otros.
Entonces, ¿En qué consiste hacerles bien a los amigos? Para Polemarco significa simplemente darles lo que quieren y negar a los enemigos lo que ellos quieren. Sócrates va a cuestionar eso, ser un buen amigo no consiste en dar cosas buenas a nuestros amigos solo porque las quieran o crean que eso es bueno, sino en saber qué cosas son buenas para ellos. La justicia con base a ello entonces debe ser algún tipo de conocimiento. Cuando Sócrates habla del conocimiento casi siempre lo hace en términos de las artes. Se entiende por artes en la antigua Grecia oficios como el de un carpintero o un médico. Cada uno de ellos tiene un conocimiento específico que emplea para realizar sus respectivos productos, por ejemplo en el caso del médico, el objeto de su arte son los cuerpos y da a ellos lo que necesitan para ser saludables. Al hacer esto está practicando el arte de la medicina. Volviendo a la justicia, ¿Cuál es su objeto y el bien que hace? Los médicos dan medicamentos, y el hombre justo ¿Qué hace? Hasta ahora la idea es que hace bien a los amigos y mal a los enemigos. Lo que sigue es un largo cuestionamiento que dificulta la definición de Polemarco. Si uno tiene hambre, ¿quién le puede hacer bien? ¿Un cocinero? En cuestiones de dinero ¿Un banquero? y así sucesivamente. Se dijo que ser justo implica tener cierto tipo de conocimiento, pero ¿De qué tipo?
Según Polemarco hacer el bien a los amigos es el oficio del hombre justo. Pero no encontraron ningún caso en el que lo puede hacer. Parece que el hombre justo es inútil. Además, descubren que las artes son neutrales con respecto a su ejecución. Es decir, el conocimiento específico del médico puede producir salud o enfermedad, puede tanto curar como matar. Si un médico tiene un paciente y un enemigo del paciente ofrece mucho dinero al médico para matarlo, ¿Qué hace el médico? Su conocimiento de medicina es neutral. En ninguno de sus libros de medicina encontrará la respuesta a este dilema. Llegan a la conclusión de que el arte de la justicia no puede ser un oficio en este sentido. Sócrates dice que la justicia tiene que tratar de éste último, por lo que tendría que ser un arte, por ejemplo para la construcción de una casa hacen falta muchos oficios para llevarlo a cabo: carpinteros, electricistas, plomeros, gente para mezclar el cemento y pegar los ladrillos, etc. Cada uno de estos especialistas se ocupa de un fin determinado, pero carecen del conocimiento del fin. Eso lo tiene el arquitecto. Sin él, el trabajo de los demás no llegaría a ninguna parte, al menos no lo lograrían íntegramente. La idea es que la justicia sea algo semejante, uno que mande sobre los demás para producir un bien íntegro. El hombre justo es quien tiene conocimiento de ese bien y esas personas son los filósofos. Así Sócrates hace que la filosofía sea necesaria para la justicia y por tanto para la vida política. La conclusión es que sólo en una comunidad donde los artesanos sean gobernados por los filósofos puede uno hacer bien a los amigos. Entonces si consideramos la justicia como un arte u oficio y queremos hacer bien a un amigo, resulta inútil ya que todos los demás oficios son los que emplearía uno para hacerlo.
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