La importancia de la literatura. LA LITERATURA EN LA EDUCACIÓN

UNIVERSIDAD DEL VALLE SEDE CAICEDONIA

TALLER DE ESCRITURA DE ENSAYOS

JONATAN ESNEIDER VILLEGAS

LICENCIATURA EN LITERATURA VII SEMESTRE

JUAN DAVID CÁRDENAS VALLEJO

LA LITERATURA EN LA EDUCACIÓN

INTRODUCCIÓN

El propósito del siguiente trabajo es demostrar porque la literatura es parte fundamental en la educación, y cuáles han sido las razones por las que ha pasado a un segundo plano, provocando de esta manera en los estudiantes muchas lagunas en cuanto a lo que es redacción, análisis y comprensión de textos, que para nuestra época sigue siendo un gran problema, y no dudo que sea este el motivo por el cual existe un gran déficit de calidad educativa.

 Para esto se hace necesario hacer un breve recorrido en el campo de la literatura a lo largo de la historia, para dar cuenta de los cambios que se han dado no solo en política sino también en el aspecto religioso y cultural de nuestra sociedad.

Además recurrir a  la evaluación, que suele ser un mecanismo, que a mi parecer es obsoleto y atenta contra la integridad emocional de los educandos, porque todos suelen ser medidos bajo los mismos parámetros, olvidando que no todos aprenden de la misma manera, y es precisamente aquí donde la literatura entra a jugar un papel muy importante, que se desarrollara a lo largo del trabajo.

LA LITERATURA

La literatura ha enmarcado el curso de la historia, haciendo énfasis en los mayores cambios y revoluciones de diversos campos en cuanto a cultura,  tradiciones; así el pensamiento de la sociedad se ve reflejado en creaciones artísticas, siendo las literarias quienes encierran mejor su historia, problemas y virtudes, porque la  literatura no solo fomenta la creatividad y la  imaginación sino que nos hace sentir vivos, olvidar la soledad, comprender el mundo y entrar a otros.

En esta medida podemos definir la importancia de la literatura en el desarrollo intelectual, ya que nos permite descubrir, analizar factores sociales, investigaciones y características esenciales de nuestra sociedad, tener una postura crítica, constructiva en nuestro entorno llámese cultural, emocional e intelectual.

Es importante reconocer la importancia de los textos clásicos, ya que no son ajenos a nuestra actualidad, y por qué no llamarlos modernos, puesto que se niegan a desaparecer debido a su gran valor, además tienen importantes mensajes que nos dejan para reflexionar, así al pasar paginas crecemos, aprendemos, vemos problemas que antes ignorábamos y detalles que nos sacan una sonrisa.

Por otro lado es muy importante sensibilizar al niño desde muy temprana edad hacia la literatura, a través de recursos como el cuento, el teatro, la poesía, los trabalenguas, las adivinanzas, por ejemplo: el teatro conecta al niño con el arte, le abre las puertas de la sensibilidad estética, igual que su capacidad de emocionarse, de reír, de llorar y siendo reiterativo vivir otros mundos, porque  no solo desarrolla la reflexión y el pensamiento, sino que también es divertido.

Pero sin lugar a dudas el recurso más utilizado es el cuento porque tiene gran parte de fantasía e imaginación, en efecto el niño empieza a identificarse con los personajes, experimenta un tipo de sensaciones muy parecidas a los mismos, por ende el cuento es muy beneficioso a la hora del desarrollo de la imaginación, del sentido de la percepción y de la sensibilidad.

Sin embargo la posibilidad de adentrar a los educandos en el mundo de la literatura se ve obstruida puesto que el currículo se está enfocando en otros aspectos como la investigación, que no deja de ser importante, ya que así de una u otra manera estamos innovando, pero se está dejando por fuera la literatura, mediante la cual podemos adquirir herramientas que nos faciliten la producción y redacción de textos, y porque no decir que al momento de llevar a cabo una investigación nos proporciona las bases para hacer digerible los textos de apoyo a los cuales nos remitimos.

Otra de las razones por las cuales la literatura se ha dejado a un lado y no se le ha prestado la importancia que requiere, es porque en nuestra cultura siempre se nos ha infundido un pensamiento conductista, y no filosófico, ya que si fuera así tendríamos la posibilidad de pensarnos a nosotros mismos, ser críticos, dejando de estar ligados a ciertos parámetros que nos rigen y en cierta medida  no nos dejan progresar.

La literatura nos permite interactuar, y es una ironía que hoy cuando estamos dotados de todos los mecanismos, herramientas o elementos para explorarla y aprovecharla, no lo hacemos, la dejamos a un lado y nos inclinamos por otros aspectos que quizás no nos van a enriquecer tanto como si,  y estoy seguro lo haría la literatura si la aprovecháramos al máximo. Porque el gran dilema es que no nos hemos dado cuenta que la literatura es tan diversa, que nos procura desde el lenguaje hasta nuestra imaginación, es decir, la literatura lo es todo.

RELIGIÓN Y POLÍTICA EN LA LITERATURA

Sin lugar a duda la religión y la política son temas que constantemente vamos a encontrar en la literatura, sin embargo vemos como estos tópicos son rechazados  convirtiéndose en un tabú.

La política y la religión son dos temas muy interesantes, siendo enorme el prejuicio que se le tienen a estos asuntos; y obviamente hay muchos libros que los plantean pero de una manera muy disimulada, por el contrario hay otros autores que si se atreven a hablar directamente de estos dos aspectos, como Immanuel Kant, Georg Hegel, Karl Marx entre otros.

Es evidente este hecho, dado que la religión es algo tan inherente al humano y la política algo que ha estado tan aferrado a la sociedad desde hace tantos siglos que por ende los autores sienten esa inquietud, ya que son temas que aluden a la fibra sensible de nuestra sociedad.

En efecto cuando en la literatura se cuestionan estas supersticiones, tendemos a caer en diversos errores como el hecho de que el hábito de la lectura nos pueda volver ateos, y aunque es verdad que el lector queda expuesto a un sinfín de criterios, esto no quiere decir que tenga que cambiar estrictamente a la persona, a menos que sea 100% susceptible o que en realidad no tenga el valor de lo que sería la espiritualidad muy arraigado.

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