Ladrones del tiempo

Enfréntate a los “ladrones” del tiempo (tercera clave para aumentar la productividad en el trabajo)

Existen muchos y diferentes, pero siempre se trata de lo mismo; el ladrón del tiempo. Camuflado entre los milisegundos, apenas podrás reconocerlo. Te encadena a un estilo de vida roído, enmarañado y coartado, es decir a un estilo de vida desgastada, complicada y limitada.

Algunos datos que debemos saber sobre los ladrones del tiempo son:

• Reducen entre un 50 y un 70% nuestras horas reales de trabajo.
• Afectan a nuestra capacidad de concentración y también a nuestros niveles de atención.
• Nos provocan retrasos de entre 6 y 9 minutos cada vez que sucumbimos a su tentación, ya que éste es el periodo de tiempo que los expertos psicólogos dicen que el cerebro tarda en llegar de nuevo al máximo rendimiento tras una interrupción.
• Se interponen en los objetivos que nos planteamos, retrasando la consecución de las metas.

Los ladrones de tiempo no sólo proviene del exterior, sino que también depende de cada individuo como organiza su tiempo, por lo que gestionar nuestro tiempo nos permitirá lograr nuestros objetivos, para esto tendremos que distinguir a los tipos de ladrones del tiempo.

• Ladrones de tiempo externos: se definen como el conjunto de circunstancias que exceden la capacidad de control del individuo. Entre ellos se encontrarían:

El teléfono, los servicios de mensajería instantánea, el correo electrónico, las reuniones de trabajo, las interrupciones, etc.

• Ladrones de tiempo internos: son las circunstancias inherentes al propio individuo y que se manifiestan en su conducta y modo de gestionar su tiempo y sus tareas. Los más significativos son:

Hábitos, capacidad de planificación que en este caso es escaza, carencia de objetivos, falta de motivación.

¿Cómo reconocer a un Ladrón del tiempo?

Para poder reconocer un ladrón del tiempo debemos conocer cómo actúa debido a que este se provee de herramientas que uno le facilita y las mejora para su propio interés. Las usa para cumplir su objetivo de mermar (disminuir) tus ansias de vida.

Una de las herramientas que usa es el miedo. El Miedo, crea un ladrón del tiempo sin escrúpulos. Con esta herramienta te limita y crea en ti la necesidad de evitar. Como consecuencia perdemos oportunidades, dejamos de hacer muchas cosas, de decirlas, de pensarlas y de reflexionarlas. Este ladrón usa el miedo para que te reprimas y empañes tu camino. En ocasiones no te dejará tomar decisiones y sentirás incertidumbre y ansiedad. Para que el ladrón del tiempo pierda esta herramienta, debemos reflexionar sobre estos miedos y reconocer cuáles son:

Miedo al fracaso. Evitamos llevar a cabo planes, nos coartamos, y dejamos de hacer o decir por si fracasamos; el fracaso no debe limitarnos, al contrario debemos de considerarlo como una oportunidad para mejorar nuestras actitudes y nuestro ser.

Miedo a la soledad. Puede impedir que tengas paciencia a la hora de elegir de quien te quieres rodear, lo que puede derivar en malas compañías o compañía tóxica, que una persona llegue a sentirse sola es común, pero que realmente este sola es complejo, porque somos seres sociales y vivimos rodeados de la naturaleza, por lo que solo necesitamos valorar el ambiente que nos rodea.

Miedo a la Vergüenza o Humillación. Se trata de una carencia de amor propio, de orgullo. La vergüenza se da cuando uno lo siente o tiene vergüenza de algo, por otra parte la humillación forma parte de algo que uno interpreta como humillante, por lo que la diferencia marca tu propia interpretación de la situación y en como dejas que te afecte, para superar estos miedos tenemos que enfrentarnos a estos y no evitarlos porque lo único que lograremos es alimentar  más a este ladrón del tiempo.

La gafas negras tupidas de la inconsciencia. Resulta que el ladrón las usa para ponértelas en la mayor parte de tu día. Te pone esas gafas que lo ocultan todo. Vamos sin mirar, sin sentir el ahora y pensando en lo siguiente que debemos hacer, o aquello que hicimos. Es vivir en el pasado, o en el futuro, pero nunca en el presente.

...