Las llaves de Sarah
Enviado por nnnnnmosl • 8 de Enero de 2022 • Resumen • 1.878 Palabras (8 Páginas) • 128 Visitas
En la época de los años 40( 16 de julio de 1942, Velódromo de Invierno), nos encontramos con la redada que tuvo lugar en París, donde arrestaron a muchas familias judías, entre ellas la de una niña llamada Sarah. La noche del arresto la policía llama a su casa pidiéndoles a ella y a su madre que hagan las maletas. El marido está escondido, la policía pregunta por él, su mujer responde que no sabía dónde estaba. Sarah ve a su hermano, a quien la policía no había visto y, sin pensarlo, lo esconde en un armario secreto, echa la llave por fuera, y se marchan con la policía. Al salir de la casa, la mujer grita el nombre de su marido, quien aparece y también es arrestado en medio de gente mirando desde las ventanas,asombrados, otros indignados, y otros apoyando la operación. Es la policía francesa la que lleva a cabo las detenciones, estos han recibido órdenes desde Alemania de arrestar a los judíos, y así lo hicieron. La familia de Sarah viaja en tren a un campo a las afueras de París, donde están todos los judíos. En el campo no hay comida ni bebida.. Sarah está cada vez estaba más preocupada por su hermano, a quien dejócon un poco de agua y comida, que seguramente ya se habría acabado. Está sucia, pero no tiene donde lavarse, se siente avergonzada porque huele mal, al igual que todos los otros a su alrededor. Ella no sabe que pasa ya que nadie se lo explica, y ve cada vez más decaídos a sus padres. A su padre le pregunta continuamente por qué debe llevar la estrella de David cosida a la ropa, por qué están allí, ¿acaso eran malos?, pero su padre no puede explicarle nada. Ella ha oído que todos los que tienen esa insignia son considerados puercos, mala gente, delincuentes, pero no entiende por qué de un día para otro se les estigmatiza de esa manera. Sarah está muy confundida. Poco después separan a los hombres de las mujeres y los niños. Los hombres los suben a un tren sellado directo a Auschwitz. En el tren no hay comida ni bebida, es un viaje largo y agotador. Muchos mueren antes de llegar al campo de concentración. La madre no hace más que llorar porque sabe lo que ocurre, han enviado a su marido a la muerte. Poco después separan a los niños de sus madres.Sarah pierde la conciencia debido a la fiebre y la tensión del momento y despierta 3 días después en un campamento rodeada de niños y encerrados tras altos alambrados vigilados por soldados. Pese a que se les garantiza cierta comodidad si se comportan, Sarah decide escapar junto con otra niña, Rachel. Antes de pasar la reja, las detiene un guardia, al que Sarah reconoce como el guardia que le permitió tomar una fruta que un adulto le pasó desde el otro lado del alambrado. Le pide que las deje marchar y luego de dudar unos segundo, el propio guardia levanta los alambres para que puedan escapar. Después de vagar durante unas horas llegan a una granja, donde los granjeros son una pareja de ancianos que las acogen, las bañan y las cuidan. Pero la compañera de Sarah está muy enferma.. no tienen más remedio que llamar a un médico del ejército a riesgo de que descubran a Sarah . Lamentablemente Rachel muere y se llevan su cuerpo en un coche policial, habían detectado a las dos niñas faltantes del campo y las estaban buscando, aunque no encontraron a Sarah. Sarah insiste en ir a la ciudad, a su casa, debe saber que le ocurrió a su hermano. La pareja le insinúa que su hermano debe haber muerto. Aun así los convence Toman el tren, donde encuentran muchos soldados y disfrazan a Sarah de varón para que no la identifiquen e incluso sobornan con dinero al guardia que recogía los boletos. Un oficial se acerca y le dice a la pareja que su nieto es muy guapo, como los alemanes: rubio y con ojos claros, lo cual hace reflexionar a Sarah, quien tenía entendido que a un judío se le reconocía a simple vista pero, sin embargo, a ella no la reconocieron y, además, creyeron que era un niño. Llegan a la casa, llaman a la puerta y un niño abre la puerta; Sarah lo empuja y corre al armario, abrió con su llave, solo para encontrarse con el aterrador espectáculo de un pequeño cadáver putrefacto. El niño y el padre que vivían en la casa quedan asombrados, no sabían nada, y se sienten culpables. El hombre decide no contarle nada a su esposa, quien estaba fuera de casa cuando ocurrió todo, y aportar dinero a la pareja de ancianos para que puedan mantener a Sarah lo mejor posible. Sarah sigue viviendo con los ancianos hasta la edad adulta, emigra a Estados Unidos, donde se casa y tiene un hijo, pero guarda silencio sobre su pasado hasta que se suicida con su coche por los pensamientos que la han atormentado durante tantos años.
En 2002, Julia es una periodista casada con Bertrand Tézac, con quien tiene una hija llamada Zoë. Van a mudarse al apartamento de la abuela de su marido. Julia tiene un nuevo tema para un artículo, la redada del Velódromo de Invierno. Ella es una estadounidense que vive en París y no sabe nada de ese hecho, el artículo le atrae mucho. Comienza a investigar, acompañada por su fotógrafo, encuentran a una testigo anciana y van a su casa a entrevistarla. Ella les cuenta lo que vio desde su ventana Julia visita muy a menudo a Mamé, la abuela de Bertrand. Le pregunta cómo habían conseguido el apartamento en aquella época, porque en esa zona solían ser apartamentos de judíos. Ella es muy mayor y no lo recuerda. Un día recibe una llamada de su suegro, Edouard, quien la cuestiona por haber preguntado por el apartamento y le dice que no debe preguntar nada más a Mamé sobre el particular. Lo hace en un tono que despierta en Julia una mayor curiosidad y le impulsa a seguir indagando. No obstante, Julia cumple su promesa de no preguntarle más a la abuela de su esposo. Julia se pregunta cómo los Tézac fueron capaces de mudarse a aquel apartamento sin preguntar qué había pasado con la familia que vivía allí. Julia comienza a tener retrasos en su menstruación, pero no piensa que está embarazada ya que antes de tener a Zoë había sufrido varios abortos, la prueba de embarazo da resultados positivos. Mantiene la noticia en secreto durante un tiempo, pero decide participárselo a su marido, quien quería tener niños. Julia queda con su marido, cuando le da la noticia, este le dice que lo mejor es abortar ya que no quiere volver a ser padre a los cincuenta años de edad. Julia prosigue con su investigación y pensando en el bebé. Julia y el fotógrafo visitan muchos lugares, para darse cuenta de los pocos recuerdos que había de lo ocurrido. Julia procura saber quien vivía en aquel apartamento que debía convertirse en su residencia familiar, y rápidamente Internet les da el nombre y una foto de Sarah Starzynski, de diez años. Julia sospecha cada vez más de su familia política, ya que no la dejaban hablar del tema, y está convencida de que ocultan algo. Averigua dónde estaba el campo donde reunieron a los judíos, visita también el cementerio. En el campo ahora hay estudiantes y un monumento en el que está escrita una larga lista de nombres entre los que figuran el padre y la madre de Sarah. De nuevo culpan a la barbarie nazi, como en cada placa que encuentran, en las que se menciona que fueron víctimas de los alemanes. Julia le informa a su marido que quiere tenerlo, y este le responde que si tiene al niño se divorciará de ella. Al día siguiente, Julia va a visitar a la abuela de su marido y allí encuentra a Edouard. Después de la visita, su suegro le cuenta que se mudaron de casa cuando él era un niño y que un día vino una niña que entró empujando y abrió un armario cuya existencia ignoraban. Su padre y él descubrieron dentro el cadáver de un niño pequeño. Ellos no sabían nada. De esta manera Julia se entera de todo lo ocurrido y, además, de que Sarah se había salvado, que podía seguir viva. Sin embargo, nadie de la familia sabe nada. Cuando el abuelo murió tenía guardados varios documentos confidenciales en una caja fuerte pero su hijo Edouard nunca los abrió y solo ahora lo hará, con esperanzas de encontrar algo relacionado con Sarah. Ahora ambos quieren saber qué fue de aquella niña. Al llegar a casa, Julia encuentra un sobre con su nombre encima de la mesa. Dentro hay una carpeta que lleva escrito el nombre de Sarah y contiene muchos documentos relacionados con la niña, entre ellos cartas que el abuelo escribía a la pareja de ancianos para enviar el dinero, del que Sarah nada sabía. Julia decide abortar. Se lleva la carpeta de Sarah para seguir investigando y allí encuentra el apellido de la pareja de ancianos, Dufaure.. Comienza a consultar guías telefónicas. En una de las llamadas encuentra a los familiares de los Dufaure, incluso su interlocutora dice haber oído hablar de Sarah, pero de Sarah Dufaure. La mujer al teléfono le dice que puede hablar con su abuelo, Jules Dufaure, En ese momento entra la enfermera, pero ella se niega . La última carta de Sarah desde Estados Unidos era una en la que participaba que se casaba, Una vez en casa, Julia le informa a su esposo que no abortó. Envían a Zoë a Estados Unidos con la familia de Julia. Una vez en Estados Unidos, visita a su hermana, quien le ayuda a buscar el apellido de casada de Sarah, Rainsferd, y encuentran una dirección. Julia se dirige hacia allí, donde una mujer le dice que ahora ella está casada con quien fue el marido de Sarah, y que esta había muerto en un accidente de tráfico, aunque en realidad se había suicidado, también le dicen que Sarah tuvo un hijo llamado William, del cual le dan la dirección en Italia. Julia emprende el viaje para visitarlo, acompañada por Zoë. Julia le cuenta a William toda la verdad que él ignoraba. William se niega a creer a una desconocida y se marcha muy enfadado. Mamé, la abuela de Bertrand, sufre un derrame cerebral y muere. Julia se dispone a salir cuando encuentra a William en la puerta de su casa. El la acompaña y Julia le cuenta a Edouard, su suegro, de quién se trata. Edouard cuenta a la familia lo ocurrido. Años más tarde, Julia y Zoë se van a vivir a Nueva York. Julia se divorció de su marido y tuvo a su segunda hija. Descubre que William había regresado a Estados Unidos.. Un día Julia recibe una llamada de William. En un encuentro posterior, ella le presenta a su hija menor, llamada Sarah. Él se queda sorprendido por el nombre de la niña y Julia siente remordimientos por volver a recordar sus raíces.
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