MIENTRAS EL FUTURO TE ALCANZA
Enviado por lupe80 • 27 de Noviembre de 2013 • 3.213 Palabras (13 Páginas) • 982 Visitas
Instituto de Estudios Superiores en Administración Pública
Materia: Administración y regulación de servicios médicos.
Profesor: Lic. Víctor Hugo Rojas Fierros
Nombre: María Guadalupe Sánchez García
Grupo: HGR 200 TECAMAC
No. tarea : 03
SEXTO TRIMESTRE
Libro: “Mientras el futuro te alcanza”
Autor: Juan Enríquez Cabot Circulo Editorial Azteca, Editorial Grijalbo
El libro trata de cómo la tecnología se apodera día a día del mundo. Explica que cualquier persona, comunidad, país que quiere salir adelante, tiene que saber y estar al día tecnológicamente y las tendencias que vendrán mañana porque las de hoy ya son noticia vieja ya es estar atrasado, esto se debe a que el conocimiento va cambian y cada vez lo sucede con más rapidez.
El mundo se ha trastornado en los últimos años por ejemplo dentro de poco se imprimirá tu código genético en tu tarjeta de identificación se sabrá hasta de lo que te vas a morir y también de lo que cualquier aseguradora puede concluir de ello. Pero habrá medicinas hechas a la medida de tus necesidades genéticas que ayudarán a prevenir aquello de lo que la herencia biológica dotó a la persona
Habla de cómo las industrias que dominaran nuestro futuro dependen solamente de un grupo de mente brillantes, que la mano de obra, que fue como anteriormente se potencio a una industria está de más. Cada vez se necesita de menos gente, tiempo y capital para construir cosas grandes, claro todo esto podrá llevarse a cabo si cada vez hay más gente letrada en lo tecnológico.
Por lo anterior la velocidad con que cambian las empresas y los países es tan rápida que apenas deja tiempo para pensar en ello. Algunas empresas llegan a ser más grandes que muchos países, pero así como crecen se derrumban. A diferencia del pasado, las industrias que tardaban años en desarrollarse hoy lo hacen en cuestión de meses El conocimiento se torna en la clave de la riqueza.
La falta de conocimientos tecnológicos es un motivo por el cual la brecha entre los países más ricos y los más pobres crece tan rápido. La brecha hasta el día de hoy entre lo que produce una gente en un país educado y un país analfabeta, es de 427 a 1.
Los cambios en el mundo fueron lentos en el pasado. Hubo civilizaciones como la vietnamita, la mexicana o la de Uganda, país que recibió el nombre de “la Suiza de África”, reconocidas por su desarrollo y riqueza hasta antes del desarrollo de las máquinas. China e India representaron en su momento el 40% del comercio mundial. Pero el conocimiento, la educación, la revolución industrial, la ciencia y la tecnología quedaron muy lejos de sus posibilidades. Sólo los países que desarrollaron máquinas se volvieron más ricos.
La respuesta a las brechas entre pobres y ricos es simple, debemos actualizarnos como individualmente y como grupo, creo que ya es más una responsabilidad que cualquier otra cosa.
El futuro de los niños, de su país, el cual es impredecible pero existe y no debemos olvidarnos de él, dependerá de que tan bien logremos entender la economía conducida por la tecnología.
La economía del mundo ha cambiado. Antes era principalmente agrícola. Después se basó en la manufactura. Ahora el área un tanto vaga a la que se ha etiquetado como “servicios” es la que domina. Pero ahora estamos en el negocio de las ideas. Se genera riqueza manipulando neuronas. La mayoría del valor agregado en servicios se basa en conocimiento. El componente del conocimiento se vuelve cada vez más importante. Y la mano de obra menos valiosa. Aun en procesos industriales prolongados y complejos como la construcción de automóviles, los programas de cómputo y seguros cuestan más que el acero o la mano de obra.
Las reglas de la nueva economía basada en el conocimiento y la red son muy diferentes de las de una economía basada en la manufactura. La velocidad y la información son dos de sus componentes. El conocimiento genera nueva riqueza. Así que la brecha entre los que tienen conocimientos tecnológicos y los que carecen de ellos se hará cada día más grande. En 1990 ninguna de las 10 personas más ricas del mundo era estadounidense. En 2004, 8 de 10 son estadounidenses. Muchos países pobres están desapareciendo. Las grandes potencias del mundo se peleaban por África a mediados del siglo XX. Ahora a nadie le importa. El sida y el genocidio devastan a ese continente.
Pero si la revolución digital ha cambiado las cosas, el cambio que está por llegar es aún mayor con la revolución genética. Su lenguaje será el lenguaje dominante. Desde los experimentos del monje austriaco Gregorio Mendel con unos sencillos chícharos, los científicos no han dejado de experimentar en torno a la herencia genética. Gracias a los conocimientos obtenidos no nos hemos muerto de hambre, entre otras cosas. Hasta 1953 no supimos cómo se codificaba la genética y menos leerla a detalle.
Los cambios en un código genético, por mínimos que sean, producen enormes consecuencias. De ahí la gran variedad de rasgos que observamos en los humanos. Tres letras de tres mil millones pueden generar una gran diferencia. Si te falta CTT en un punto específico de tu genoma, eso significa que eres portador de fibrosis psíquica. En el futuro, la vida dependerá cada vez más de entender el código genético. Pero mientras que la riqueza aumenta y la longevidad ya empieza a ser parte de las sociedades de occidente, en Zimbabwe, por ejemplo, entrenan a tres ejecutivos para cada empleo porque dos pueden morir de sida en un entorno de gran pobreza.
Para 1998 los científicos estaban patentando no sólo bacterias o plantas sino animales enteros. En 1991, la Oficina de Patentes y Marcas de Estados Unidos registró 4 mil patentes genéticas; apenas cuatro años después, en 1995, registró ya 22 mil y para el 2000 las patentes genéticas superaban a las patentes de cómputo o internet. Pero como Batman diría... aún falta lo peor. Para competir a nivel global se requiere patentar en Estados Unidos o en Europa. En 2003, esa misma oficina otorgó 20 patentes a los venezolanos, 70 a los argentinos, 92 a los mexicanos, 180 a los brasileños... y a Corea del Sur 4 mil 132 patentes. De las 187 mil 083 patentes otorgadas, Japón recibió este mismo año el 20%; Canadá sólo el 2.1%. Y de las 15 empresas más grandes que patentan, sólo cuatro eran estadounidenses. En México, no son los mexicanos quienes patentan sino, sobre todo, las grandes empresas dedicadas a la industria farmacéutica.
La educación y la investigación son la clave para ganar las guerras intelectuales. Estados Unidos gasta cerca de 2.6% de su derrama anual en investigación y desarrollo; México sólo el 0.4% de su
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