MIO CID.
Enviado por wilbergomeze • 5 de Mayo de 2014 • Ensayo • 606 Palabras (3 Páginas) • 378 Visitas
Cid, sidi o sid es una palabra de origen árabe que significa 'señor' y que se dio como tratamiento a los señores de ciertos Estados dependientes de un rey (como los régulos de las taifas en al-Ándalus),1 y también a los gobernadores de provincia de los almorávides y almohades.
Se daba asimismo ese título a los descendientes de Abd-el-Mumen, según parece por el origen alida atribuido al fundador del imperio por haberse llamado cides Hacen y Hucein, hijos de Alí el Cid, cabalero principal del Islam. Hucein era llamado el Cid del rostro tapado, porque nunca se levantaba el velo o litsam.
En el caso del apelativo que se le dio a Rodrigo Díaz el Campeador, proviene del árabe andalusí سيد (sīd, síd), 'señor'. Aunque se conjetura que pudieron usarlo sus contemporáneos zaragozanos o valencianos musulmanes, como fórmula de tratamiento a su caudillo militar o mandatario político (señor, príncipe), el sobrenombre de «Cid» se documenta por vez primera en el Poema de Almería (1147), casi medio siglo tras su muerte, a diferencia del de «Campeador» (vencedor o guerrero en batallas campales), que sí se encuentra en diplomas firmados por el propio Rodrigo Díaz:2
Ipse Rodericus, Meo Cidi saepe vocatus
de quo cantatur quod ab hostibus haud superatur [...] El mismo Rodrigo, a menudo llamado Mio Cid,
de quien se canta3 que nunca fue vencido por sus enemigos [...]
Poema de Almería, 1147
Por lo dicho, mio Cid sería un híbrido que antepone al sīd, síd ('señor') o sīdi, sídi ('mi señor') —que se utilizaba como tratamiento de respeto entre los musulmanes y mozárabes de al-Ándalus—, el posesivo en lengua romance «mio», que se pronunciaba como monosílabo, con diptongo, y era palabra seguramente átona en posición proclítica. Está bien documentado que el tratamiento mio Cid se aplicó a señores cristianos, y en los siglos XI y XII «cid» no se aplicó en exclusiva al Campeador, hasta el punto de que todavía la Crónica del Cid (f. 8) demuestra que en la Castilla del siglo XIV se mantenía el conocimiento de que «cid» significaba 'señor'. Es posible que quienes le aplicaran a Rodrigo Díaz este tratamiento fueran los mozárabes de Valencia —que denominaban a su obispo çáed almatrán < (as-)sayyid al-maṭrān ('señor metropolitano', 'monseñor el arzobispo')—, aunque las malas relaciones entre el Cid y los mozárabes de Valencia debilitan esta hipótesis; lo más seguro, por tanto, es que fueran los hombres de la mesnada de Rodrigo Díaz quienes usaran el tratamiento de «cid» ('señor'), como fórmula de respeto a su caudillo.4 El tratamiento sería usado por sus vasallos de Valencia y lo conocería el monasterio de San Pedro de Cardeña tras ser trasladados allí sus restos por su viuda Jimena Díaz en 1102, desde donde se difundiría, a través
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