Manejo Sanitario Del Bufalo

Manejo Nutricional en Bovinos

La alimentación de un bovino implica inicialmente la alimentación de la flora ruminal. Cuando los alimentos son ingeridos, los hidratos de carbono son tomados por los microorganismos, que los utilizan para satisfacer sus propias necesidades energéticas. Los metabolitos de desechos de estos, son luego aprovechados por el rumiante como fuente energética (ácidos grasos volátiles: acético, propiónico y butírico). Con las proteínas ocurre los mismo, son atacadas por la flora ruminal. Sin embargo, las consecuencias de esta digestión tendrán alcances diferentes según el tipo de dieta, y especialmente del aporte energético global de la ración. La norma básica que debe considerarse es que no importa cuán buena sea la proteína suministrada a nuestro ganado, si no se contempla simultáneamente un adecuado aporte energético. Es por ello que cobra especial relevancia la relación energía-proteína de la dieta, ya que la presencia de un nutriente condiciona la utilización del restante. Normalmente los alimentos son agrupados en energéticos, proteicos o energético-proteicos, según el aporte nutricional mayoritario que representen.

Son ejemplos de alimentos energéticos: el maíz, el sorgo o la cebada, son ejemplos de alimentos proteicos: el pellet de girasol, de algodón o los concentrados proteicos comerciales conocidos comúnmente como concentrado 10 o 20% mientras que ejemplos de alimentos energético-proteicos son el grupo los balanceados completos comerciales, los derivados de la extracción de aceite de la soja, la semilla de algodón y el propio poroto de soja.

En el caso de los verdeos y las pasturas, la cuestión suele ser un poco más difícil de definir porque según el momento y las condiciones climáticas pueden tener un adecuado aporte energético-proteico, o pueden tener un marcado desbalance energético-proteico, generalmente asociado a un descenso del componente energético.

A la hora de formular una ración o de utilizar un insumo para la alimentación de bovinos, es importante entonces verificar en primera instancia un adecuado componente energético, para luego verificar el aporte proteico. La no adecuación de dichos nutrientes suelen explicar el fracaso de una dieta o la baja performance observada con determinados alimentos. Como ejemplo, con el uso de afrechillo de trigo obtenemos valores de proteína superiores a los de un alimento para terminación de feef lot e incluso mayores que los niveles proteicos de un alimento para recría de ganado. Sin embargo el rendimiento productivo será menor, ya que la proteína es de baja calidad, pero además el aporte energético será moderado a bajo. Algo similar ocurre con el fracaso de ciertos alimentos balanceados comerciales económicos, en los cuales normalmente se cumple con el aspecto cuantitativo proteico, pero no llegan a satisfacer plenamente las necesidades energéticas.

El uso de grano de maíz entero se ha revelado como uno de los métodos más eficaces y seguros para el engorde de bovinos, permitiendo utilizar grandes cantidades de grano (y por ende de almidón), sin los riesgos de aparición de cuadros agudos de acidosis. Parte del éxito de este sistema se debe a la lenta degradación de la envoltura vítrea externa del grano y a la existencia de un endospermo corneo que rodea al almidón, lo cual evita la disponibilidad masiva de grandes cantidades de almidón, haciendo progresiva su exposición a la flora microbiana.

Manejo Nutricional del Búfalo

El búfalo de agua es un animal muy inteligente y el éxito de su explotación radica en el trato que le ofrezca el personal que lo maneja, incluyendo las diferentes operaciones rutinarias y la garantía de la alimentación en cantidad y calidad.

Los búfalos se agrupan en categorías al igual que los vacunos, atendiendo a la edad y su incorporación a la etapa reproductiva.

Los búfalos parecen tener un buen comportamiento en condiciones de alimentación adversas tales como pastos de baja calidad, con limitados aportes nutritivos y ello ha hecho que se desarrollen aparentemente bien en los sistemas de producción actuales, con predominio de los pastos naturales, prácticamente sin suplementación y con dietas desbalanceadas. La información que existe en el trópico americano acerca de la eficiencia digestiva y el comportamiento alimentario de esta especie es limitada y contradictoria. Por lo general se señala que los búfalos tienen mayor conversión de nitrógeno dietario en proteína microbiana en el rumen y una mejor utilización de la fibra, al compararse con otras especies de rumiantes De la capacidad de los animales para adaptarse a las diversas condiciones ambientales en que se desarrollan los sistemas productivos depende la producción animal. Esto implica un conocimiento acabado de la fisiología digestiva de los animales y del comportamiento de las poblaciones vegetales utilizadas como forrajes en las diversas zonas ecológicas.

El estómago de los rumiantes se ubica en el lado izquierdo de la cavidad abdominal y ocupa casi las ¾ partes de ésta. Consta de cuatro partes bien definidas: rumen, retículo y omaso son órganos que anteceden al abomaso (estomago glandular), razón por la que se denomina preestómago. La capacidad de los rumiantes para aprovechar los carbohidratos fibrosos de la dieta, está sustentada en la función de estas tres estructuras. Se ha señalado que el búfalo de agua tiene características anatómicas y fisiológicas exclusivas para su especie (9, 10). Es probable que estas particularidades se deben a que , durantes siglos, los búfalos han tenido como dieta básica alimentos fibrosos de baja calidad, como los residuos de la cosecha de arroz, trigo y otros lo que posiblemente haya contribuido a desarrollar una conducta de pastoreo en estos animales que debe ser estudiada, aunque en ella influye la época del año.

Manejo Sanitario Bovino

Es el conjunto de tareas que se realizan en un año calendario, tales como: entorada o inseminación artificial, control y cuidado de las pariciones, señalada, caravaneada, castración, mochada, marcación, destete, que puede ser precoz, temporario, o convencional, y pesajes entre otros.

No existe un plan sanitario para bovinos recomendado por las autoridades sanitarias de nuestro país.

Aparte de la vacunación obligatoria contra fiebre aftosa, al ganadero no se le advierte u orienta sobre las enfermedades que pueden presentarse en su rodeo y que felizmente, casi todas, pueden prevenirse con vacunas.

Efectivamente, toda vaca preñada a la palpación debe recibir de inmediato una serie de vacunas que protegerán al feto para que no muera, no sea expulsado a destiempo por medio del aborto, o nazca

...