Mio Cid: La Lealtad

La Edad Media se encuentra determinada por una serie de rasgos y relaciones sociales que caracterizaron el período. En este sentido es que se construyeron relaciones basadas en valores como la lealtad; siendo éste un elemento fundamental para le persistencia de las mismas. El vínculo feudal, tan propio de la época medieval fue el mayor ejemplo de esto, ya que se conformaba un lazo mucho más profundo, puesto que significaba un compromiso de lealtad personal, en donde tanto señor como vasallo entendían que ésta era la base de su relación. Este contexto histórico tan relevante también se expresó en la literatura de la época y un ejemplo en el que podemos ver retratado dicho tipo de relaciones y de valores, es el Poema de Mio Cid, en donde se muestra que la lealtad subyace como un valor interiorizado en la mentalidad de las personas y en este caso, en los personajes de la obra. A continuación analizaremos la presencia de este tópico en la obra antes mencionada, así como también, en dos obras del período pertenecientes a la cultura germánica: El Cantar de los Nibelungos y “Los dichos de Fáfnir” de la Edda Poética.

En el Poema de Mio Cid por su parte, vemos evidenciado este tópico a lo largo de todo el relato, presentándose la lealtad como un valor inquebrantable. Por un lado, tenemos la fidelidad de los vasallos hacia el protagonista, demostrada en la siguiente cita: “Cid, os acompañaremos por yermos y poblados, sin desampararos mientras vivamos; por vos acabaremos mulas y caballos, bienes y vestiduras, sirviéndoos siempre como vasallos leales” (Poema de Mio Cid, 53). Acá podemos notar la incondicional posición de vasallaje tan notoria de la época y la fidelidad ante en el Cid. El protagonista a su vez, representa la lealtad durante toda la obra, no solo ante sus vasallos y compañeros de batalla, sino también ante sus superiores: “y deseo ofrecer al rey Alfonso, que me desterrara, un obsequio de treinta caballos, con sus sillas y excelentes frenos y sus espadas colgando del arzón” (Poema de Mio Cid, 117). Esta cita es de suma importancia debido a su contexto, ya que como se menciona, a pesar de ser desterrado el Cid no demuestra rencor ante su señor natural, el rey, sino por el contrario, es insistente en su lealtad y envía a éste parte considerable de su motín.

En relación al destierro del Cid, este responde a lo que se pensó como una traición. Si consideramos que la lealtad es un valor fundamental en los valores del Medioevo, una ingratitud deberá ser castigada severamente. Es así como el rey Alfonso al creer un tipo de infidelidad por parte del protagonista lo castiga con este exilio- aún cuando ésta no fue tal-.

Siguiendo con esta misma idea, en otra de las obras analizadas; El Cantar de los Nibelungos, vemos la traición penalizada con la muerte, en donde Sigfried- el protagonista- tras ser asesinado cobardemente, vaticina el trágico final que tendrán los autores

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