Monografia del texto "Vamos a tocar el agua" de Luis Chaves
Enviado por Bian Garcia • 15 de Abril de 2019 • Monografía • 1.536 Palabras (7 Páginas) • 243 Visitas
El poder del YO en la narración, en el libro “Vamos a tocar el agua” (2017) de Luis Chaves.
Autor: Bianca Garcia.
Pertenencia: Institucional.
Introducción a los estudios de la literatura. UNGS.
Introducción:
El libro “Vamos a tocar el agua” (2017) de Luis Chaves, un costarricense que cuenta, como una crónica, el viaje de él y su familia conformada por, su esposa, Mariajo, y sus dos hijas, LaMenor y LaMayor. Este viaje consiste en estar un año viviendo en Berlín, con sus dificultades, angustias y temores al futuro inmediato. La obra se destaca por tener una estructura en la que se organiza el relato según las cuatro estaciones del año, idea que, el autor, toma de una película. Esto lleva a observar que el invierno y el otoño, estaciones con características tristes y frías, no fueron momentos positivos del viaje. Todo lo contrario, con el verano y la primavera, estaciones donde predomina la llegada del sol, dando a entender que las preocupaciones se comienzan a esfumar y disfrutan de su estadía lejos de casa.
A continuación, la monografía va a consistir en analizar, por qué, durante todo el relato, solo se consigue ver una primera persona singular dándole el poder del “yo” a Chaves. En cada línea se ve, explícitamente, que en ningún momento se le “entrega” la palabra a los demás personajes, en consecuencia, solo podemos saber del viaje, de los sentimientos o pensamientos, incluso ajenos, desde la mirada del autor y no desde otras.
El narrador protagonista.
En el texto de Chaves, podemos observar un gran poder del “yo”, tanto en lo narrado, como en los diálogos, en lo que sus ojos captan y como su mente lo procesa. Uno de los ejemplos que podemos utilizar para representar lo anterior es la selección de poemas, usando esto como remate del momento, que cuando está sucediendo, recorre su mente. Todo lo que cuenta es lo que él, solo él, transmite a su alrededor. En primer lugar, encontramos una gran variedad de elementos para argumentar esta hipótesis. En todo el relato, de principio a fin, hay una narración en primera persona, mejor dicho, un narrador protagonista, es un personaje principal al que le suceden los acontecimientos y lo cuenta desde su visión.
Algunas partes narrativas, como, por ejemplo: “Como cualquier familia que se asoma al abismo, éramos enemigos. Éramos los cuatro, cables vivos que sacaban chispas con el mínimo contacto” (P.14). En este momento del relato el narrador utiliza la primera persona del plural para incluir un “nosotros”, incluyendo a los integrantes de su familia, ya mencionados en la introducción.
Otro ejemplo podría ser:
“Tampoco hay que exagerar, hubo un par de días soleados a fines de marzo y un poco mas en abril. Como el de la primera tarde luminosa que volcó a locales y visitantes a las calles, bulevares y parques de la ciudad” (P. 29)
Este ejemplo destaca otro elemento distinto al “nosotros” y es su mirada y su pensamiento, quizás él lo vio de esa manera, pero, si la mirada sería de otro personaje tendríamos otra perspectiva que, probablemente, no sería la misma que la que está siendo narrada.
Por otro lado, no podemos evitar la inclusión de algún poema que recuerde, según el momento que está viviendo él, como “What work this” de Philip Levine (P.24). Lo recuerda porque se da cuenta que en Berlín los negocios cierran los domingos y que solo aceptan efectivo, por ello tuvieron que cambiar sus costumbres de “Miami pobre”, según el autor. El recuerda este poema que trata sobre el trabajo o sobre la clase trabajadora, a la que pertenecieron sus abuelos y sus padres. El autor destaca que esa clase es ajena a él quién es un diletante, que tiene afición por una o varias artes o disciplinas del saber. Esta relación de sus padres y sus abuelos con el poema representa la melancolía del protagonista hacia su familia. Sin embargo, este poema llega a él porque se entera en internet que el poeta había fallecido y con la búsqueda de algunas poesías, choca con esta en particular y comienza el recuerdo de sus familiares ya mencionados. Destacamos justamente este poema porque no lo relaciona con los padres o los abuelos de su mujer, por ejemplo, sino de los suyos. Remarcando, nuevamente, su individualidad y el poder del YO.
Por último, retomando estos ejemplos dados, vimos que se puede hacer una pequeña comparación con la película Forrest Gump (1994) del director Robert Zemeckis y protagonizada por Tom Hanks. Encontramos esta similitud por la forma de narración, en donde ambos, tanto Chaves como Forrest, recurren al pasado en el relato. Este juego de tiempos y espacios, donde la historia va del presente al pasado, es característico en esta película, cuando Forrest relata su historia hasta el día que llego a esa parada de autobús, para ir en busca de su amada, y en la obra de Chaves, éste sentado en su escritorio relatándonos su viaje a Berlín. Sin embargo, no es lo único que podemos destacar, sino que también hay un narrador protagonista muy fuerte, sin dejar mucho espacio para el habla de los demás personajes, es todo yo, yo y yo. Por lo tanto, en el momento del interminable ego, debería dejar fluir a los demás, sin dejar de lado, que ambos protagonistas citan bastante, volviendo a quitarles el habla.
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