Pedagogía de la autonomia. saberes necesarios para la práctica educativa.

Instituto Superior de Formación Docente

“NUESTRA MADRE DE LA MERCED”

Profesorado en educación secundaria de Biología

Curso: Primer año

Unidad curricular: Pedagogía

Profesor: María Silvia Molina

Ciclo lectivo: 2016

Integrantes:

• Iglesias, Roció Belén.

• Márquez, Aldana.

• Paez, María Noel.

• Segovia, Cynthia.

“Pedagogía de la autonomía” por Paulo Freire.

Hacia el pensamiento crítico y democracia…

Contenido

Ficha técnica del libro “Pedagogía de la autonomía”: saberes necesarios para la práctica educativa. 3

Pedagogía Crítica y democracia. 4

El sentido de la educación para las teorías críticas y el diferente lugar de lo pedagógico dentro de ellas. 5

Las dimensiones de análisis de lo pedagógico desde las teorías críticas. 5

Propuestas diferenciadas que derivan de las teorías críticas. 5

Componentes de la pedagogía crítica. 6

Primer componente: El diálogo como negación cultural 6

Producción colectiva de saberes 7

Rol del docente en la producción y reproducción de saberes colectivos 8

Segundo componente: la constitución de una subjetividad rebelde. 9

Tercer componente: la escuela crítica y democrática. 10

Ficha técnica del libro “Pedagogía de la autonomía”: saberes necesarios para la práctica educativa.

Título: Pedagogía de la autonomía

Título original: Pedagogía da autonomía

Autor: Paulo Freyre

Fuente: Paz e Terra SA

Ciudad: Sao Pablo

Año de la publicación: 2004

Pedagogía Crítica y democracia.

La pedagogía debe ser una práctica que promueva la libertad y la democracia, y la pedagogía crítica es facilitadora para alcanzar dichos objetivos que cambian las realidades sociales. Ésta es un conjunto de prácticas y apuestas pedagógicas alternativas que tienen como propuesta una enseñanza que permita que los estudiantes cuestionen y desafíen la dominación, así como las creencias y las prácticas que la generan. Son una relación constante entre teoría y práctica en la que se busca alcanzar un pensamiento que implique un actuar crítico en la sociedad. De este modo, la pedagogía debe ser formadora de personas responsables social y políticamente, estando en un constante análisis del contexto, comprensión y solución de problemas pensando en que la crítica y la acción son los rasgos fundamentales de una mentalidad crítica. Se basa en una buena visión del mundo cimentada en el riesgo, la humildad, el buen juicio, la tolerancia, la alegría, la competencia, la generosidad y la esperanza.

Freire defiende la capacidad de los estudiantes a pensar críticamente acerca de su situación educativa; esa forma de pensar que les permite “reconocer las conexiones entre sus problemas individuales, las experiencias y el contexto social en el que están inmersos”.

La expresión democracia en la educación es nula, ya que se benefician unos pocos por eso este pedagogo, lucha por una educación equitativa y democrática, en la cual todos tengan acceso a una buena formación académica que facilite el verdadero cambio social. Freire habla de dos tipos de educación, la educación bancaria vista como un instrumento la opresión y por otra parte la educación problematizadora, en donde los educadores y estudiantes son investigadores críticos que buscan liberar el pensar mediante la acción de rehacer y transformar el mundo. La pedagogía es un factor esencial para fortalecer e incrementar el pensamiento emancipador de los estudiantes. Esto se logra brindándoles herramientas lingüísticas y cognitivas que les permitan ser actores del cambio social, así como plantear y liderar diálogos críticos.

El sentido de la educación para las teorías críticas y el diferente lugar de lo pedagógico dentro de ellas.

Podemos afirmar que en el conjunto de las teorías críticas, la educación es entendida como formación del sujeto en la búsqueda constante de autonomía del pensamiento y acción, envuelta en triple esfuerzo: por la producción de sentido crítico, por una praxis emancipadora y para la construcción de ciudadanía en una ciudad democrática.

Lo pedagógico, en tanto, nos remite a las prácticas de enseñanza, a una reflexión sobre el hecho educativo, que pone su atención en el proceso mediante el cual se produce el saber. Por lo tanto, se ocupa no sólo de la transmisión o reproducción del saber sino también en su producción.

Las dimensiones de análisis de lo pedagógico desde las teorías críticas.

Desde las teorías críticas lo pedagógico aparece referido a dos dimensiones analíticas muy distintas: por un lado, la práctica de transmisión - producción, manifiesta la preocupación sobre cómo se produce y reproduce el saber. Por otro lado, la visión social y política que se manifiesta en esa práctica: ligada al poder y referida a los intereses. La concepción del hecho educativo como pedagógico y político a la vez.

Propuestas diferenciadas que derivan de las teorías críticas.

Podemos distinguir tres propuestas dentro de la teoría y pedagogía critica de la educación: la primera elabora estrictamente una teoría crítica de la educación que se ubica en la visión social y política. Dentro de ella se distinguen dos momentos, uno centrado en la escuela y el curriculum y otro descentrado de la escuela y referida al conjunto de espacios educativos. La segunda propuesta es la que se preocupa por la definición y articulación de un proyecto político pedagógico para la constitución de una escuela formadora de ciudadanía que requiere de educadores formados como intelectuales transformadores. La tercera y última propuesta está orientada a elaborar una pedagogía critica a partir de un desarrollo teórico que brinda líneas orientadoras para una práctica docente, reconociendo la inseparable relación entre lo político y lo pedagógico, le asigna mayor énfasis en su tratamiento a la transmisión – producción.

Freire en su libro “Pedagogía de la autonomía” deja en claro la importancia del educador, cuya práctica se extiende a la producción de las condiciones donde se es posible aprender críticamente, incitando a la lectura crítica, fomentando el pensamiento acertado y reprochando la arrogancia

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