Solucionario De Solidos II
Enviado por rvillatoro7 • 8 de Octubre de 2014 • 2.254 Palabras (10 Páginas) • 353 Visitas
Manejo y transporte de concreto.
Aunque no existe una forma perfecta para transportar y manejar el concreto, una planeacion anticipada puede ayudar en la eleccion del metodo mas adecuado evitando asi las ocurrencias de problemas. La planeacion debera de tener en cosideracion tres eventos que en caso de que sucedan durante el manejo y colocacion, podrian afectar seriamente la calidad del trabajo terminado.
Retraso: El objetivo que persigue al planear cualquier calendario de trabajo, es producir el trabajo con la mayor rapidez contando con la mejor fuerza laboral y con el equipo necesario para realizarlo. Las máquinas para transportar y colocar el concreto se han ido modernizando. Es por esto que se lograra la máxima productividad si se planea el trabajo para aprovechar el personal y el equipo disponible de manera que se reduzca el tiempo de retraso durante la colocación del concreto.
Endurecimiento temprano y secado: El concreto comienza a endurecer en el momento que se mezclan el cemento con el agua, pero el grado de endurecimiento que ocurre durante los primeros 30min normalmente no se presenta problemas, por lo general, el concreto que se haya mantenido en agitación se puede colocar y compactar dentro de la primera hora y media posterior al mezclado. Con una planeación adecuada se debe minimizar cualquier variable que permita que el concreto endurezca hasta el grado en que pueda lograr una completa consolidación y de dificulte efectuar el acabado.
Segregación: una forma de segregación es la tendencia que presenta el agregado grueso al separarse del mortero cemento-arena. Esto tiene como consecuencia que parte de la mezcla tenga una cantidad demasiado pequeña de agregado grueso y que el resto tenga agregado grueso en excesivas cantidades. Esto puede ocasionar problemas, que la primera parte se contraiga más y se agriete y tenga menor resistencia a la abrasión. La segunda será áspera para lograr una consolidación y acabado total y será causa frecuente de apanalamientos. Los métodos y equipos que lleguen a usarse para transportar y manejar concreto no deberá de ser causa de segregación..
El vertido y colocación del hormigón deben efectuarse de manera que no se produzca la disgregación de la mezcla. El peligro de disgregación es mayor, en general, cuando más grueso es el árido y más discontinua su granulometría, siendo sus consecuencias tanto peores cuando menos es la sección del elemento que se recomienda.
El vertido no debe efectuarse desde gran altura (uno a dos metros como máximo en caída libre), procurando que su dirección sea vertical y evitando desplazamiento horizontales de la masa. El hormigón debe ir dirigido durante el vertido, mediante canaletas u otros dispositivos que impidan su choque libre contra el encofrado o las armaduras.
La colocación se efectuará por capas o tongadas horizontales de espesor inferior al que permite una buena compactación de la masa (en general, de 20 a 30 cm, sin superar los 40 cm cuando se trate de hormigón en masa, ni los 60 cm en hormigón armado). Las distintas capas se consolidarán sucesivamente, “cosiendo” cada una a la anterior con el medio de compactación que se emplee y sin que transcurra mucho tiempo entre capas para evitar que la masa se seque o comience a fraguar.
No se arrojará el hormigón con pala a gran distancia, ni se distribuirá con rastrillos para no disgregarlo, ni se le hará avanzar más de un metro dentro de los encofrados.
En las piezas muy armadas y, en general, cuando las condiciones de colocación son difíciles, puede ser conveniente, para evitar coqueras y falta de adherencia con las armaduras, colocar primero una capa de dos o tres centímetros del mismo hormigón pero exento del árido grueso, vertiendo inmediatamente después el hormigón ordinario.
En el hormigonado de superficies inclinadas, el hormigón fresco tiene tendencia a correr o deslizar hacia abajo, especialmente bajo el efecto de la vibración. Si el espesor de la capa y la pendiente son grandes, es necesario utilizar un encofrado superior. Caso contrario, puede hormigonarse sin este contraencofrado colocando el hormigón de abajo a arriba, por roscar, cuyo volumen y distancia a la parte ya compactada deben calcularse de forma que el hormigón ocupe su lugar definitivo después de una corta acción del vibrador.
Puesta en obra con bomba.
El bombeo del hormigón para su puesta en obra es un método cómodo, que está alcanzando gran desarrollo.
El hormigón bombeado requiere un contenido en cemento no menor de 300 kg/m3 y utilizar arena y árido grueso que no sean de machaqueo. La dosificación del hormigón debe hacerse en peso.
Conviene utilizar un plastificante o fluidificante y emplear consistencias plástico-blandas. Resulta adecuado el empleo de cemento puzolánico, por la plasticidad que confiere al hormigón.
El tamaño máximo del árido no debe exceder de ¼ de diámetro de la tubería si es metálica, o de 1/3 si es de plástico. No deben emplearse tuberías de aluminio, material que reacciona con los álcalis del cemento.
En la colocación debe evitarse la proyección directa del chorro de hormigón sobre las armaduras; hay que vigilar que el hormigón no aparezca segregado a causa del aire comprimido; y deben adoptase precauciones en materia de seguridad de los operarios.
Colocación en condiciones normales.
El hormigonado de toda obra de ingeniería y de cada uno de los elementos que lo constituyen necesita de un cierto grado de planificación previa a su ejecución, tanto más compleja cuanto más irregular sea su forma geométrica.
Esta planificación debe considerar, con mayor o menor detalle, como mínimo los siguientes puntos:
Etapas de hormigonado: De preferencia antes de iniciar el hormigonado de la obra, debe efectuarse un estudio de las etapas en que se subdividirá para su construcción.
Estas etapas quedarán definidas por algunas de las superficies que limitan la obra por condiciones de su diseño, terreno natural o superficies terminales de la obra, y por juntas de construcción elegidas voluntariamente.
Para la ubicación de las juntas de construcción deben considerarse principalmente dos aspectos: Que el volumen que definan para cada etapa sea adecuado a la capacidad de hormigonado disponible en la obra, de manera que alcance a ser colocado en un turno de trabajo como máximo Que se dispongan de acurdo a las especificaciones del proyecto o a buenas prácticas estructurales.
Para este último objeto, es conveniente tener en consideración que las juntas de construcción, por muy buen tratamiento que reciban, constituyen puntos débiles para la
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