Contabilidad II
Enviado por ALEXCORD • 11 de Octubre de 2011 • 10.698 Palabras (43 Páginas) • 756 Visitas
Contabilidad II
Unidad 1: Modelos Contables
1) Estructura del modelo contable
El modelo contable es la estructura básica que concentra los alcances generales de los criterios y normas de valuación y medición del patrimonio y resultados. Un modelo contable, consta de tres definiciones básicas:
a) El capital a mantener : existe dos posturas, el mantenimiento del capital financiero y el mantenimiento del capital físico.
b) La unidad de medida : se pueden elegir como unidad de medida, las unidades físicas y las unidades monetarias (dentro de estas la unidad de medida monetaria heterogénea y homogénea).
c) Los criterios de valuación : se pueden utilizar los valores originales de incorporación en el patrimonio, o sea los valores históricos o aplicar los valores del presente, los llamados valores corrientes.
Para la formulación de este cuerpo de normas, el modelo adoptado queda encarado de la siguiente manera:
a) capital a mantener: el financiero, vale decir, aquel representado por el total de los pesos invertidos por los socios, dueños o accionistas, según el tipo de ente.
b) unidad de medida: se ha optado por la monetaria y en ella el concepto de moneda homogénea o moneda constante (expresión esta última proveniente de su enunciación legal).
c) criterios de valuación: valores corrientes del momento a que se refiere cada medición. Este concepto se aplica tanto para los activos y pasivos como para los ingresos y los costos.
Existen cuatro modelos básicos:
1) Contabilidad Tradicional: Costo histórico – Moneda heterogénea – Capital financiero
2) Ajuste Integral : Costo histórico – Moneda homogénea – Capital financiero
3) Valores Corrientes : Valor corriente – Moneda heterogénea – Capital financiero
4) Modelo Combinado : Valor corriente – Moneda homogénea – Capital financiero
2) Unidad de medida a emplear: alternativas
Los bienes que integran el patrimonio de cada empresa deben ser reducidos a un común denominador. Para ello se utiliza la moneda, suponiendo que la misma constituye un patrón estable de valor. La moneda posee en un momento determinado cierto poder adquisitivo expresado en término de bienes, pero dicho poder adquisitivo es decreciente en épocas de inflación. La moneda no se mantiene estable, esta expuesta a efectos inflacionarios que la desvalorizan y frente a este problema existen tres alternativas.
a) Desentenderse de la cuestión como si la moneda mantuviese su valor a lo largo del tiempo. Esto implica aceptar estados contables con ciertas distorsiones. Moneda nominal o heterogénea.
b) Efectuar uno o mas ajustes parciales, cuya característica básica es corregir una o pocas cifras de los estados contables pero no la totalidad de los problemas que la inflación produce.
c) Reexpresar todos los datos contables, de modo que quede en una unidad de medida homogénea. Esto es practicar el ajuste integral por inflación, que puede combinarse con cualquier criterio de valuación. Moneda constante u homogénea.
3) Capital a mantener: alternativas y análisis
Consiste en preservar el capital en resguardo de la propia subsistencia del ente y a fin de salvaguardar el interés de los acreedores, de los inversores y de los demás interesados de la empresa. Existen dos posiciones doctrinarias que se identifican como:
a) Mantenimiento del capital financiero: es el que se ha aplicado en la práctica contable y sostenido en forma casi unánime hasta el presente. El capital esta dado por cifras efectivamente invertidas por los propietarios en la medida que provengan de incrementos patrimoniales genuinos. En períodos de estabilidad, el capital nominal invertido responde al concepto anterior, en cambio en períodos de inflación puede resultar necesario reexpresar los aportes en función del aumento del nivel general de precios. El monto del capital así actualizado es el adecuado para su mantenimiento en términos del concepto de capital financiero. Ganancia es todo incremento patrimonial que provenga de nuevos aportes de los propietarios.
b) Mantenimiento del capital físico : se trata de mantener el valor de los bienes que determinan la capacidad operativa o productiva de la empresa. Es decir que el capital se identifica no con el dinero aportado, sino con el valor de los bienes físicos necesarios para mantener la capacidad operativa. De acuerdo con este concepto existirá ganancia solamente si la capacidad productiva física o la capacidad operativa de la empresa exceden al final de un período de la capacidad productiva física que existía al comienzo del mismo. La utilidad se determina por el excedente monetario que se obtiene una vez que se reponen los activos consumidos en la producción de los bienes o servicios. Para llevarlo a cabo es necesario emplear los valores corrientes.
4) Criterios de valuación a aplicar
Existen dos posturas extremas para valuar los activos al cierre del ejercicio:
1) Criterio tradicional: consiste en utilizar los costos de adquisición o producción originales, es decir basarse en valores históricos. Dentro de el costo de adquisición se incluyen : el precio de compra y los gastos directos de compra y recepción. Por gastos directos se entiende aquellos que se adquieren en particular solo si se efectúa la compra . Ejemplo: fletes, seguros, transporte, derechos de importación, honorarios, gastos de montaje y puesta en marcha, etc. Dentro del costo de producción se incluyen los costos de las materias primas consumidas, la mano de obra empleada en el proceso y los gastos ordinarios referidos a la producción. En un período de inflación intensa, el costo original queda mas desactualizado, pues esta expresado en una moneda cuyo poder adquisitivo es muy superior al actual. El ajuste por inflación solo busca solucionar el problema de la unidad de medida, por lo tanto el costo original reexpresado por inflación sigue siendo un valor del pasado en el que se ha homogeneizado la unidad de medida, pero necesariamente es el valor mas adecuado para el bien.
2) Criterio a valores corrientes: consiste en aplicar valores del presente (corrientes). No hay un único valor corriente para todos los elementos del patrimonio sino que hay que tomar las características para todos los elementos. Se pueden distinguir los siguientes :
a) Valor neto de realización: es el precio de venta menos los gastos para su enajenación. Este valor resulta apropiado para aquellos activos que no requieren esfuerzo de comercialización, que pueden ser colocados con facilidad.
b) Valor de reposición (valor de recompra
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