Un gran Trabajo Practico Mio Cid
Enviado por pelayo123 • 21 de Noviembre de 2017 • Trabajo • 1.663 Palabras (7 Páginas) • 1.618 Visitas
El cantar del Mio Cid
Un clásico de la literatura española universal
Introducción al periodo medieval de España
El “Cantar de mío Cid”, es un cantar de gesta de origen castellano, que trata de los últimos años de la vida de Rodrigo Díaz de Vivar, llamado también el cid campeador. Fue escrito en España entre finales del siglo XI y comienzos del siglo XII, dentro de la época histórica conocida como baja edad media. En esta época se buscaba que la sociedad igualara las condiciones de ascenso social e independencia que tenían los caballeros. [pic 1]
El contexto histórico en el que se encontraba España en el siglo XI, era que los árabes habían invadido la península, la que se encontraba dividida en dos, en el norte se encontraban los varios reinos cristianos, entre los cuales destaca Castilla, en el sur, la dominación árabe. Pero esta división de Europa finaliza por el rey de Castilla, León y Galicia, llamado Alfonso, quien logra unificar España.
España estuvo en una gran crisis demográfica y por ende en una crisis política y económica (mucho despoblamiento). Esta crisis demográfica fue causada por la acogida de nuevos terrenos para cultivarlos, por cultivos como la vid, el olivo etc. y el bajo rendimiento de la agricultura. Además apareció una epidemia de peste negra, provocando muchas muertes, que más tarde tuvo una recuperación en los años 1420-80, que desemboco en el desarrollo de las ciudades del reino de Castilla.
Presentación de Rodrigo Díaz de Vivar como personaje histórico y literario
Rodrigo Díaz nació en Vivar, pequeña aldea situada a 7 kilómetros de la ciudad de Burgos en 1043. Hijo de Diego Laínez, noble caballero de la Corte Castellana y de una hija de Rodrigo Álvarez. A los 15 años quedó huérfano de padre y se crio en la corte del rey Fernando I junto al príncipe Sancho.
Entre los años 1063 a 1072 fue el brazo derecho de don Sancho y luchó junto a él en distintas ciudades. Cuando tenía 23 años obtuvo el título de "Campeador" al vencer al alférez del reino de Navarra. A los 24 años ya era conocido como Cid o Mío Cid. Le llamaban así como expresión de cariño y admiración.
Rodrigo llegó hasta el punto de ser habitualmente conocido, tanto entre cristianos como entre musulmanes ya que estuvo a las órdenes de ambos caudillos tanto como musulmanes y cristianos, por Rodrigo el Campeador.[pic 2]
Al ser desterrado (cuando se le acusó de malversación de fondos), Rodrigo consiguió conquistar Valencia y establecer así en esta ciudad un señorío desde 1094 hasta su muerte sucedida en Valencia el 10 de julio a los 56 años.
Este señorío se mantuvo por su esposa, hasta que finalmente estuvo bajo dominio musulmán.
La vida de este Campeador inspiro una de las obras clásicas en la España Medieval, el más conocido canto de gesta*, “El cantar del Mío cid”. [pic 3]
El cantar del Mío cid, es un poema épico anónimo que relata hazañas heroicas inspiradas libremente en los últimos años de la vida del caballero castellano Rodrigo Díaz el Campeador, el cual estaba bajo las órdenes del Rey Don Sancho II de Castilla. Se sabe de él porque dos siglos después fue hallado un manuscrito, considerado el primer documento literario, escrito en lengua romance. La versión conservada fue compuesta alrededor del año 1200. Se trata de la primera obra narrativa extensa de la literatura española y el único cantar épico de la misma conservado casi completo. Solo se han perdido la primera hoja del original y otras dos en el interior del códice. Este cantar de gesta fue originariamente relatado por juglares*, ya que se pasaban estas obras o historias de boca en boca, y luego transcrito por copistas*.[pic 4]
La proporción de historia y poesía ha sido un importante argumento en los intensos debates sobre la identidad del autor del Cantar y su fecha exacta de composición. [pic 5]
Y aquí podemos nombrar al personaje, llamado Per Abbat. Se dice de él que fue, precisamente el copista del Cantar de Mío Cid en el Siglo XIII, pero lo más interesante del caso es que en recientes estudios documentales se podría demostrar que fue el autor directo del manuscrito original perdido.
Hay varias teorías a favor y en contra de esta afirmación, pero por las pruebas aportadas, gracias a un matrimonio de Vivar del Cid (Timoteo Riaño Rodríguez y María del Carmen Gutiérrez Aja) se ha podido comprobar, ya en el Siglo XX, que la idea no era tan descabellada, es más, se considera que la teoría es muy probable.
El primer cantar narra las aventuras del héroe en el exilio por tierras de la Alcarria y de los valles del Jalón y del Jiloca, en los que consigue botín y tributos a costa de las poblaciones musulmanas. El segundo se centra en la conquista de Valencia y en la reconciliación del Cid y del rey Alfonso, y acaba con las bodas entre las hijas de aquél y dos nobles de la corte, los infantes de Carrión. El tercero refiere cómo la cobardía de los infantes los hace objeto de las burlas de los hombres del Cid, por lo que éstos se van de Valencia con sus mujeres, a las que maltratan y abandonan en el robledo de Corpes.
Mío Cid Rodrigo el Campeador es uno de los personajes histórico-literarios que más se ha destacado en la imaginación colectiva no sólo de España, sino de la cultura occidental. Así se logró un gran desarrollo legendario entorno a su figura, unas veces basada en la vida real del caballero burgalés del siglo XI, pero otras completamente imaginario.
Si hablamos de la investigación sobre la figura del Cid se deben señalar ambos aspectos, estableciendo las relaciones que se dan entre el plano histórico y el literario, pero cuidando de no mezclarlos. Antes, se estudiaba tanto sobre esta gran obra que se confundía su vida literaria con su real existencia. No obstante, la investigación moderna sobre la vida del Cid y su reflejo literario parte de los trabajos desarrollados por un sabio arabista. La labor fundamental en este terreno la llevaría a cabo Ramón Menéndez Pidal, quien estudió en profundidad tanto la tradición literaria del Cid en la Edad Media, a través de los poemas épicos del Cantar de mío Cid y las Mocedades de Rodrigo.
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