Hana Bi

MAHECHA MANCHOLA JESSICA MARCELA

GUION CINE III

P. G.

20 DE AGOSTO DEL 2015

Análisis: Tiempos muertos “Hana-Bi”

Hana-Bi dirigida y producida por Kateshi Kitano, la cual muestra la vida de unos policías, a los cuales les cambia dramáticamente su vida en medio de varias dificultades personales y profesionales.

Uno de los componentes principales de la película y el cual lleva el ritmo son los tiempos muertos los cuales no ayudan al avance de la trama ni de los diálogos, los cuales en varias situaciones son representadas en planos de larga duración de situaciones que se asemejan a las que pueden pasar en la vida real, dando de esta forma la sensación que la película tiene un ritmo lento y tranquilo.

Respecto a los personajes muchos de los espacios muertos se comienzan a generar por ellos y su falta de dialogo, ya que no se necesita que estén hablando todo el tiempo para expresas sus emociones y no necesitan hablar sobre todo lo que van a hacer, entre ellos uno que resalta es Horibe cuando comienza con su nuevo “hobbie” de la pintura y como este comienza a cobrar significado y se va mezclando con la película llegando a dar indicios del final; con estos hechos se presentan varios puntos muertos de cuando el se funde y vive para su pintura.

La atmosfera desarrollada en la película es una que presenta siempre tranquilidad y calma aunque hallan escenas de acción los tiempos muertos compensan todas las situaciones para que no se vean escenas sobre cargadas de diálogos y acciones por parte de los personajes. Además estos personajes también ayudan a crear esta atmosfera por la forma en que se desarrollan sus papeles y esto es uno de los puntos llamativos de la película pues no sigue el ritmo que las películas norteamericanas suelen llevar de ritmos rápidos y atmosferas intrigantes donde por lo general los personajes hablan por cada cosa que tienen que realizar siendo de esta forma “escandalosos”.  

Entre flashback y el presente, la forma de conceptualización del film se mantiene para crear espacios de complicidad, contención, emotividad pero manteniendo este ritmo lento con planos largos como por ejemplo cuando Miyuki se lleva un cigarrillo a la boca, a lo que Nishi reacciona quitándoselo sin mediar una palabra y sin quitar la mirada del juego en que los dos están o cuando al final de la película Miyuki pronuncia unas cortas palabras mientras está sentada frente al océano junto a Nishi y lo abraza, mientras la cámara se eleva dejando en intimidad a estos dos personajes mientras se escucha el sonido de dos disparos dejando la escena en total silencio.

Para terminar si Kateshi Kitano no hubiese realizado la película de esta manera con tantos “puntos muertos” la película no sería la misma innovadora y llamativa que es ya que según mi opinión todo gira en torno a esta característica de puntos muertos y la película hubiera sido otra más de tantas que se producen en este medio.

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