POLITICA FISCAL

LA INFLACION Y SUS REMEDIOS

La Inflación es la enfermedad de la moneda; es un ácido que corroe su valor.

La relación patrón oro servía de freno automático a la excesiva emisión de billetes, y por lo mismo a la expansión bancaria.

Pero una vez declarada la inconvertibilidad, el billete, moneda fiduciaria, por hacer honor a su nombre, quedó a merced de la confianza que los Gobiernos merecieron.

1.- ORIGEN DE LA INFLACIÓN:

Las causas que originan la inflación se pueden reducir a dos grandes capítulos:

a) Medidas de Política Económica.

b) Gastos excesivos de los Gobiernos.

a) MEDIDAS DE POLÍTICA ECONÓMICA: En este caso, más casi de inflación propiamente dicha, habría que hablar de una sana expansión monetaria. Se trata de medidas estudiadas y reflejadas, tomadas para reanimar a la economía que se halla en estado de depresión, de deficiencia de demanda, y, por consiguiente, de paro forzado o forzoso.

Aunque el Gobierno no tenga dinero, pues el marasmo económico que frenó la actividad le privó del beneficio de muchos impuestos, puede empeñarse en una política de obras públicas, aun provocando un déficit presupuestario, solicitando créditos al Banco Central.

Lo único que hay que advertir es que es más fácil teorizar que practicar. Lo difícil no es iniciar una política de sana expansión monetaria, sino el saber escoger el buen momento para aplicarla y tener la serenidad y energía suficiente para, una vez emprendida la marcha, saber pararse a tiempo.

Igualmente es más fácil planear una medida de política social de salarios al alza progresiva, que conseguir que no degenere en una espiral de precios y salarios.

b) LOS GASTOS EXCESIVOS DEL GOBIERNO: Esta suele ser la raíz primerisima de casi todas las inflaciones.

Aun en circunstancias que debieran ser normales el exceso en el gasto gubernamental conduce derechamente a la inflación. Más que de gastos convendría entonces hablar de despilfarro o mala administración.

Por más que los economistas proclamaran que los Bancos Centrales debían operar de cajeros, no de banqueros, de los Estados, lo cierto es que cada día fueron mayores los créditos que los Gobiernos recabaron.

Los Ministros de Hacienda siempre se encontraron escasos de recursos, y se mostraron demasiado débiles frente a la avidez de los demás Departamentos ministeriales.

De los Presupuestos ordinarios se pasó a los extraordinarios, al crédito adicional, hasta desembocar en el desequilibrio financiero y en la reiterada emisión de moneda fiduciaria.

2.- NATURALEZA E INDICIOS DE LA INFLACIÓN:

Inflación por su etimología, significa hinchazón; que el volumen monetario se hincha o infla desmesuradamente.

Ahora, desmesuradamente, quiere decir sin medida. Y medida dice relación a otro objeto que sirve de norma.

La norma de esa desmedida es simplemente el verdadero limite económico a la emisión; el correspondiente volumen de bienes y servicios que hay que intercambiar por la moneda.

Si hay desproporción entre la masa de bienes y servicios y el volumen monetario; si este se dilata más aprisa que la primera, habrá desmesura, habrá hinchazón, o inflación monetaria. Desproporción que tiende a acelerar la velocidad de circulación de la moneda y agravar los síntomas inflacionistas.

La desproporción puede venir por cualquiera de los dos extremos, o por dilatación excesiva del volumen monetario, o por contracción excesiva de la masa de bienes y servicios (en las guerras se desorganizaba el aparato productivo).

Y los indicios de la inflación, no estará de más repetirlo, son la subida acelerada de precios, el exceso de importaciones sobre exportaciones, con el consiguiente desequilibrio de la balanza de pagos y fuga de oro o escasez de divisas extranjeras.

3.- CONSECUENCIAS DE LA INFLACIÓN:

A) EL PROPIO PROCESO INFLACIONISTA: Una vez iniciada la inflación resulta difícil contenerla. Se da con frecuencia en la “Espiral Inflacionaria” incoercible: la emisión excesiva fuerza los precios al alza, el alza de precios exige nuevas emisiones de moneda.

Los primeros apremios del Gobierno hacen girar las ruedas de las prensas, y el Banco Central le proporciona billetes nuevos. Como ha sido tan fácil conseguirlos, son más generosamente prodigados. Al difundirse en la circulación, y en abundancia, ponen en marcha el mecanismo de los precios. El ritmo de la producción es lento, y el de la emisión rápido. Al subir los precios, subirán forzosamente, aunque con algún retraso los sueldos y salarios. No suben tan aprisa las recaudaciones del Erario, merma de ingresos, subida de precios y salarios, que encarecen relativamente las contratas del estado, y replantean a este los mismos apuros monetarios.

B) CONSECUENCIAS EN CUANTO AL REPARTO DE RIQUEZAS: La inflación es una fuente de injusticias. Con ella unos salen, indebidamente, ganando; otros indebidamente, perdiendo. Salen ganando, hablando en general, los deudores; perdiendo, los acreedores.

Los industriales, y todo aquel que tiene algo que vender, salen ganando. Se benefician de la progresiva desvalorización de la moneda, pues son, en general, deudores. Pidieron prestado, cuando la moneda valía algo; tienen que devolverla cuando la moneda vale menos y cuenta menos trabajo conseguirla. Por otro lado se benefician de la subida de precios, ya que se van revalorizando, a medida que pasa el tiempo, las existencias de materias primas, de productos en curso de fabricación, los excedentes en almacén.

Salen perdiendo los capitalistas, que habían prestado dinero bueno y reciben dinero malo. Los pequeños rentistas, los pequeños ahorradores, la viuda, la monja de clausura, etc., que ven esfumarse sus rentas, sus ahorros, sus dotes, etc., en el vació inflacionista.

Salen también perdiendo los Obreros, todo trabajador que, como poseedor de una renta más o menos fija de trabajo, ve a su remuneración seguir de lejos el alza de precios, y siente en su presupuesto familiar la elevación del coste de vida.

C) DESAJUSTES EN EL MECANISMO PRODUCTIVO: Aunque el alza de precios favorece en un sentido la producción, sin embargo, en el proceso inflacionista se dan con frecuencia desajustes, como por ejemplo, los almacenamientos de carácter especulativo. Cuando los precios suben por escasez, se esconden las mercancías para acentuarla y de esa manera lograr mayores ganancias.

Otro desajuste puede ser la mala dirección que toman los recursos productivos. En periodos de escasez y por lo mismo de subida d precios, se dirigen los recursos a aquellos negocios más lucrativos. Y con frecuencia es más benéfico desde el punto de vista particular del empresario construir

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