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Trabajo Final De Arte


Enviado por   •  5 de Abril de 2014  •  2.105 Palabras (9 Páginas)  •  737 Visitas

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PINTURA VIRREINAL EN EL PERU

ERICK LAZARTE VERA

CARRERA: DERECHO

TURNO: NOCHE

CICLO: V

1. Define que es la pintura como un arte

La pintura es una de las expresiones artísticas humanas más antiguas y una de las siete Bellas Artes

En la estética o teoría del arte modernas la pintura está considerada como una categoría universal que comprende todas las creaciones artísticas hechas sobre superficies. Una categoría aplicable a cualquier técnica o tipo de soporte físico o material, incluyendo los soportes o las técnicas efímeras así como los soportes o las técnicas digitales

2. Describir las principales características de la pintura virreinal en el Perú

Las diferencias entre el simbolismo andino (basado en una concepción geométrica de la realidad) y el realismo español

La tradición de la que provenían los españoles no exigía un conocimiento previo de los elementos, bastaba mirar la pintura para entender el mensaje del autor. En cambio, la tradición andina exigía un conocimiento de los símbolos que muchas veces estuvieron restringidos a un sector elite.

Lograron plasmar sus creencias en pinturas representativas de la sagrada familia, superponiendo para ello elementos andinos sobre figuras sagradas.

Las pinturas jugaron un rol importante después del primer desencuentro entre las tradiciones españolas e incaicas. Los peninsulares se dieron cuenta de este gran obstáculo y decidieron romper la falta de comunicación entre ambos grupos utilizando la pintura. En la etapa de evangelización los cuadros de la sagrada familia, de Cristo crucificado, de santos y mártires fueron utilizados como herramientas para la enseñanza de la fe católica

Con los años, la iglesia optó por el naturalismo y por el realismo descriptivo, tal vez prefigurando la escena local para la llegada del barroco. En este tránsito el antimanierismo y contramanierismo fueron utilizados con fuerza entre los pintores locales.

El antimanierismo apeló a crear mayor sensibilidad a través de los efectos visuales que el autor le otorgaba a la pintura. Manos y cuellos alargados, posturas rebuscadas y efectos dramáticos demostraban la manera que tenía el artista a la hora de representar al mundo

3. Escribe una pequeña biografía solo de los principales expositores de las dos corrientes (limeña y cuzqueña)

ESCUELA CUZQUEÑA

BERNARDO BITTI

Bernardo Bitti llega al Perú el 31 de mayo de 1575 para "evangelizar por medio del arte", a solicitud del Provincial de la Compañía de Jesús, Padre Bracamonte. Trabajó en Lima desde 1575 trasladándose a Cusco en 1583 y luego, en 1585, a Juliaca, Puno. Se documenta un retorno a Cusco entre 1595 y 1598, alternando su estancia en la ciudad, según refieren José de Mesa y Teresa Gisbert, con las ciudades de Chuquisaca y Arequipa incluso hasta 1600. Se hace referencia a una nueva estancia de Bitti en Arequipa hacia 1603 retornando a Lima en 1604, ciudad donde permanecerá hasta su muerte ocurrida en 1610.

Su gran talento artístico lo convierte en el pintor principal y exclusivo de la orden jesuita. Fue un muy reconocido pintor y escultor de Sudamérica durante elsiglo XVI. Aunque nunca firmó ninguno de sus cuadros, su estilo se ha vuelto inconfundible. Entre sus principales características podemos destacar el uso predominante de la línea, la mera insinuación de los volúmenes, la figura alargada al estilo manierista, la sofisticación en la postura de sus personajes, quienes están trabajados teniendo como base una línea serpentinata. En las figuras de Bitti no se aprecia el naturalismo, sino por el contrario, la ingravidez de sus telas, sus colores fantasiosos y la ausencia de diferentes texturas de sus paños (influencia del Greco y Rafael según los historiadores José de Mesa y Teresa Gisbert) responden hacia un deseo de idealización de sus figuras como se puede observar en sus Vírgenes y Santos quienes están arropados con telas de colores pasteles.

A su muerte, su discípulo el jesuita Diego de la Puente (1575-1583), fue el continuador de su obra

Diego Quispe Tito

Diego Quispe Tito (San Sebastián del Cuzco, 1611 - Cuzco, 1681) fue un pintor peruano del siglo XVII, de origen indio. Está considerado uno de los miembros destacados de la escuela cuzqueña de pintura.

Los testimonios documentales respecto de su obra son escasos pero se puede decir que inicia su obra pictórica hacia 1627, fecha de la que data su primer lienzo. Fue seguidor de Gregorio Gamarra, quien a su vez fue discípulo de padre Bernardo Bitti. Su pintura tuvo dos etapas. En la primera, su pintura se caracterizó por tener ciertos rezagos del manierismo, mientras que en la segunda, se puede ver en su pintura la influencia de los grabados flamencos.

Son temas característicos de su pintura la Visión de la cruz, el Retorno de Egipto y el Juicio Final. Asimismo podemos observar en la Serie del Zodiaco escenas de parábolas y vida de Cristo que hoy se pueden observar en la Catedral del Cuzco. Esta serie del Zodíaco está compuesta en la actualidad por nueve lienzos correspondiendo cada uno a un signo zodiacal con una parábola de la vida de Cristo.

ESCUELA LIMEÑA

Cristóbal de Lozano

(Lima, inicios del s. XVIII- id., 1776) Pintor peruano. Es la figura más destacada de la escuela barroca limeña de mediados de siglo. Principalmente retratista, su técnica se inspira en la pintura francesa de Rigaud y Largillière. Su obra más importante es el retrato El virrey Manso de Velasco. Pintó también obras religiosas.

Cristóbal de Aguilar

Cristóbal de Aguilar (Lima, siglo XVIII) fue un pintor criollo, especializado en retratar a los miembros de la nobleza limeña y la élite política del Virreinato del Perú.

Aguilar había iniciado su carrera como retratista de monjas, frailes y catedráticos universitarios. Hacia 1756, por ejemplo, retrataba a la religiosa sor María del Espíritu Santo Matoso. Antes había plasmado la conocida imagen póstuma del polígrafo limeño Pedro de Peralta Barnuevo.

El aprecio por su trabajo se incrementó notablemente al ser convocado por Amat, cuando el enfrentamiento con la clase dirigente limeña distanció al virrey de Bravo de Lagunas, y tal vez del propio Cristóbal Lozano, el otro gran pintor de la época. Aguilar representó varias veces a Amat, aunque su imagen más conocida lo muestra en 1771 como protector del monasterio de las Nazarenas.

De aspecto un tanto arcaizante, los retratos de Aguilar combinan un realismo incisivo en la descripción de rostros y manos, mientras que los pesados cortinajes y el entorno

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