APERTURA COMERCIAL DE MEXICO

¿HA SIDO POSITIVA LA APERTURA COMERCIAL PARA MEXICO?

Globalifobia, Globalifilia, Altermundismo. Pareciera increíble cómo desde 1999, cuando aquella famosa o infame reunión de la OMC en Seattle, hasta Cancún el año pasado en la no muy exitosa reunión para tratar de dar un salto hacia adelante en la apertura comercial, cómo ha pasado el tiempo y qué poco han cambiado las cosas.

El debate de la década de los 90 sigue vigente y sigue pendiente: globalizar o no globalizar; de qué manera hacerlo, si es que se va a hacer, y hacia dónde hacerlo, si es que se tiene que hacer.

Los valores universales de los que hablaba Frances Fukuyama hace algunos años, que él daba por asentados las democracias liberales, los mercados abiertos, las economías en competencia, están siendo cuestionados hoy precisamente por sus presuntos beneficiarios: los campesinos, los obreros, los empleados manuales, las amas de casa, en Argentina, en Bolivia, en Ecuador, en México, en los países de Asia, en los de África y en aquellos de Europa que se están ahora tratando de integrar al nuevo mundo global.

Todos ellos se pregunta, cuando ven sus condiciones de vida, cuando ven los avances y retrocesos de los últimos 15 año, cuáles valores universales; realmente qué nos dejan, con qué se comen los valores de la democracia occidental, los valores de un ciudadano y un voto, los valores de los mercados abiertos, cuando no se traducen en beneficios concretos y tangibles para la población.

De la misma manera, aquellos que propugnan una intensificación del proceso de globalización sienten que el problema radica en que no se ha profundizado suficientemente, en que no se ha ido suficientemente lejos y que las cosas no funcionan, no porque el modelo esté mal, sino porque el modelo no se aplica.

De ahí, de estas dos visiones, surge el debate, de ahí surge el encono. El diálogo, cuando se ha dado, ha sido un diálogo paralelo, y un diálogo paralelo es una manera elegante de decir un diálogo de sordos.

El tema de hoy es precisamente es: "Las instituciones de la globalización y altermundistas; perspectivas para el diálogo" Yo me pregunto y les pregunto: ¿es posible ese diálogo?, ¿se puede volver una conversación de dos vías, en lugar de un diálogo paralelo?, ¿habrá puntos de convergencia y de coincidencia?, ¿habrá la posibilidad de sentarse a dialogar y no solamente a hablar el uno al otro?

La globalización es un fenómeno, no es tanto una política, y como tal tiene consecuencias positivas y, desde luego, también grandes desafíos y consecuencias negativas.

Entre las positivas es que permite un mayor desarrollo mundial, permite tasas de crecimiento más altos, permite que los fenómenos de innovación se incorporen a todas las economías, ayudan a desarrollar las telecomunicaciones y la informática.

De sus consecuencias negativas está la volatilidad de capitales, las pérdidas que a veces tienen los trabajadores que no son calificados, y de lo que se trata es de ir encontrando reglas que le permitan a los gobiernos incluir sobre el fenómeno de la globalización, resolver problemas asociados con la globalización. Los gobiernos no se pueden declarar impotentes frente a la globalización, no pueden detenerla, pero sí pueden actuar para hacerla más benéfica o menos traumática para determinados sectores.

El mundo no solamente en términos económicos, sino políticos, se está integrando mucho más, por lo que es muy importante entender los fenómenos de la economía mundial, que es muy importante conocer los elementos de la globalización política.

Por primera vez en muchos años se entiende que México es un país que tiene una presencia internacional muy fuerte, muy sólida y que nos debe llenar de orgullo. Los mexicanos contamos, valemos y somos muy importantes en el mundo. Y lo que se ha descubierto hasta el día de hoy es que los mexicanos todavía tenemos este ligero complejo de no entender la capacidad, la importancia de nuestra Nación. México en el mundo es importante. La globalización es positiva si sabemos utilizarla de manera adecuada.

Si uno observa el fenómeno de la globalización, daría la impresión que el mundo jamás ha tenido relaciones entre diferentes Naciones, nada más fuera de la verdad, desde el inicio, desde que los fenicios hacían su intercambio, desde entonces ya teníamos muy claro en el mundo que correspondía a esa realidad lo que era la globalización: el intercambio entre Naciones, la relación que le permite a una Nación, a un grupo de pobladores de un sitio del mundo entrar en contacto con otro grupo e intercambiar no solamente bienes, sino también costumbres. Y ese concepto tiene que ser entendido.

Es una combinación; es una combinación de lo mercantil, lo que me va a llevar a intercambio de bienes, de productos y lo cultural; de qué manera absorbo una serie de costumbres, una serie de visiones que yo no tengo en mi comunidad, que tiene otra comunidad y que cuando entramos en contacto nos enriquece, no nos empobrece. En la medida en que nosotros tengamos esa relación, en la medida en que tengamos esta oportunidad y lo hagamos con la mente abierta, en esa medida ganamos nosotros y ganan ellos, aquellos con quienes establecemos la relación.

Hay que pensar en la oportunidad que nos da hoy la tecnología moderna para que esto que hemos logrado en el pasado de manera limitada, lo podamos hacer de una manera mucho más amplia. Y eso es el sello el día de hoy de la globalización. Es el sello de aquellas actividades que hoy puedo entender y absorber de una manera completa y de forma prácticamente instantánea.

El desarrollo de Internet, el desarrollo de las comunicaciones en términos de telefonía de lo que hoy conocemos en esta proyección que nos permite estar aquí y estar siendo vistos a muchos kilómetros de distancia, el desarrollo de la capacidad de poder absorber toda una serie de conocimientos, toda una serie de música, toda una serie de cultura que nos llega de inmediato del exterior. Eso es la globalización el día de hoy.

Y se le ha señalado como si fuera malo, se le ha planteado como si fuera negativa, se ha planteado como si esto fuera no el reto positivo que debe ser, sino la desgracia colectiva que nos puede llegar. China está en la mente de todos, China como Nación hoy está vista por todos como la gran amenaza. Tenemos que verla como lo que realmente es, el gran reto, no sólo a vencer, sino a integrar para poder tener el desarrollo económico, social y cultural de nuestra Nación.

Globalización en el contexto de lo que ocurre hoy, no es sino el fenómeno que nos pone en la casa todos los días lo que ocurre en el resto del mundo.

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