Apertura comercial en México
Enviado por momo_scar • 22 de Octubre de 2015 • Síntesis • 2.122 Palabras (9 Páginas) • 299 Visitas
Apertura comercial en México
El sector externo de México muestra un claro dinamismo a partir de la apertura comercial de mediados de la década de los ochenta, con el ingreso durante el año de 1987 de nuestro país al GATT y la confirmación de la misma durante con la firma del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) y otros tratados comerciales con diversos países.
Antecedentes de la apertura comercial
Aunque no siempre la economía mexicana estuvo abierta a las mercancías de otros países como sucedió en el periodo del denominado Modelo de Sustitución de Importaciones (MSI). Modelo que surge en la década de los cuarenta buscando la industrialización del país, a través de dotar de recursos propios a la incipiente industria y, así integrar la economía, cerrando sus fronteras a los productos extranjeros a través de medidas proteccionistas basadas en elevados aranceles.
Debido al periodo en que inicia y concluye el modelo en cuestión, son notorios los cambios en la participación de los distintos sectores de actividad económica, en el producto interno bruto (PIB) y el empleo.
Iniciando la década de los cincuenta la población ocupada en el sector agropecuario representaba[1] el 58.3% del total, siguiéndole en orden de importancia la industria de transformación con el 11.8% y, los servicios con el 10.6 por ciento. El PIB de entonces presentaba una estructura diferente a la de la población ocupada, siendo el sector servicios el que lidera con el 55.0%; el sector agropecuario el 19.2% y, la industria de la transformación el 17.1por ciento.
Está situación cambia desde el año de 1957 cuando México inicia el paso de una estructura económica precapitalista a una semiindustrial, observándose en la población entorno al sector donde se encuentra ocupada. Así, durante el año de 1960, no obstante sigue predominando la población ocupada del sector agropecuario (54.2%), se incrementa la que se encuentra en el sector de la transformación al representar 13.7% del total, seguida por el comercio con el 9.5 por ciento. Repitiéndose hasta la conclusión del MSI[2] en 1982 cuando el sector agropecuario sólo ocupa el 25.8% del total de la población; las manufacturas el 11.8% y, los servicios el 11.7 por ciento. Del lado del PIB, para los mismos sectores, participan con el 8.8%; 57.6% y, 24.1% respectivamente.
Los resultados muestran uno de los efectos que dejaría el MSI: la expulsión de mano de obra del sector agropecuario hacia a las manufacturas y, el porqué del incremento de la población en zonas urbanas mismas en la que se establecieron principalmente las industrias manufactureras.
Así, los argumentos del tránsito de un modelo de economía cerrada a uno de economía abierta, radicaron principalmente en los efectos del MSI:
- La suma de la excesiva protección y el endeudamiento provocó una reducción en las exportaciones, efecto contrario al objetivo inicial del MSI, sumado a la sobrevaluación del peso, aumentó los costos de producción para la industria exportadora.
- Hubo que endeudarse debido a la escasez de divisas motivado por las reducidas exportaciones; derivadas del alto precio de nuestras mercancías, además, la sobrevaluación del tipo de cambio y su posterior devaluación en 1976 que terminó con 20 años de paridad fija al pasar a $48.79 por dólar[3].
- La protección tuvo como efecto el aumento de la desigualdad del ingreso personal y en términos de participación factorial. De un coeficiente de Gini de alrededor de 0.52 en 1950 se pasó a 0.56 en 1970[4]. Este es el efecto más importante de la implementación del MSI por el impacto de la política económica hacia la población.
Aunado a lo anterior, las crisis petroleras de 1982 y 1986 favorecieron la instrumentación de programas de estabilización económica que presionan a la apertura comercial.
Esencialmente, el programa de estabilización para la crisis de 1986 se basó en la privatización de empresas públicas, la desregularización de la economía, la apertura con el exterior; y la renegociación de la deuda externa.
Para el logro de estas metas se llevaron a cabo diversas reformas que tenían como objetivo transformar el aparato productivo nacional de tal manera que se hiciera más eficiente a través de una mayor autonomía en la toma de decisiones de los agentes económicos, principalmente privados, que coadyuven en el incremento de la capacidad productiva, una mayor productividad que disminuya los costos que también provoque la expansión de las exportaciones y, la importación de bienes necesarios para seguir produciendo productos para el mercado nacional y externo. Es decir, nuevamente se busca el crecimiento económico utilizando el sector externo pero en esta ocasión con un modelo hacia fuera.
Los resultados de la apertura comercial
Hemos señalado que el motor en el que México basa la apertura económica es la expansión de las exportaciones, apostando a una optimización de los recursos, que provoque menores costos de producción y el incremento de la productividad, tanto del capital como del trabajo, sin embargo, estás sólo son positivas en cinco años del periodo 1994-2012, siendo los años de 2005 y 2006 donde mayor superávit se presentó. La importación de bienes intermedios que sirven de insumos o materias primas para la producción de otros bienes, son los que muestran mayor dinamismo, seguidos de los bienes de capital.
La explicación al párrafo anterior puede radicar en los siguientes incisos: a) la apertura de 1986 llevó a una reducción de los permisos de importación y de los aranceles facilitando las importaciones; b) la sobrevaluación del tipo de cambio trajo consigo el abaratamiento de las mercancías del exterior[5], en detrimento de las domésticas, disminuyendo las exportaciones y, c) la dinámica intraindustrial propicia la compra-venta al sector par en el exterior, lo cual es posible encontrar en los resultados del presente trabajo.
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