Arrendamiento Comercial

La importancia del contrato de arrendamiento

En muchas ocasiones pareciera que los contratos de arrendamiento son elaborados por una mente maquiavélica que se ha empeñado en hacerlos de la forma más confusa posible, pero esto no es producto de la casualidad, para muchas personas es verdaderamente incomprensible entender por qué razón un contrato de arrendamiento es tan complejo, algunos inquilinos utilizan expresiones tales como: “si sólo me la va a rentar por un año” o “para qué tanta complicación si ni que me la estuviera vendiendo”.

La explicación de fondo puede resultar en términos técnicos relativamente sencilla. Los abogados dirían que los contratos de arrendamiento son más complejos en su estructura porque regulan una relación entre las partes que en él intervienen que generan derechos y obligaciones de “tracto sucesivo”; el tracto sucesivo quiere decir que las obligaciones no se deben cumplir una sola vez, sino que se van repitiendo muchas veces a lo largo del tiempo.

En el arrendamiento se dan muchas obligaciones que se van generando y que deben cumplimentarse en el transcurso de los meses o los años, empezando por el mismo pago del precio del canon que usualmente se hace mes a mes, es muy importante conocer el propósito del contrato, adicionalmente y en forma especial, se tienen que establecer las condiciones en que deberá devolverse el inmueble arrendado una vez concluido el lapso por el que se contrató.

En muchas ocasiones el arrendamiento se asemeja a lo que pudiera ser un crédito; quien otorga en arrendamiento, por ejemplo, una casa que vale dos millones de pesos, y por tanto entrega la posesión del bien a su inquilino, de alguna manera le está confiando un bien de ese valor a cambio de sólo un pago proporcionalmente pequeño que es la renta, esa es la razón por la que el propietario tiene que tener la seguridad de que quién ocupará el inmueble en arrendamiento es alguien sumamente confiable y que le devolverá su “capital” (el establecimiento en perfectas condiciones y en el tiempo previsto, lo antes expuesto explica en alguna medida la complejidad de los contratos de arrendamiento, pero no justifica de ninguna manera que éstos contengan cláusulas que resulten desproporcionadas para cualquiera de las partes.

Hoy día ya no se valen las cláusulas o condiciones “leoninas” en éstos instrumentos. Aquellos viejos contratos que se compraban en las papelerías, deben quedar desterrados, se deben utilizar contratos profesionalmente redactados que retraten con precisión y equidad el acuerdo entre arrendador y arrendatario, y que sobretodo brinden seguridad a ambas partes.

Obligaciones del arrendador

1.- Entregar al arrendatario el inmueble arrendado en buen estado para el uso convenido, así como las condiciones óptimas de higiene y seguridad.

2.- Conservar el inmueble arrendado en buen estado, salvo los deterioros normales

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