Autorregulacion De Contratos

En la lectura acerca de autorregulación y contratos se determina la importancia de una actividad que obligue a las partes al cumplimiento determinados acuerdos esto para efectos de la ejecución del comercio transfronterizo de productos y servicios, que se ratifica por medio de los mencionados Contratos Internacionales, se debe contar con ciertos estándares que hacen alusión a la seguridad, salubridad, calidad de los productos o el modo de prestación de los servicios; aclarando aquí que cada estado delimita los mismos y vela por su cumplimiento. Por tal motivo se ha hecho necesario en la actualidad la creación de ciertos mecanismos y organismos que regulen la actividad comercial, especialmente en la armonización de los estándares con los cuales, en primer lugar se regule la responsabilidad internacional que tienen las empresas multinacionales, puesto que se les da en muchas ocasiones el mismo trato que empresarios nacionales; y por otro lado se establezcan pautas que favorezcan la “integración positiva” , es decir se desarrollen mecanismo que permita “fijar niveles comunes de exigencia para los productos y servicios que se comercializan en el mercado internacional”. Cabe aclarar que estas pautas o acuerdos pueden y deben ser generadas, a través de organismos tanto gubernamentales como no gubernamentales; o por común acuerdo entre operadores económicos.

Conforme a lo anterior, el texto en mención estudiará específicamente la implicación de las empresas en el establecimiento de estándares internacionales armonizados, cuyas vías de cumplimiento son los contratos. Todo esto con miras a analizar las obligaciones en materia de responsabilidad internacional a la que son sometidos estos agentes, que son hoy por hoy acogidos a las pautas judiciales a nivel estatal, que en muchas ocasiones carecen de un trasfondo que vele por el cumplimiento de los derechos humanos; con lo cual los estados tienen como única herramienta para establecer normas verdaderamente obligatorias con las empresas, el contrato.

En primera medida Carmen Otero hace referencia al grado de armonización que debe sugerir el establecimiento de estándares internacionales, puesto que en el caso particular de los alimentos, como ella lo postula se hace necesario no sólo en materia de salubridad y seguridad; apelar a que el cuerpo humano en todo el mundo es igual, sino que también se deben tener en cuenta factores como la diferencia cultural para determinar el grado de armonización en los productos, en este caso particular alimenticios. Con lo cual se entiende que a la hora de la comercialización internacional de un producto o servicio; “estos deben responder al respeto de los derechos humanos y por otro lado reconciliar la demanda de un comercio internacional sin restricciones” . De esto y en contra de lo que se pensaba, con respecto a el papel que jugaría la liberalización del comercio en materia del establecimiento de estándares, las naciones en la actualidad han aumentado cada vez más sus pautas en la comercialización internacional; lo cual ha propiciado el establecimiento de tratados con fines a aceptar cierta “equivalencia en sus productos” para así negociar. Agregado a esto es válido resaltar que existen una serie de organismos internacionales no gubernamentales que le sirven de guía a estas empresas negociantes como lo son la OCDE, la CCA y el Pacto mundial, cuyo soporte se encuentra en relacionado en la ONU.De estas empresas es apropiado resaltar a la Cámara de Comercio Internacional y a la Organización Internacional de la Estandarización (ISO), puesto que por un lado la CCI con relevancia en más de 130 países se dedica principalmente desde sus inicios, en la consecución de una economía mundial abierta sirviendo a sus miembros y a las organizaciones internacionales gubernamentales, de informante en cuestiones que puedan llegar a afectar la actividad empresarial; y de asesor en temas como, el desarrollo sostenible, marketing, publicidad entre otros. Mientras que la ISO se dedica por su parte a establecer estándares internacionales en múltiples sectores, en los 147 países a los que está asociada. Según lo anterior el autor establece que a pesar del carácter voluntario que tienen estas organizaciones, se puede decir que en muchas ocasiones los estados y otras entidades o instituciones internacionales, apelan a sus códigos y establecen en conformidad a los mismos, los estándares de orden público válidos para la nación.

Los acuerdos de la OMC relativos al comercio de mercancías, establecen un marco normativo para liberalizar el comercio internacional; sin embargo, cuando el Órgano

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