CASO IBERDROLA

Iberdrola se manca en su línea estrategia la misión de distribuir energía generada con fuentes medioambientalmente respetuosas. Así mismo, su visión es acontecer como líder en el sector energético siendo un grupo sostenible y a la vez ofreciendo servicios de calidad a los clientes, generando impacto en las comunidades donde presta presente. En su línea estratégica quedan muy bien definidos sus valores entre los que cabe destacar: la calidad, el compromiso social, la innovación, creación de valores sostenibles, ética y lealtad y los dos más importante el respeto al medio ambiente y el customer focus en todo el proceso.

Con la liberalización del sector se abrió una nueva etapa en él. La aparición de competidores obligó a modificar la misión, visión y valores de la empresa, así mismo, el cambio de mentalidad y la concienciación medio ambiental son factores de creciente interés en los últimos tiempos. Para adaptar su estrategia al nuevo entorno Iberdrola ha puesto el cliente y sus necesidades en el centro de su estrategia. En mi opinión la misión sigue siendo la misma con matices (más respetuoso medio ambientalmente) pero la visión y valores sí que se han adaptado al nuevo entorno competitivo y a la estrategia de sus principales competidores para permitirles mantener una posición de liderazgo en el sector.

En referencia a los objetivos de la organización, creo que después de la liberalización del sector estos cambiaron, ya que como se ha estudiado en módulos anteriores estos deben evolucionar y redefinirse en función del entorno. En el caso de Iberdrola un cambio radical en el entorno de negocio requiere una redefinición de sus objetivos para seguir la misión, visión y valores propios del grupo, esta adaptación les permitirá seguir siendo competitivos en el nuevo mercado. A pesar de esto los objetivos principales de la empresa, la obtención de beneficios y capital no se vio modificada.

Con el nuevo entorno el target también se modificó. Antes de la liberalización del sector, Iberdrola podía prestar servicios en zonas geográficamente delimitadas y en ellas no tenían competencia. Una vez finalizada la liberalización del sector, Iberdrola tenia un entorno con competidores, en este caso debió utilizar dos estrategias, proteger los clientes actuales y expandirse para ganar cota de mercado, para ello debía adaptarse para poder competir con las otras empresas del campo de la distribución y generación de energía.

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