Caso Soprole

En 1948 Soprole inició sus actividades en Diagonal Santa Elena 2605, lugar en el cual aún están sus oficinas centrales.

Entonces fabricaba leche pasteurizada, quesos frescos y mantequilla, concentrando sus ventas básicamente en Santiago. La distribución era casa por casa, llevando sus productos cada día a todas aquellas personas y familias que tuviesen acciones de la empresa y a los pequeños almacenes que, en esa época, eran su único canal de distribución.

A partir de 1973 fue aumentando su nivel de actividad al introducir en el mercado nuevos productos como la línea de yoghurts, alimento desconocido en esos años a nivel de consumidores, y a pesar de su gran desarrollo en Europa y de sus particulares propiedades alimenticias y terapéuticas. Fue también Soprole quien lanzó los primeros postres listos para servir, jugos de fruta y otros.

En un comienzo basaba la elaboración de sus productos lácteos en la leche de los productores de la zona central Santiago y sus alrededores pero en 1976, para contar con una mayor cantidad de leche para su ya vasta gama de productos, tomó en arriendo, una planta en Osorno (Planta Milton), región donde se concentra el 66% de la producción de leche del país y donde hasta esa fecha no tenía ninguna participación.

En 1979 Soprole consolida su posición en la región y adquiere esta planta, a partir de 1980, y en conjunto con la empresa American Kraft, primera en el rubro alimentos de EE.UU., inició sus actividades en el campo de las margarinas y lanzó al mercado otra serie de productos con la marca Kraft, de los cuales hoy sólo comercializa el queso crema “Philadelphia”.

Durante esos años se extendió la distribución a todo el país, desde Arica a Puerto Montt, mediante distribuidores locales. En Valparaíso y Concepción se instalaron las primeras agencias propias de venta directa.

En 1981, y en vista del gran crecimiento logrado, se construyó una nueva planta en Santiago, Planta 2 en calle Pintor Cicarelli, destinada a la producción de yoghurts y postres, y se inicia la producción de leche larga vida (U.H.T.).

En esa misma época, se arrendó una planta de quesos a la empresa Bioleche en la ciudad de Los Ángeles, con la que Soprole ingresa al mercado de los quesos maduros.

Durante 1985 la empresa adquirió una importante planta procesadora en Temuco, con lo que quedó capacitada para elaborar leche y otros productos en polvo, tanto para consumo comercial como institucional.

En 1987, en vista del rápido crecimiento de la recepción de leche en la zona sur, se inició en la planta de Osorno la construcción de una torre de secado para procesar todo el excedente de leche de los meses de verano.

En 1990, en vista del explosivo crecimiento en las ventas de productos U.H.T., se inauguró una tercera planta en San Bernardo, Región Metropolitana, la que se dedicó a la fabricación de productos larga vida, destacándose la leche entera, descremada,

chocolatada, jugos, cremas y otros.

En 1994 se inaugura una nueva planta de secado de leche en Osorno, a la que en 1995 se le agrega una segunda torre para secar sueros y otros variados tipos de productos.

En el año 1994 la empresa Lácteos Pirque S.A. es adquirida por una filial de Soprole. Su giro principal ha sido la comercialización y distribución de productos lácteos principalmente con la marca Lácteos Pirque.

El año 1999 fue de grandes cambios. Se concretaron los proyectos de concentrar la producción de Santiago en la planta de San Bernardo. Se pusieron en marcha los sistemas de administración, control de producción, planificación y otros, con la incorporación del software integrado SAP R/3.

El año 2000 fue un año de consolidación de la empresa, donde las fábricas nuevas logran plena operación, se trabaja en aumentar la eficiencia, rendimientos y productividad.

En el transcurso del año, la gerencia de marketing dirigida por Matías Bragg se encontraba analizando su portafolio de productos para determinar las alternativas estratégicas que deberían realizar, considerando que la innovación es uno de los principales valores de Soprole y parte integral de su cultura organizacional.

En conjunto con su equipo profesional se encontraba analizando las diversas líneas de productos, con el objeto de realizar decisiones estratégicas en relación a la modificación de ellos.

Bajo el control de Fonterra, Soprole compró a algunos competidores como Lácteos Pirque, en 1994, y Dos Álamos, en 1997. En esa época, sólo cinco empresas procesadores de leche (Nestlé, Soprole, Loncoleche-Calo y Colún) controlaban el 76% de las compras de leche en planta en Chile.

La marca es altamente conocida en Chile gracias a sus comerciales proyectados en televisión desde principios de los años 80, en donde el jingle "Lo podemos lograr" es casi considerado un himno de la marca.

Comenzando la década, Soprole concentró la distribución de todas sus marcas en Comercial Santa Elena, la producción en las plantas de San Bernardo y Los Ángeles, en tanto que Prolesur explotó las plantas de Los Lagos y Osorno. En esta época la Compañía completó la segunda etapa de la Planta de San Bernardo, con la inauguración de la fábrica de yoghurt, postres y queso fresco. La década encuentra a Soprole en un excelente pie para la innovación y desarrollo de productos funcionales. En 2002, producto de la transferencia de acciones entre terceros, Soprole se convirtió en una sociedad anónima abierta al superar los 500 accionistas, quedando bajo la supervisión de la Superintendencia de Valores y Seguros. En 2003, la producción de leche del país por primera vez registró excedentes, lo que permitió a Soprole entrar en una fase exportadora, destinando una parte importante de su producción de queso maduro a los mercados externos.

En 2003 Soprole ingresó al mercado de los jugos y aguas carbonatadas con y sin sabor en botellas PET, para lo que construyó una nueva fábrica al interior del complejo San Bernardo. En el año 2005, puso en marcha el Proyecto Praderas, que se planteó como una respuesta a la necesidad del sector lácteo chileno de producir leche en polvo a bajo costo mediante la utilización intensiva de praderas, con el objetivo de participar competitivamente en los mercados internacionales. Uno de los puntos clave del Proyecto Praderas fue la puesta en marcha, durante 2008, de la torre de secado de leche n.º 5 en la Planta Osorno, la que representó una inversión de más de US$33 millones.

Por otra parte, y en lo que a propiedad accionaria se refiere, Fonterra adquirió un importante paquete accionario a la Fundación

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