Del profeta Jeremías
Enviado por • 16 de Agosto de 2013 • Ensayo • 836 Palabras (4 Páginas) • 625 Visitas
ro del profeta Jeremías
Durante el sitio de Jerusalén, los jefes que tenían prisionero a Jeremías dijeron al rey: “Hay que matar a este hombre, porque las cosas que dice desmoralizan a los guerreros que quedan en esta ciudad y a todo el pueblo. Es evidente que no busca el bienestar del pueblo, sino su perdición”.
Respondió el rey Sedecías: “Lo tienen ya en sus manos y el rey no puede nada contra ustedes”. Entonces ellos tomaron a Jeremías y, descolgándolo con cuerdas, lo echaron en el pozo del príncipe Melquías, situado en el patio de la prisión. En el pozo no había agua, sino lodo, y Jeremías quedó hundido en el lodo. Ebed-Mélek, el etíope, oficial de palacio, fue a ver al rey y le dijo: “Señor, está mal hecho lo que estos hombres hicieron con Jeremías, arrojándolo al pozo, donde va a morir de hambre”.
Entonces el rey ordenó a Ebed-Mélek: “Toma treinta hombres contigo y saca del pozo a Jeremías, antes de que muera”.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Salmo responsorial
(Sal 39).
R Señor, date prisa e arme.
Esperé en el Señor
con gran confianza;
él se inclinó hacia mí
y escuchó mis plegarias /R
Del charco cenagoso
y la fosa mortal me puso a salvo;
puso firmes mis pies sobre la roca
y aseguró mis pasos /R
Él me puso en la boca un canto nuevo,
un himno a nuestro Dios.
Muchos se conmovieron al ver esto
y confiaron también en el Señor /R
A mí, tu siervo, pobre y desdichado,
no me dejes, Señor, en el olvido.
Tú eres quien me ayuda y quien me salva;
no te tardes, Dios mío /R
2 ª Lectura
(Heb 12,1-4)
Lectura de la carta a los hebreos
Hermanos: Rodeados, como estamos, por la multitud de antepasados nuestros, que dieron prueba de su fe, dejemos todo lo que nos estorba; librémonos del pecado que nos ata, para correr con perseverancia la carrera que tenemos por delante, fija la mirada en Jesús, autor y consumador de nuestra fe. Él, en vista del gozo que se le proponía, aceptó la cruz, sin temer su ignominia, y por eso está sentado a la derecha del trono de Dios.
Mediten, pues, en el ejemplo de aquel que quiso sufrir tanta oposición de parte de los pecadores, y no se cansen ni pierdan el ánimo, porque todavía no han llegado a derramar su sangre en la lucha contra el pecado.
Palabra de Dios.
Te alabamos, Señor.
Evangelio(Lc 12,49-53)
Lectura del santo Evangelio según san Lucas
Gloria a ti, Señor
En aquel tiempo, Jesús dijo a sus discípulos: “He venido a traer fuego a la tierra ¡y cuánto desearía que ya estuviera ardiendo! Tengo que recibir un bautismo ¡y cómo me angustio mientras llega!
¿Piensan
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