Profetas
Enviado por anagallina • 3 de Septiembre de 2013 • Síntesis • 2.393 Palabras (10 Páginas) • 300 Visitas
P R O F E T A S
“UN REY QUE NOS GOBIERNE COMO EN TODAS LA NACIONES”
…¿Qué es el hombre para que pienses en él y el ser humano para que lo cuides?...
¿Cuántos reyes han tenido el Reino?
El Reino fue iniciado con Saúl, quien unificó el Reino; luego vino David, quien lo expandió a través de conquistas. Luego vino Salomón, que construyó cosas muy importantes, principalmente el Templo. Pero las construcciones las hizo financiándolas con impuestos al pueblo, tomó sus tierras y usó a sus hijos.
La unificación de todos los clanes hebreos había sido posible por el genio militar de David. Este reino unificado y organizado monárquicamente tenía su capital en Jerusalén. Pero este reino davídico no pudo afrontar el brusco cambio cultural desarrollado bajo Salomón.
Salomón explotó a su pueblo. Y, si él logró contener la rebeldía que empezaba a incubarse, ésta estalló a su muerte. La falta de habilidad política de su hijo Roboam provocó la división de las tribus del Norte y de la del Sur. Desde entonces seguirán por separado su propia historia:
En el Norte el reino de Israel, con capital en Samaría, y en el Sur el reino de Judá con capital en Jerusalén. El reino unificado había durado sólo 70 años.
Era imprescindible que el nuevo soberano fuese hábil y decidido. Pero Roboam no lo era.
JEROBOAM se rebela y es aclamado como rey de ISRAEL (1 Re 12,20).
Pero Jeroboam tiene un problema.
Tiene tierra, tiene súbditos, pero no tiene Templo y no tiene Sacerdotes.
¿Dónde están el Templo y los Sacerdotes?
El Templo está en Jerusalén que es la capital de Judá. Y los Sacerdotes también están en Judá, porque los Levitas quedaron en el Sur.
13. Entonces ¿qué se le ocurre a Jeroboam?
Se le ocurre algo que será el hundimiento del Norte:
Jeroboam se dijo en su corazón: «Si este pueblo continúa subiendo para ofrecer sacrificios en la Casa de YHWH en Jerusalén, el corazón de este pueblo se volverá a su señor, a Roboam, rey de Judá, y me matarán». Tomó consejo el rey, hizo dos becerros de oro.
Colocó uno en Betel, y el pueblo fue con el otro hasta Dan. Este fue el origen del pecado. El pueblo llevó su ternero en procesión hasta Dan. Jeroboam construyó santuarios en las lomas y estableció como sacerdotes a hombres comunes que no eran de la tribu de Leví. (1 Re 12, 26-31)
Establece una religión propia: sus propios dioses, sus propios sacerdotes, sus propias fiestas, sus propios santuarios.
Esto, por supuesto, es el origen de la decadencia del Norte.
¿Qué hace Yahvé?
Utiliza de nuevo al profeta Ajáis, el mismo que le predijo que gobernaría a 10 de las Tribus. Ajías manda un mensaje a Jeroboam con su esposa. Esta había ido disfrazada donde el profeta por la enfermedad de su hijo. (1 Re 14, 7-9 y 16)
Los Reyes del Norte son malos. Y los del Sur no son mucho mejores. Y, a pesar de esto, sabemos que del Sur surgirá el León de Judá, la descendencia de la Mujer del Génesis, Jesús, el Mesías.
En el Sur hay una sola dinastía real. En el Norte se suceden 9 dinastías diferentes: familias matando a otras familias, luchando por el poder real.
Unos Profetas hablan para el Reino del Norte, otros para el Reino del Sur. Y aún otros para países extranjeros Los Profetas de Israel trabajaban en conjunto con los Sacerdotes, cuyo trabajo era de suma importancia. Muchas veces también informaban a los Reyes de los deseos de Yahvé.
Jeroboam estableció sus propios Sacerdotes, independientes de los Levitas. La dinastía de Jeroboam, el efraimita, se extingue por su asesinato. Mientras que Judá contaba con la ventaja de una estabilidad dinástica a través de la sucesión davídica, Israel padecía una inestabilidad política al momento de decidir a qué tribu pertenecería el rey que los presidiera. Esta inestabilidad se pondrá de manifiesto en el hecho que de los 19 reyes que reinarían en Israel 8 serán asesinados. Después de una sangrienta sucesión de reyes, Omrí consiguió el trono de Israel. Y decidió edificar una nueva ciudad, Samaría, sin pasado alguno y libre de las rivalidades entre las distintas tribus, para que fuese la capital del reino. En el plano de la política exterior, Omrí se asoció a los fenicios y estableció con ellos una alianza. El matrimonio de su hijo Ajab con la princesa Jezabel, hija de Itbaal de Tiro consagró una nueva orientación de la política y el comercio de Israel.
¿Qué profetas hablaron para el Norte? Elías, Eliseo, Amós, Oseas, Jonás.
Ajab es el rey en este momento, el más despiadado de todos los reyes del Norte, y su esposa es –nada menos- que Jezabel. A solicitud de ella, Ajab había construido templos al dios Baal y también a Moloc, al cual se ofrecían sacrificios de niños. Además no habían Sacerdotes de Yahvé en el Norte, por lo que no había quien enseñara a los israelitas. Con esto se estaba perdiendo totalmente la fe en Yahvé.
Por eso Dios envía al Profeta Elías para que a través de él pudiera resurgir la verdadera fe del Pueblo de Israel.
Elías anuncia una terrible sequía de tres años y medio. Era un castigo a Ajab y al pueblo, por su idolatría y a la vez era un llamado a la conversión.
La sequía que se apodera de nuestra alma cuando nos alejamos de Dios. La lluvia es la gracia de Dios para nuestra alma cuando nos convertimos y optamos por poner a Dios de primero en nuestra vida.
Han pasado ya 3 años. ¿Qué dice Yahvé a Elías?
Yahvé manda a Elías a anunciar que pronto enviará lluvia sobre el país.
Mientras tanto, el reinado de Ajab fue testigo del aumento del poder asirio. Para contrarrestarlo se formó una importante liga antiasiria a la que Ajab aportó recursos humanos y materiales. El promotor de esta empresa fue el rey de Damasco, Hadadidri. La alianza con Damasco fue coyuntural e interesada, con vistas a hacer frente al enemigo común.
¿Quiénes son los asirios y qué hace Dios con ellos?
Asiria es ahora el poder mundial y Dios va a castigar al Norte (Israel) a través de Asiria. Jonás es llamado por Dios para profetizarles. Dios escoge a Jonás para esto.
Nínive era la capital del Reino de Asiria. Sus habitantes (700.000) eran soberbios e inmorales. Lo sorprendente es que, comenzando por el Rey, muchos ninivitas se arrepienten.
Dios les envió Profetas, advirtiéndoles para que se convirtieran, pero terminaron invadidos por los Asirios y desaparecieron como pueblo de Israel, aunque se formó el pueblo de los Samaritanos.
Antes de la actuación de Elías y Eliseo, otros predicadores habían ejercido un ministerio de proclamación
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