Desarrollo de la lengua oral y escrita de acuerdo a mis experiencias
Enviado por aaaaaaalloe • 15 de Octubre de 2014 • 701 Palabras (3 Páginas) • 244 Visitas
Desarrollo de la lengua oral y escrita de acuerdo a mis experiencias
En mi mente son escasos los recuerdos del proceso que viví cuando empecé ha hablar, pues desde que tengo uso de razón es algo que hago sin ni siquiera saber cuándo y cuáles fueron mis primeras palabras. Los momentos que más palpitan en mi memoria son a partir del kínder, mi complicación radicaba en utilizar de manera correcta ayer y mañana, ya que por lo regular lo hacía al revés.
El lenguaje oral lo he ido desarrollando desde que nací hasta el día de hoy, aunque no lo recuerdo es a través de otros niños que puedo darme cuenta que desde los 0 meses empezamos a comunicarnos de manera espontánea, por medio del llanto, gestos, sonrisa y balbuceo. Conforme vamos creciendo empezamos a decir las palabras que nos enseña la familia y posteriormente la sociedad, las relacionamos con objetos hasta que Sin darnos cuenta empezamos a ilar conversaciones y poco a poco lo vamos manejando cada vez de manera más sencilla.
A los 6 años entré a la escuela primaria, donde después de haber adquirido el lenguaje oral, continúe con la lectura y escritura, una parte de este trabajo lo realizaba en la escuela con la maestra del grupo, no fue sencillo y recuerdo lo complicado que me parecía, sobre todo con las letras d y b. dominaba la comunicación oral pero lo complejo ahora consistía en plasmar en papel el nombre de los objetos.
Cada tarde mi mamá se sentaba junto a mí y con imágenes me ayudaba a distinguir como se escribía cada palabra, uno de los ejemplos que me daba era pato se escribe con p de papá.
Al mismo tiempo aprendía a leer, marcados quedaron los recuerdos en mi mente de aquel libro de la luna y juguemos a leer, eran pequeños los párrafos que lentamente leía con sacrificio y tartamudeando, apenas y pronunciaba las oraciones, mientras mi mamá me daba un regaño por la pausa que hacía en cada silaba, eternas me parecían aquellas líneas llenas letras y más letras, procuraba pronunciarlas bien para evitar los llamados de atención de mi madre, pero debo aclarar que de algo me sirvieron, pues gracias a eso nunca tuve problemas en la lectura, a diferencia de algunos compañeros que aun estando en la secundaria seguían leyendo con suma inseguridad.
Dominar la escritura tampoco fue sencillo, el cuaderno de doble raya me ayudo a respetar los renglones, confundir las letras era una de mis dificultades, saber cuándo iba la B y la V, la S la C o la Z, sin embargo son errores que todavía cometo de vez en cuando. Las clases de español fueron esenciales y me ayudaron no solo a escribir sino también hablar. Conforme iba avanzando de grado las clases de gramática seguían extendiéndose, pero con ello puede entender que una oración tiene sujeto, verbo y predicado, cuando acentuar las palabras agudas, graves y esdrújulas, y así podría seguir mencionando infinidad de reglas ortográficas que
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