Despedida

nosotros. El profesor Marcelo con su animo de matinal y siempre manteniendo en nosotros viva la ilusión de que a final de año tocaríamos un tema libre, promesa que al final cumplió. También como olvidar a la sabia e incompresible profesora Daniela o cariñosamente apodMuy buenos días, hago los respectivos saludos a todas las autoridades presentes en este auditorio empezando por nuestro director, el señor miguel Matamala Aguilar, jefa de unidad técnica pedagógica de enseñanza media, Sara Palma, jefa de unidad técnica pedagógica de enseñanza básica, Luisa Mora, inspectora general, señora Maria Tapia, cuerpo docente y para-docente de nuestro establecimiento san Cristóbal de las Casas. Padres , apoderados y especialmente en este día, compañeros y compañeras presentes.

Estamos aquí reunidos para conmemorar lo que probablemente será nuestro ultimo encuentro antes de salir por nuestra cuenta a perseguir nuestros sueños y anhelos. Después de mas de diez años de enseñanza por fin llega el momento de decir adiós porque ya estamos listos para escoger cual será el camino que seguiremos en el futuro, después de que siempre cuando éramos pequeños alegábamos que queríamos ser grandes, bien, por fin ya lo somos y probablemente no nos dimos cuenta, lo que para nosotros fue un fugaz instante, para las personas que nos vieron crecer día a día fue un largo y difícil proceso en lo que se debieron superar una gran cantidad de obstáculos y adversidades, ya que por mucho que creímos haber estado enfrascados en nuestro simple entorno, siempre ha habido personas que de cerca o de lejos han estado al pendiente de nuestro desarrollo hasta le día de hoy y me refiero a nada mas ni nada menos que a todo el cuerpo docente y para-docente del colegio junto a los cuales hemos pasado buenos y malos momentos. Causa por la cuál se hace muy difícil resumir tantos acontecimientos en un simple discurso.

Parece como si hubiese sido ayer cuando éramos solamente niños impulsados nada mas que por jugar y divertirse, en un mundo mucho mas simple donde no importaba nada mas que saber a que jugar para no aburrirse. Aquellos tiempos fueron un diario vivir en el que todos éramos muy distintos, algunos muy reservados, otros muy inquietos, otros mas muy conflictivos y solo convivíamos entre juegos y deportes, lo que fue cambiando a medida que empezamos a crecer. Durante este proceso siempre recordaremos aquellas ansias que teníamos cuando pequeños de ir al tercer patio del colegio, solo íbamos cuando había educación física pero le resto del tiempo estaba estrictamente prohibido, posteriormente cuando crecimos y pasamos a ser de media el regocijo fue enorme. Pero para mala suerte de todos no alcanzamos a estar ahí mas de medio año cuando nos trasladaron al segundo patio hasta el fin de nuestros días como estudiantes.

A medida que hemos crecido, conocimos a cada profesor que superviso y contribuyo a nuestro aprendizaje y desarrollo lo que obviamente a cada uno de nosotros nos hace recordarlos de una manera especial y me refiero por supuesto a alguna característica singular o graciosa de cada uno de ellos lo que nos hace sentir un afecto especial por cada uno de ellos siendo unos mas memorables que otros los cuales recordaremos brevemente. Todos recordaremos a la profesora María Isabel con su particular y altamente sonoro tono de voz, el cual nos atormentaba a tal punto de que en la sala predominara un silencio total lo que en las pruebas era recompensado con buenos resultados, aunque de todas maneras varios de nosotros tiemblan hasta el día de hoy al escuchar su voz, también cabe destacar su ardua tarea de hacernos escribir con lápiz pasta azul, particularmente recuerdo una vez que me descubrió escribiendo con lápiz rojo, sentí que iba a morir pero hoy día yo y mis compañeros le podemos decir que gracias y misión cumplida. También durante esos mismos años la profesora Maria Tapia con mucho amor nos trato de convencer de que las matemáticas y la geometría eran entretenidas, lo que en un principio no surtió el efecto deseado en nosotros ,siempre quedaran en nuestra memoria aquellos días en que llegaba con sus instrumentos geométricos gigantes y sobre todo con ese compás gigante que clavaba en la pizarra y las dejaba en no muy buen estado ,hecho del que extrañamente la culpa recaía en nosotros,

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