Editorial Los Arrié S.A
Enviado por gsta2019 • 11 de Mayo de 2019 • Trabajo • 1.814 Palabras (8 Páginas) • 122 Visitas
Son varios los temas sobre los cuales usted puede opinar y ayudar a resolver este escenario; ensaye algunos de ellos; no sin antes mencionarle que cualquier parecido o semejanza con la realidad, es pura coincidencia.
Editorial Los Arrié S.A.C. es una empresa editorial que crea, diseña, edita, imprime, distribuye local y nacionalmente textos escolares de su propia marca así como revistas especializadas y materiales publicitarios de terceros, dirigidos a distintos segmentos socioeconómicos de la población, en todo el Perú.
A finales de los noventa, para reducir los costos de transporte de Lima a provincias, la editorial decidió utilizar alta tecnología en la transmisión de información vía satélite e imprimir sus productos en puntos estratégicos del país; para lo cual realizó un ventajoso contrato de concesión de un canal de satélite por un lapso de 25 años. Al mismo tiempo se adquirieron locales para la instalación de sus plantas de producción descentralizadas y los equipos necesarios para implementación de
en el que generalmente se encartaba las separatas contratadas) y terminaban aproximadamente a las 2:00 am.
Las “encartadoras” eran contratadas bajo la modalidad de plazo fijo y/o por campaña, (3 meses); el contrato era renovado en la medida en que el servicio mantuviera el éxito logrado hasta esos momentos y la calidad del trabajo de dichas “encartadoras” fuese el adecuado para las necesidades de la organización. Lo saltante era que no se contaba con un área de personal o recursos humanos, había que coordinar con Lima. Algunas de estas trabajadoras eran familiares del personal de la planta del turno de día.
La editorial, no tenía una muy buena imagen en el mercado editorial, en varias oportunidades había sido denunciada por malas prácticas comerciales. En algunas ocasiones al terminar el trabajo y dependiendo de la disponibilidad de la unidades de distribución, el jefe de planta, el Ing. Félix Romero, ordenaba la movilización del personal desde la planta a sus casas o, en todo caso, a los lugares más cercanos y más[pic 2]
cada una de ellas. Uno de los
estratégicos que se implementaron planta de la ciudad de Arequipa.
puntos
fue la
seguros, pues ya habían ocurrido algunos intentos de asalto. La opinión de los involucrados y del personal de encarte era que
En estas instalaciones, ubicada en el cercado
de la ciudad de Arequipa, funcionaba un
debería ser diaria la movilidad.
departamento de diseño especializado y Un viernes de diciembre, el jefe de planta se
redacción completa, oficinas de comercialización, de despacho, distribución y circulación y por último, una rotativa que le permitía imprimir a todo color en una sola
encontraba enfermo, por lo que su asistente, el Ing. F. Montero, decidió no otorgarles el servicio de movilidad esa noche, pues argumentaba no haber recibido ninguna
“tirada”. Dicha zona en horas de la noche, (a indicación específica al respecto. Las
partir de las 8:00), era peligrosa por continuos asaltos que ocurrían.
los encartadoras se retiraron al terminar sus labores, y la Sra. Luyo, esposa del Jefe de Mantenimiento de la imprenta fue atacada y
El departamento comercial, con el fin de
golpeada por delincuentes de la zona, a dos
incrementar comenzó a “encarte de
los ingresos de la empresa, comercializar el servicio de separatas publicitarias”, que
cuadras de la planta, en los momentos en que buscaba movilidad.
consistía en incluir en algunas de las revistas que imprimía para terceros, una hoja suelta de publicidad. Para colocar el encarte dentro de la edición, se contrataba un promedio de 10 mujeres, ellas eran más cumplidas y más rápidas que los hombres, realizaban su labor a partir de las 7:00 pm, (hora en que se terminaba de engrapar las revistas y momento
Al día siguiente, el Sr. Carlos Luyo reclamó al Ing. Montero por el hecho de que era una práctica continua el transportar al personal femenino de encarte y que el Ing. Romero inclusive les facilitaba dinero de su caja chica para que se movilizaran a sus casas los días en que no estuvieran disponibles las unidades de
distribución. El Ing. Montero le contestó que ni él ni la empresa tenían la obligación de hacerlo, y si el Jefe de Planta lo hacía, sus razones deberían tener o habría realizado las coordinaciones necesarias con la Gerencia General, pero que él no tenía la autorización oficial de hacerlo.
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