El Estudiante Integral

El Estudiante Integral

Desde pequeños estamos en una constante adquisición de conocimientos, desde el primer instante en el que damos nuestras primeras patadas y lloriqueos vamos aprendiendo poco a poco algo más de nuestro entorno, de nuestro alrededor y de nuestro ambiente, el cual nos obliga a adecuarnos a las situaciones que este mismo nos presente, por este motivo desde pequeños desarrollamos e incrementamos nuestra capacidad de percepción, nuestros primeros conocimientos y saberes se basan netamente en la imitación de las conductas de las personas que nos rodean.

Ejemplo de esto es la manera como aprendemos a comunicarnos, primero recurrimos a nuestros  impulsos, lloramos cuando algo nos estimula de una manera negativa, gritamos cuando pretendemos llamar la atención de nuestros padres o personas a nuestro cuidado, sonreímos cuando algo nos agrada, progresivamente vamos identificando los conceptos tanto de nuestras expresiones como de cada una de las expresiones de los demás, tratamos de imitarlas, comprenderlas, le damos un valor o significado a los extraños gestos que las demás personas realizan cuando están frente a nosotros.

Utilizamos todos nuestros sentimos y ponemos en uso toda nuestra capacidad de percepción, así pues a medida que vamos escuchando y percibiendo todo a nuestro alrededor vamos lentamente desarrollando la habilidad de comunicarnos por medio de la palabra, hasta el punto en el que podemos organizar sonidos y expresar un palabra, por corta que sea, desde ese momento avanzamos en la adquisición de una habilidad que es totalmente nueva para nosotros, dicha habilidad la obtuvimos debido a la necesidad que la sociedad nos impone, nuestro alrededor nos obliga a encajar y funcionar dentro de una comunidad.

Así queda pues demostrado que no adquirimos conocimientos única y exclusivamente en instituciones que tienen como finalidad dicho fin, el de trasmitir sabiduría y educación, sino que la propia naturaleza humana provoca en nosotros la necesidad de habituarnos y ajustarnos, ser útil para la sociedad más que opción viene siendo una obligación de cada uno, pues para poder lograr que un producto funcione, no puede existir una pieza descompuesta, no importa lo mínima que sea, esta debe servir y contribuir en el adecuado desarrollo del proceso final.

Uno de los principales propósitos y objetivos que ha persistido a través del tiempo por parte de las entidades educativas es la de una adecuada formación del educando, tratando de fomentar cada uno de los aspectos y dimensiones que al hombre refieren.

Estas instituciones pretenden realizar su función mediante un proceso íntegro y complementario, es decir, las escuelas, colegios y preparatorias forman y preparan al individuo, para que este posea una armonía en todos los matices y facetas propios de la especie humana, contemplando, en su debida importancia, la totalidad de las funciones.

Una educación integra es definida como un proceso mediante el cual la persona adquiere y desarrolla de manera permanente conocimientos, destrezas y aptitudes, con las cuales identificará, generará y asumirá valores y actitudes para su realización humana y su participación activa en el trabajo productivo y en la toma de decisiones sociales. Siendo un agente activo e influyente en la atmosfera comunitaria y colectiva, contribuyendo como un elemento de manera benéfica y solidaria a un total que busca una estabilidad y solidez general.

Al pensar en una educación integral debemos proyectar al hombre como un ser que posee múltiples componentes, todos y cada uno de estos componentes funcionan como una sociedad, es decir que retomamos el ejemplo anterior, citando “Para poder lograr que un producto funcione no puede existir una pieza descompuesta”. Este ejemplo lo podemos explicar tomando como base al hombre pues todos sus componentes son importantes por igual, es decir, funciones humanas como la sensibilidad, la afectividad, el raciocinio, la volición, etc., son factores que se deben potenciar y trabajar de manera continua y complementaria, uno a la par del otro, a pesar de pertenecer a naturalezas e índoles diferentes.

El hombre además de estar compuesto por diversidad de factores, también se encuentra dividido en su propia existencia y conformación, pues el hombre como ser íntegro consta de dos (2) partes, Cuerpo y Espíritu: sentidos e inteligencia, corazón y carácter.

La educación integral abarca principalmente tres (3) campos, por un lado el conocimiento, este tiene el propósito de formar e instruir a los individuos para que estén capacitados contra el mundo y contra la sociedad, que puedan adquirir herramientas y materiales necesarios para defenderse, progresar y entender el funcionamiento y actividad social. Por otro lado trabaja también la conducta, está con el propósito de enseñar y orientar a los individuos para que estos tengan una adecuada manera de comportarse, de obrar y de actuar frente las diversas situaciones que la sociedad plantea. Por último pero no menos importante pretenden fomentar la voluntad en cada uno de los individuos, con el fin de proyectar personas y sujetos capaces y preparados contra todo, que no se den por vencidos y que traigan consigo el deseo, las ansias, el anhelo de lograr superar y cumplir, personas perseverantes y tenaces que verdaderamente aporten y contribuyan al constante florecimiento social y colectivo.

Estas personas que se buscan instruir son los llamados líderes, personas que son capaces de influir en los demás, sus conductas y palabras logran incentivar a los miembros de un grupo, personas capaces de motivar al común a lograr proyectos y objetivos de interés y beneficio común.

Esto es lo que principalmente se busca en la práctica de una educación integral, además de formar individuos fuertes y concretos, en cada uno de sus campos, ámbitos y dimensiones, busca instruir personas para convertirse en parte funcional dentro de una sociedad, busca formar los verdaderos seres que impulsan a nuestra sociedad y conducen nuestro entorno a un tan ansiado progreso y desarrollo, personas que no se contentan con lo que tienen, personas que buscan más allá, que creen en las posibilidades, que creen en el cambio y en el éxito, tanto de manera personal como común, personas que pretenden darle frente a las situaciones que afectan y aquejan a una colectividad.

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