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Evidencia Empirica: Ventaja Comparativa


Enviado por   •  23 de Junio de 2015  •  2.227 Palabras (9 Páginas)  •  233 Visitas

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Evidencia Empirica: Ventaja Comparativa.

Contrastación empírica de la teoría de los costes comparativos

Los primeros intentos, considerados más notables, para contrastar la validez de la teoría fueron los realizados por G.D.A. MacDougall, R. Stern y B. Balassa, con datos de Estados Unidos y Gran Bretaña. Los tres estudios concluyen que existe una alta correlación entre la productividad del trabajo y la participación en la exportación. Sin embargo, un estudio de J. Bhagwati, en 1964, usando una técnica más elaborada encontró que las correlaciones no son significativas, concluyendo que «contrariamente a la impresión general... no existe todavía ninguna prueba a favor de las hipótesis ricardianas». Un estudio destacado y reciente es el realizado por D. M. Bernhofen y J. C. Brown que analiza la economía japonesa del Siglo XIX, ya que la consideran uno de los más espectaculares casos de liberalización comercial, proporcionando una oportunidad excepcional para la constatación de la teoría. En efecto, Japón antes de 1859 era una economía autárquica mientras que a finales de la década de los sesenta tenía un comercio bastante liberalizado. Tras verificar que cumplía los requisitos necesarios para aplicar la teoría neoclásica del comercio, concluyen que la estructura del comercio del país, tras su liberalización, se guio de acuerdo a la teoría de la ventaja comparativa, y estiman las ganancias estáticas del comercio resultante de esas ventajas comparativas de entre el 8 y el 9 por 100 de la renta nacional. Sus resultados constituyen un argumento empírico sólido a favor de la capacidad de predicción de la teoría.

Reformulación de la teoría de la ventaja comparativa

La teoría del valor trabajo, en la que se basó el análisis de la ventaja comparativa de Ricardo, fue posteriormente rechazada porque los supuestos de partida se apartaban de la realidad. Así, el trabajo no es homogéneo (hay diferencias en la retribución) ni es el único factor de producción. Sin embargo, la ley de la ventaja comparativa puede ser explicada en términos de la teoría del coste de oportunidad introducida por G. Haberler (1936) y que permite, hasta cierto punto, eludir estas cuestiones. Esta teoría establece que el coste de oportunidad de un bien es la cantidad de un segundo bien que debe sacrificarse para liberar los suficientes factores de producción para poder producir una unidad adicional del primer bien. Aquí el trabajo no es el único recurso ni tampoco se supone que sea homogéneo. El país con el coste de oportunidad más bajo para un bien tiene una ventaja comparativa en ese bien y una desventaja comparativa en el otro bien. Los costes de oportunidad pueden ilustrarse mediante la frontera de posibilidades de producción (también llamada curva de transformación), que muestra todas las diversas combinaciones alternativas de dos bienes que una nación puede producir utilizando plenamente todos sus factores de producción con la mejor tecnología disponible. El análisis se realiza en términos de dos bienes A y B. La curva o frontera de posibilidades de producción representa, también, la frontera de consumo en el país en ausencia de comercio exterior (es imposible producir o consumir fuera de la frontera). La pendiente de la curva de transformación representa la tasa marginal de transformación, que es la cantidad de un bien A que el país debe sacrificar para obteneruna cantidad adicional del bien B. Mide, por tanto, el precio relativo de los bienes a producir o el coste de producir un bien en términos de otro. La teoría de los costes de oportunidad presenta mejoras sobre la anterior porque se llega a los mismos resultados con axiomas más realistas . Ahora bien, la teoría ricardiana suponía unos costes marginales constantes, lo que llevaría a la conclusión de que cada país maximizaría sus ganancias especializándose totalmente en la producción del bien en el que tiene la ventaja comparativa. Sin embargo, en el mundo real no se constata una especialización total de los países. Es más posible que un país se enfrente a costes de oportunidad crecientes al producir más unidades de un bien. Por ello, los economistas posteriores abandonaron el supuesto de los costes constantes de Ricardo reemplazándolo por un supuesto más realista: los costes marginales crecientes, es decir, cuando una industria se expande a costa de otras debe renunciar a cantidades crecientes de otros productos para obtener cada unidad adicional del producto que se está expandiendo. Según esto, se representan las posibilidades de producción por una curva cóncava en el origen. Hasta aquí, el análisis centró la atención en las condiciones de oferta en cada país, dejando de lado casi por completo la demanda. La curva de posibilidades de producción representa el lado de la producción de la economía de un país. Para completar el cuadro de la economía necesitamos datos acerca de la demanda. Este aspecto se introduce mediante las curvas de indiferencia social, que nos indican las fuerzas de la demanda contenidas en los gustos de la comunidad8. Por tanto, replanteamos la base y los beneficios del comercio con las nuevas aportaciones ofreciendo un modelo de equilibrio general.

Supongamos un país que produce dos bienes, A y B, y sean: — P, la curva de transformación o frontera de posibilidades de producción, es decir, el lugar geométrico de las combinaciones alternativas de A y B que puede elaborar empleando plenamente los factores productivos existentes. — R, la recta de intercambio interna. Su pendiente expresa el valor de un bien en términos de otro. — CI1, CI2... Ii, ... las curvas de indiferencia social. En ausencia de comercio (autarquía), el punto de equilibrio donde la recta de precios R sea tangente a la curva de transformación P. En autarquía la producción y el consumo coincidirían en E, es decir, se producirían y consumiría OA1 de A y OB1 de B (Gráfico 1). Si el país abre su economía al exterior, los precios nacionales de las mercancías A y B se identifican con los internacionales. En el gráfico, la nueva recta de precios entre A y B será la recta S o recta de precios internacional. En consecuencia, en economía abierta, la tangencia de la curva de transformación y la nueva recta de precios nos da el valor de la producción del país, es decir, OA2 de A y OB2 de B. Pero en esta nueva situación, las posibilidades de consumo se sitúan en el punto S, externo a la curva de transformación, en el punto de tangencia de la recta de precios internacional S con la curva de indiferencia social I2, por lo que la cantidad consumida sería OA3 del bien A y OB3 del bien B. Como la producción nacional de A (OA2) es mayor al consumo nacional (OA3), ese exceso (A3A2) se exportará. Del mismo modo, como la cantidad producida de B es OB2 y la demandada es superior, OB3, la diferencia

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