Funciones Del Personal De Un Restaurante
Enviado por xdarroxx • 12 de Agosto de 2012 • 766 Palabras (4 Páginas) • 1.537 Visitas
Hay que reconocer que el best seller de Daniel Goleman La inteligencia emocional en la empresa no es un mero libro de autoayuda. Sus pretensiones más o menos académicas, su intención de ofrecer bases científicas al valor de las emociones en la obtención y conservación del empleo, su abundante trabajo de investigación en empresas de Estados Unidos y su argumentación ampliamente ejemplificada, le dan a este libro un talante de seriedad y autoridad que lo aleja sin duda de aquella literatura desechable, de recetas fáciles y simplistas, que nos llega con tan lamentable abundancia de ese país vecino.
Hay que afirmar también, sin embargo, que las razones del formidable éxito de La inteligencia emocional en la empresa se debe justamente a todo aquello que caracteriza a los textos de motivación: ingenuas recomendaciones archisabidas, presentadas como insólitos hallazgos; lugares comunes imperdonables y, a veces, un tono candoroso de “tú puedes” que hace sospechosas las intenciones pseudo científicas del autor.
Goleman es fiel representante del más puro pragmatismo norteamericano, según el cual sólo lo que es útil es bueno, incluso cuando hay que transformar aquello que hasta el momento ha sido objeto de culto y veneración en el imperio económico norteamericano: el cociente intelectual, la pericia técnica y el conocimiento racional, es decir, la habilidades duras que han hecho de este país la economía más poderosa del planeta a costa de la salud emocional de su pueblo. Ahora han “descubierto” que las habilidades blandas —es decir, aptitudes emocionales como la intuición, la confianza en uno mismo, la adaptabilidad, el compromiso, el optimismo, la conciencia política, el manejo de conflicto, en suma, todo aquello que corresponde a la inteligencia emocional— son los principales factores del éxito o el fracaso en el medio laboral contemporáneo en EU, por encima de la pericia o el conocimiento técnico.
Si el lector quiere obtener real provecho de esta lectura, yo le recomendaría mantener presentes dos factores fundamentales, y tal vez lo prevendría contra ellos: uno, el horizonte cultural desde el cual se escribe el libro y, dos, la aplicación utilitarista fácil que se hace de sus propuestas (que no de sus hallazgos, pues la pretendida novedad en el conocimiento de las emociones proviene de profundas investigaciones en diversos campos del saber realizadas desde los años cincuenta; y el marco en el que se inscriben no es otro que el dualismo intelecto-emoción que tiene un glorioso pasado filosófico de más de dos mil años).
Respecto al primer factor, Goleman da por sentado algo sospechoso: que la inteligencia emocional (es decir, la capacidad de reconocer nuestros propios sentimientos y los ajenos, de motivarnos y manejar bien las emociones en cualquier situación, sobre todo en las de estrés) es un supuesto nuevo paradigma que no se añade únicamente como concepto al conocimiento
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