Herdez
Enviado por Cesbea • 26 de Mayo de 2015 • Trabajo • 4.971 Palabras (20 Páginas) • 399 Visitas
1. Introducción.
Conoce de dónde provienen los ingredientes que hoy usamos para preparar lo que conocemos como comida mexicana, te sorprenderá saber que la cocina mexicana como la de otros países tiene ingredientes que nos 100% originarios de México.
Descubre cómo fue que "La Conquista" enriqueció la cocina mexicana con nuevos ingredientes y preparaciones. Conoce también, cómo se veía una cocina colonial y los utensilios propios y originales de la época.
La industrialización, con sus nuevas propuestas e inventos, llegó hasta la cocina cambiando la manera de cocinar, integrando nuevos utensilios, productos y técnicas.
Cómo es que los avances tecnológicos influyen de manera directa en la cultura culinaria de cualquier país. Aquí se muestra una propuesta sobre lo que se espera sobre el futuro en la cocina.
2 Desarrollo.
2.1 Historia del Edificio “Fundación Herdez”.
Manuel Aguirre (2003) mencionó que el edificio data del Siglo XVI y que fue construido por los españoles, después de la conquista de México, establecido sobre las ruinas de México Tenochtitlán a un costado del Templo Mayor, la cual era la capital del pueblo azteca; donde se localizaba el templo en honor al Dios azteca Texcatlipoca, que significa “espejo humeante” o “dios de la noche”, el cual a veces aparecía en escena como signo del mal y adversario de la divinidad tolteca Quetzalcóatl.
Dijo Perla Oropeza (2012) que posteriormente fue propiedad de los conquistadores Pedro González de Trujillo y Diego González de Trujillo, los mejores jinetes que llegaron con las tropas de Hernán Cortés. También comentó que en algún momento fue uno de los edificios de la Real y Pontificia Universidad de México desde 1553 hasta 1605. A partir de 1737 la casa fue reconstruida y sirvió como habitación para los canónigos de la Catedral Metropolitana; el ilustre jurisconsulto Ignacio L. Vallarta vivió y tuvo su despacho en la planta baja de este edificio. Por otro lado, Martín Córdoba (2015), informó que hacia 1823 perteneció al mayorazgo de Guerrero, quien vendió la propiedad en 1836 a la señorita María de Jesús Ariscorieta, quien alquiló la planta baja a comerciantes. Desde 1870 hasta principios del siglo XX albergó a familias de alto renombre social como los Gult y Vaal. Al pasar los años quedó como un edificio abandonado. Coincidiendo con Perla Oropeza (2012), que en 1987 la UNESCO los declaró Centro Histórico de la Ciudad de México, Patrimonio Cultural de la Humanidad, iniciando la restauración del edificio.
De igual manera Martín Córdoba (2015) comentó que en 1994 volvió a formar parte del patrimonio de la Universidad Nacional Autónoma de México. Finalmente narró que en 1996 Fundación HERDEZ A.C. adquirió el edificio para su reconstrucción y restauración, conservando su arquitectura virreinal. Se reinauguró en septiembre de 1997 por el regente de la Ciudad de México. Actualmente el edificio consta de cuatro pisos; en el primer piso de localiza la biblioteca de la Gastronomía Mexicana, en el segundo piso se aloja la Galería, el tercer piso se habilitó para conferencias, seminarios y banquetes y en el cuarto piso se instaló una terraza con vista a la Plaza de la Constitución.
2.2 Finalidad de la Fundación, Museo y Galería.
Grupo Herdez (2013) afirmó que buscan consolidarse como una institución filantrópica con amplia sensibilidad social, encaminada a contribuir de manera sustentable al desarrollo de la comunidad, para lo cual, establecieron acciones y programas sociales, educativos, culturales, científicos y tecnológicos en el campo alimentario, que contribuyan a mejorar la calidad de vida de la misma. La Fundación tiene el propósito de difundir la historia de la alimentación y la nutrición en México, así como el preservar, incrementar y propagar el rico patrimonio de la cocina. De igual forma mencionó que el museo es un proyecto desarrollado por con el apoyo de Papalote Museo del Niño, del Museo Franz Mayer y del Museo Nacional de Antropología; el cual abrió sus puertas al público en el año 2000 con el objetivo de promover, difundir y preservar la historia de la cocina en México, mostrando a lo largo de un recorrido de 4 salas las tradiciones de la cultura alimenticia y la identidad gastronómica mexicana mediante la “Galería Nuestra Cocina Duque de Herdez".
2.3 “Galería Nuestra Cocina Duque de Herdez".
A lo largo de este capítulo se hablará de las cuatros salas que conforman al Museo de la Fundación Herdez, donde la cultura mexicana, en sus distintos periodos, ofrece un sin fin de datos y espacios para contar la historia particular de sus cocinas. Cabe destacar que cada sala está dedicada a un dios o santo según el período histórico.
2.3.1 Cocina Prehispánica
Grupo Herdez (2013) narró que a lo largo de esta sala sería posible conocer las costumbres culinarias mexicas; sobre los alimentos que cultivaban, las técnicas que utilizaban, la manera de conservarlos y cocinarlos, así como las herramientas que usaban en cada uno de estos procesos. De igual manera se aborda la relación que mantenían entre la preparación de alimentos y la adoración a sus dioses, dicha sala es dedicada a “Huehueteotl”, el dios del fuego.
2.3.1.1 Lugares de procedencia de los ingredientes y alimentos en Mesoamérica
Martín Córdoba (2015) dijo que en Mesoamérica, la preparación de los alimentos era considerado un rito, donde la preparación de alimentos era una manifestación cultural, es preciso mencionar que el vasto territorio de Mesoamérica contaba con una red de distribución de alimentos y otros bienes para abastecerse. Dicha red constaba de rutas enlazaban las tierras hasta lo que hoy día es Nicaragua. Las rutas más populares entrelazaban las tierras de Veracruz y el área maya con el centro de México; a través de ellas se intercambiaban bienes de lujo como el jade, el oro y las plumas, pero también alimentos, tinturas y medicinas. De Tabasco y el Soconusco se ofrecía achiote y cacao. De las partes altas o tierras centrales se exportaban acociles, biznaga, cebollines, charales, escamoles, espirulinas, mezquites, nopales, pescado blanco, quelites y tunas.
Martín Córdoba (2015) también mencionó que las transacciones eran realizadas en las fronteras de los imperios y en las grandes áreas culturales, dentro de los tianguis. En Tenochtitlán los tianguis eran encontrados en la plaza principal; los mexicas consideraban al centro de intercambio de mercancías más importante el localizado en Tlatelolco, contaba con una ubicación estratégica, ofrecía desde artículos costosos como pieles de animales, oro y piedras preciosas; hasta cacao, mantas y granos. Los puestos estaban bien organizados, y ya existían
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