LA TOMA DE DESICIONES EN LAS ORGANIZACIONES

FUNDACIÓN UNIVERSITARIA AGRARIA DE COLOMBIA - UNIAGRARIA

ENSAYO TOMA DE DECISIONES ÉTICAS

EVI ALBERTO BRAVO IMBACHI - ID. 36052

NOVIEMBRE – 2022

LA TOMA DE DESICIONES EN LAS ORGANIZACIONES

¿Existe la posibilidad de relacionar la ética personal con la profesional?

Hoy por hoy las grandes compañías han encaminado los esfuerzos a encausar el comportamiento humano desde el del raciocinio, de manera tal que este sea el más acertado y que no vaya en contraposición de intereses propios sino por el contrario que sean intereses en doble vía.

Por ello considero que desarrollar y entender los principios valores y convicciones morales deben ser la base la fundamental para la adecuada y sana convivencia desde lo personal hasta arraigarse en el ámbito laboral. Partamos del hecho que la ética hace referencia a lo debido y lo indebido frente a conductas en las cuales los seres humanos nos vemos involucrados a triar, teniendo como métrica la introspección y los posibles beneficios y las consecuencias que estas puedan darse como resultado de dichas decisiones.

Por tanto, para las grandes organizaciones es importante que de manera endógena estos valores formen parte del desarrollo continuo de las actividades que ejercemos desde nuestras funciones, de manera tal que se ejerza un actuar de forma innata creando hábitos comportamentales en la cotidianidad. Los empleados se forjan bajo la diversidad de culturas, aspiraciones, intereses y experiencias, pero siempre bajo un común denominador que es el de trabajar unidos por un bien común con el objetivo de conseguir “sostenibilidad y el crecimiento empresarial”.

Los valores corporativos y los objetivos organizacionales no solo deben mostrarse como normas o reglas que se deban seguir y cumplir para un adecuado desempeño dentro de las funciones, sino que por el contrario se transformen bajo espacios de cultura, hábitos y desarrollo de habilidades que eviten la resistencia al cambio y que por el contrario hagan parte de una transformación personal y a su vez organizacional ante toma de decisiones con mayores niveles de eficacia. Es por ello que se hace necesario e imprescindible el desarrollo continuo de virtudes en el ámbito organizacional principalmente de los grandes líderes que encabezan las organizaciones y cada una de las áreas, pues son estos quienes con su presencia y mando, ejercen mayor poder y autoridad de una manera consciente pero inspirada y con resultados de forma autónoma, no desde el poder sino desde la compatibilidad de intereses mancomunados y desde el razonamiento y una conciencia endógena basados en ventajas, satisfacción personal y profesional, desde la empatía, el utilitarismo y el manejo propio de los errores basadas en las características del pensamiento lateral minimizando así los dilemas éticos.

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