LIDERAZGO – ENSAYO CASO HBR “¿QUÉ HACE A UN LÍDER?”

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LIDERAZGO – ENSAYO CASO HBR “¿QUÉ HACE A UN LÍDER?”

Este caso del autor Daniel Goleman trata de la inteligencia emocional en el ambiente empresarial. Daniel Goleman fue el primer autor a hablar de esta noción de inteligencia emocional. Hizo una larga investigación en este tema y lo que ha encontrado es que los líderes eficientes tienen un alto grado de inteligencia emocional. Estableció une relación entre la inteligencia emocional y el buen desempeño. En este ensayo, yo voy a desarrollar los cincos elementos que componen la inteligencia emocional y intentar explicar por qué los lideres deben tener inteligencia emocional hoy en día. Antes de abordar a los componentes de la inteligencia emocional, tengo que hablar un poco de su importancia en el ambiente laboral. A través de su investigación, Daniel Goleman ha identificado capacidades personales que fomentan el buen desempeño y lo que ha encontrado es que la inteligencia emocional es dos veces más importante que las otras capacidades para cualquier individuo en empresa. Obviamente, la inteligencia emocional es más importante aún para las personas de alto nivel (los altos ejecutivos). Es otro diferenciador de los buenos y malos líderes. Una cosa importante es que la inteligencia emocional se puede desarrollar.

El primer componente de la inteligencia emocional es la autoconciencia. Aparece como el “ingrediente primordial” de este concepto. La autoconciencia se puede definir de manera larga como conocer a si mismo (conocer a su persona propia), conocer a su carácter, sus emociones, sus fortalezas, sus debilidades, sus necesidades y sus motivos internos. También, la autoconciencia es conocer a sus valores y metas personales. Además, incluye el hecho de conocer cuál es el impacto de sus sentimientos y emociones sobre su trabajo y el trabajo de los demás. Eso es un punto importante porque es fundamental para un líder conocer lo que puede impactar el desempeño de su equipo y sobre todo de qué manera lo va a impactar (positiva o negativamente). Tener alto grado de autoconciencia permite mejorar el desempeño. Por ejemplo, una persona con alto grado de autoconciencia no va a aceptar una cierta carga de trabajo si sabe que no podrá terminar el trabajo a tiempo porque conoce sus limitades. Las personas que tienen autoconciencia no toman demasiados riesgos, saben lo que pueden hacer y lo que no pueden hacer. Estas personas tienden tener un alto grado de confianza en ellas, la capacidad de reírse de sí mismo y se valoran realmente.

El segundo componente de la inteligencia emocional es la autorregulación. El autor menciona que “es como una constante conversación interior”. La autorregulación es básicamente el hecho de dominar a sus sentimientos e impulsos. Los líderes necesitan autorregulación porque generalmente, los comportamientos, acciones o decisiones impulsivos no son buenos. Un líder siempre debe tener un control sobre sus emociones, actuar de manera razonable. La autorregulación es también importante en el contexto de competencia global porque permite a los líderes de “seguir” los cambios. En los negocios, es siempre mejor tener autorregulación que actuar de manera impulsiva, en la precipitación.

El tercero componente de la inteligencia emocional es la motivación que es un tema muy amplio. La motivación es vital para que los equipos se desempeñan bien. Es obvio que los líderes deben tener motivación. A propósito, son los que deben tener el más de motivación porque están a la cabeza de equipos y llevan a cabo proyectos. Los factores extrínsecos como el dinero no motivan a los líderes. Lo que anima realmente a ellos es el hecho de lograr los objetivos, lograr el éxito en los proyectos que llevan a cabo. Los líderes tienen un deseo fuerte y profundo de éxito, siempre buscan los desafíos. No hay una satisfacción tan importante para un líder que el cumplimiento de una tarea o un proyecto desafiante. Si hacemos un paralelo con la teoría de los dos factores de Herzberg, lo que motiva a los líderes son los motivadores y no los factores de higiene. Si hacemos el paralelo con la teoría de las necesidades adquiridas de McClelland, los lideres tienen una muy fuerte necesidad de logro entre los 3. La motivación se expresa a través de la pasión para el trabajo en sí mismo y por ejemplo de la tenacidad que una persona muestra en el desempeño de sus tareas. Las personas con motivación generalmente son optimistas mismo cuando los resultados no son buenos. ¿Por qué este optimismo? Los líderes que tienen autorregulación y motivación tienen la capacidad de superar la frustración de un fracaso y seguir trabajando con la misma motivación para hacer mejor. Con una alta motivación y la pasión para el trabajaba bien hecho viene el compromiso. Cuando una persona está motivada por su trabajo, también esta comprometida. Una alta motivación con optimismo y compromiso se traduce en un liderazgo fuerte y sólido.

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